viernes, 30 de noviembre de 2012

DÍA DE LAS LIBRERÍAS POR F. MORALES LOMAS





         En primer lugar congratularnos el día de hoy de que el Premio Cervantes 2012 haya sido concedido a J. M. Caballero Bonald, un andaluz de pro y el premio nacional de poesía a Antonio Carvajal, al que recientemente le entregamos el Premio Andalucía de la Crítica en Córdoba.

Hoy conmemoramos en día de las librerías y nos alegramos de que así sea porque cualquier fecha que pueda posibilitar la publicidad en torno al libro permite pensar que es buena para aumentar sus expectativas y su adquisición.

           Se sabe que hay más de un 40% de personas que no han leído nunca un libro.  Según los datos publicados de 2011 ha habido un 5.3% de menor número de ejemplares publicados y en los últimos cinco años la cifra total de facturación ha descendido un 11,2% y el número de ejemplares vendidos un 20,3%, llegando a cifras cercanas a las de 2003. Y, aunque en el último año aumentaron en un 3.5% los títulos en castellano descendieron en catalán y gallego. El precio medio de los libros  ha aumentado (es verdad que poco 1,21 de media) sin embargo los recortes en las familias han sido tremendos en los últimos años. Algo que habría que tenerlo en especial consideración.

       A la tremenda crisis existente desde 2008 se une, como es vox populi y se denuncia constantemente en los medios la desregularización de lo digital (y la correspondiente piratería), la inexistencia de un marco estable y de fácil acceso a la oferta electrónica,  la incertidumbre que provoca el aterrizaje de gigantescos hipermercados globalizados en los que el libro es solo un producto más y que podrían presionar para modificar el statu quo jurídico que regula su venta, han venido a sumarse a problemas que se arrastran de más lejos y que la persistente crisis iniciada en 2008 no ha hecho más que agravar.

           Las librerías españolas tienen que vérselas con una monstruosa e inabarcable oferta (80.000 libros en 2010), la gestión y devolución de los invendidos (¡en torno al 34 %!), el espectacular descenso de las ventas institucionales y de los libros de texto, la concentración de las ventas en pocos títulos, y una disminución del consumo como venimos diciendo: las ventas de los últimos meses no han sido precisamente para echar las campanas al vuelo, a pesar de la publicación de algunos best sellers .

Pero hay algo con lo que luchan los libreros de continuo:
a) el delirante mercado del libro que impone novedades cada semana y les impide a los libreros tener libros de fondo,
b) la competencia de las grandes superficies y el incipiente auge de la venta por internet y de las editoriales digitales
c) La ausencia de un 41% de individuos que nunca leen nada.

Y en el ámbito andaluz este sector atraviesa unos de los momentos más difíciles.

Son datos fríos que nos deben ayudar a la reflexión y, aunque es cierto que han aumentado considerablemente los datos de los préstamos bibliotecarios en un tanto por ciento elevado.     

Pero si vender libros en España hoy día es llorar, no menos cierto, desde la perspectiva de mi asociación habría que decir con Larra que Escribir en España  o en Andalucía es llorar. Llorar como síntoma de impotencia, como presagio de rabia contenida ante la imposibilidad de que la maltrecha situación cambie.


        Los escritores de provincias, sean de Huelva o de Almería, saben que la extensión de su obra, las ediciones mayoritarias de sus libros y la amplitud de miras de la misma pasa por Madrid o por Barcelona. Existen grandes escritores en Andalucía. No vamos a descubrir ahora nada nuevo. Pero, ¿se puede decir lo mismo de las grandes editoriales que apuesten por ellos? ¿Se puede decir lo mismo de que las librerías andaluzas acogen los libros de los autores andaluces?

Ni el tejido editorial andaluz está en condiciones de competir con editoriales de Barcelona o Madrid, ni los reinos de taifas existentes, que luchan entre sí por obtener una porción de las ayudas a la edición (y poder sobrevivir), pueden dar respuesta a esa necesaria promoción del libro andaluz (cuando esas ayudas existían).

La lógica en las grandes editoriales mundiales es reducir el número de nuevos títulos, y  cuando una editorial reduce el número anual de nuevos títulos, la lógica de la rentabilidad lleva de manera automática a optar por aquellos más seguros, de éxito más probable y de menor riesgo comercial. Vemos entonces como, en las grandes empresas editoras, las decisiones de contratación han pasado del área editorial al departamento comercial, algo que sucede en todos los países”[1].

