JOSÉ INFANTE, ALBERT TORÉS, F. MORALES LOMAS, FRANCISCO CAMPOS Y SU NIETO
LA POESÍA DE F. MORALES LOMAS
EN LA TERTULIA DEL PIMPI (MÁLAGA)
ALBERT TORÉS
Si hiciera ciertos malabarismos en la curva del tiempo, un acto tan arduo
como inútil, empezaría diciendo que soy amigo del poeta desde hace 30 años. Y
aunque no parezca pertinente, creo que la literatura entre sus múltiples
funciones encierra la de actuar como embajadora de la amistad. Y lo demás es
literatura-
Decía José Bergamín que él no podía ser objetivo porque no era objeto, y a
esto Roland Barthes le añade la imposibilidad de poder hablar de los que nos
gusta. Falta un último ingrediente, mi negativa hasta ahora de cumplir con los
actos protocolarios. Como veis se nos hace complicado la presentación. Pero hay
más: la trayectoria creativa de Francisco Morales Lomas impide directamente una
presentación razonable, mínimamente precisa.
Por fortuna, no será su faceta de novelista y narrador la que nos ocupe
con más de 17 títulos, ni su pendiente teatral con más de 20 piezas entre obras
de teatro breve y volúmenes de su teatro completo, ni tampoco el terreno
ensayístico con casi 30 libros
publicados, ni tampoco su vertiente periodística y de crítica literaria que no
sabría contabilizar. Nos centraremos en sus 16 poemarios , recorriendo desde
aquel libro inicial VEINTE POEMAS
ANDALUCES de 1981 hasta
llegar al poemario PUERTA DEL MUNDO de 2013. Aunque aviso ya. No me
sorprendería que a lo largo de la lectura anuncie un nuevo libro.
Por tanto, la primera consideración al acercarnos al conjunto de la obra poética de Morales
Lomas es entender que no sólo es un testimonio literario indiscutible, lo avala
fundamentalmente su obra sino que es un referente intelectual refrendado por su
actitud, sus inquietudes, sus gestiones, en definitiva, su modo de implicarse
literariamente y vitalmente. Aquí no hay afán protocolario sino el
reconocimiento objetivo de los hechos que a todos nos ubica con justa precisión
en el lugar que merecemos.
En
principio es manifiesto que la producción poética de Morales Lomas constituye
dentro del actual panorama de tendencias poéticas en activo, una voz singular y
reconocida. Con toda certeza porque la concepción de la escritura es
universalizadora y con voluntad global. Morales Lomas es un hombre de letras en
el más amplio sentido del término como hemos visto y ello, le permite
consagrarse con igual destreza a la poesía, la narrativa, la dramaturgia, la
crítica, el artículo periodístico, el ensayo, la investigación, la docencia.
F. MORALE LOMAS EN LAS BODEGAS EL PIMPI (MÁLAGA, 23 DE JULIO 2015)
Para
nuestras palabras hemos tomado como referente la obra TRÁNSITO, precisamente por ser una antología, diría más,
una antología requerida y como tal constituyente de un mapa de introspección y
expectativas, una reordenación con afán definitivo que tras pasar examen nos ofrece un sólido
libro de poemas que se caracteriza por su actitud, es decir, el considerar la
poesía como una fuente de conocimiento, repleta de pasiones, como un hacer
indisgregable del binomio ético-estético. Expresa en cada verso la
reformulación lúcida de sus inquietudes como lector y como escritor y, a mi
modo de ver, encarna perfectamente la consideración de entender la poesía como un lenguaje meditado,
atendiendo a la humanidad y por consiguiente siendo eje esencial de lo que se
conoce como el humanismo solidario.
El poema,
aquí es un trasunto de vida, un acto que combina por igual la inteligencia y la
emoción. Creo que la participación efectiva de la esperanza es primordial tanto
que es el eje constructivo o al menos el hilo conductor de la antología. La
esperanza es una plaza que ha sabido fraguar una escritura poética que atiende
en las mismas dosis los procesos de lectura y los de creación, que configura
una arquitectura donde el concepto es vital, estamos ante un verso sustantivo
pero para dar paso a un paradigma meditativo donde se dibuja una memoria sobre
el paso del tiempo, donde se establece una nueva óptica con la presencia de la
muerte, donde, desde los actos de la maternidad se busca ese lenguaje que se
ocupe del entorno amoroso, que renueve los tejados de la poesía experiencial.