Sin ninguna duda, estamos asistiendo a un proceso de globalización también en el ámbito del libro y la edición, y a la consiguiente concentración de grandes grupos editoriales que tienen como objetivo contratar los best sellers internacionales que tienden a tener los derechos universales del autor y a su macro-producción urbi et orbe.

      La literatura, como objeto de consumo que es, depende, por consiguiente, de ese mercado, “se habla demasiado de literatura: y tal vez nunca la literatura haya interesado menos que en nuestros días. Se habla de literatura, fundamentalmente, desde los intereses del mercado (...) ¿Es hoy el autor una víctima más del mercado a través de sus intermediarios, agentes literarios, distribuidores, vendedores de libros? (...) Las grandes superficies acaparan la mayor parte de la venta de libros. El libro, para ellas, es solamente un objeto de consumo más, como un detergente. Si resulta rentable, ocupa un determinado espacio. Si no, se le guillotina”[2].(Palabras de Andrés Sorel)

Su producción quedará condicionada a satisfacerlo: “El mercado señala, el mercado pauta, el mercado impone. Ya casi no existen esos editores que, hasta hace diez o veinte años, editaban para señalar tendencias, enriquecer y aportar. ¿Para qué correr  riesgos con libros de éxito dudoso, si se puede editar libros de éxito garantizado? Esta verdad, indiscutible desde la lógica del inversor, resulta aberrante desde la lógica cultural (...) Siguiendo el mismo razonamiento, ¿Quién publicaría, hoy en día, a un jovencito colombiano que inventara historias medio mágicas y hablara de cien años de soledad? Nadie. Hoy no podría surgir García Márquez, ni muchos otros escritores innovadores y exitosos.”[3].


      Mientras tanto, ¿qué hace el escritor con una obra recién creada? : “Para el joven poeta Julio Santiago, que se autofinanció la edición de sus primeros poemarios –y que ha publicado con Vitruvio sus últimas cinco obras–, las posibilidades de publicación en este país se reducen a tres: 'O ganas un premio que conlleve la edición del texto ganador, o envías decenas de borradores que nadie leerá a decenas de editoriales que ni te contestarán, o te autofinancias la edición de tu propia obra' ”[4].


Pocas son las vías que tiene el escritor para tratar de llevar su obra al público y, sin ser tan extremos como el poeta citado aunque muy cercanos a él, señalaríamos las siguientes:
La autoedición: es habitual en el ámbito de la poesía. Gran parte de los poetas han comenzado a publicar su primera obra de este modo. Si, por ejemplo, nos remitimos a la historia de la literatura de muchos miembros de la Generación del 27 así comenzaron, y lo hicieron, por ejemplo, en la prestigiosa colección que inauguró Manuel Altolaguirre.
Presentarse a un concurso literario: este controvertido asunto de los premios literarios  que tienen dotación económica quizá tenga mucho sentido para aquellos jóvenes cargados de quimeras e idiocias. ¿Acaso no hubo un escritor que tituló una obra Los Premios Literarios, ¿cosa nostra?[5]?   El escritor estadounidense Paul Auster[6] discriminaba entre los premios para descubrir a jóvenes talentos y los dados a escritores afianzados, y afirmó en su momento, en la ciudad mexicana de Oaxaca, que los premios concedidos a los escritores consolidados "no significan nada" porque son "un juego irrelevante".
Acudir a una agente literaria[7]: la existencia de los agentes literarios en el marco de la sociedad mercantilista y capitalista en la que nos movemos son una pieza esencial. Cada vez se exige una mayor especialización, un mayor conocimiento del mundo editorial... y las personas que pueden estar al tanto de este conocimiento y de ser intermediarios entre el escritor y el editor son los agentes literarios. Desgraciadamente de nuevo tenemos que irnos a las agentes literarias de Barcelona o Madrid (donde se concentran la mayoría). Es necesario, por tanto, emigrar también en esa dirección para obtener un resultado esperanzador. La agente literaria es la encargada de conseguir la mejor editorial para el autor y su obra y de mediar entre el código de funcionamiento del escritor y el del editor-empresario. Por mejor editorial debe ser entendido un amplio espectro de