Por otro
lado, nuestro mirada se detiene en esta relevante selección y por tanto nos
permite esbozar unas líneas maestras,
marcar ese viaje hacia la intimidad. Siempre el paisaje ha
desempeñado un papel relevante no sólo
en la producción poética sino también narrativa de nuestro autor. De hecho, no
son pocos los títulos que parten directamente de la puesta en escena de un
viaje. Sin embargo, a partir del libro Eternidad
sin nombre de 2005, parece que se produce un diluir contextual, una mayor
abstracción que apela a la sutileza, al impresionismo, a la melancolía, a la
puesta en marcha en definitiva, de un ensayo de otras vías poéticas que se
producen al finalizar ese aludido tránsito.
Si tuviera
que acuñar alguna terminología crítica o buscar un titular que asumiera con
cierta exactitud el conjunto de rasgos específicos de la poesía de Morales
Lomas, afirmaría que estamos ante un eclecticismo inteligente, base primordial
del humanismo solidario. De hecho, en
alguna poética suya, ( dónde o en cuál, pues vaya a saber) he leído que su
escritura obedece a una necesidad de búsqueda permanente fundamentada en el
conocimiento de la realidad y en el modo de interpretarla o transformarla,
explicitando que se da sobre la disposición de un humanismo solidario.
F. MORALES LOMAS, JOSÉ INFANTE Y ALBERT TORÉS EN EL PIMPI
Francisco Morales Lomas sabe muy bien que el poeta debe escribir a partir
de un modelo (educación literaria) pero un modelo reflexionado (educación
literaria e ideología). De hecho, el propio autor en sus esquemas básicos no
está sino reclamando el derecho a la diversidad, a lo otro, a la divergencia. A
la vez, hay un mensaje que se cifra en la nobleza de unas lecturas sin cuyo
sedimento, por mucha imaginación que se tuviera, se podría esbozar una sola
línea. Es un hecho que constituye el foco de intencionalidad productiva,
insertando una mirada nítida, profunda, disconforme y serena, con la
reivindicación del sólido equilibrio entre contemplación y producción, meditación y acción.
El verso de Morales Lomas va asociado al discurso
de la razón, al genuino límite donde se plasma la legitimidad del pensamiento,
donde la conjugación de muestras y pasiones literarias por un lado y el caudal
de experiencia personal por otro, nos
llevan a una conocida fórmula de poesía
como fondo crítico de la vida, como si escribiera desde la vida. A la
esperanza que percibimos de manera continuada, le sumamos la conciencia
absoluta de moverse en el espacio de la libertad por excelencia, pero como
humanista solidario, no renuncia a ninguna aportación, conciliando y
yuxtaponiendo elementos diversos que van de las grandes epopeyas griegas al
mundo de revés de Valle Inclán, de las vanguardias europeas al imaginario
andaluz, del universo de la poesía social a las particularidades
románticas, pero en definitiva que van
rastreando las huellas de la historia, que apuntalan la conciencia histórica
del poeta. Morales Lomas no acepta concesiones porque en el campo de batalla o
en el escenario del mundo se trata de conquistas. Sin duda es un romántico
cívico que ejerce de humanista solidario, libertario y a ciencia cierta, el
lector interesado ha de agradecerlo.
Unos versos magistrales lo ejemplifican con más nitidez y
belleza:
Mis padres sólo me enseñaron a trabajar
Y besar el pan cuando cae al suelo.
La vocación de pisar en la tierra
Y buscar la fuerza de su raíz.
Si tenemos
a docentes en la sala, la poesía de Morales Lomas es un claro ejemplo para la
educación en valores. Si tenemos amantes
y aficionados a la literatura, la poesía de Morales Lomas es un modelo a emular, a estudiar. Si tenemos
políticos en la sala, la poesía de Morales Lomas es una muestra de conflictos
resueltos. Si tenemos a cristianos,
musulmanes, budistas o laicos, la poesía de Morales Lomas es un referente a
seguir porque plantea la tolerancia y la necesidad de la alteridad. Si tenemos
a incrédulos, Morales Lomas nos da una lección para disentir, para alcanzar un
juicio crítico es preciso saber analizar en primera instancia.
Si estamos aquí,
seamos lo que seamos, es porque entendemos que el amor es el motor de la
humanidad, que la esperanza no tiene fronteras y que las grandes inquietudes de
los hombres siguen generando contradicciones. Todo ello nos recuerda que la literatura es el antídoto
de la sin razón y que tiene edad milenaria, y, en esta necesidad de plantear
vida y literatura como fuente de conocimiento, nos encontramos con la obra de
Francisco Morales Lomas.
ALGUNOS LIBROS DE POESÍA DE F. MORALES LOMAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario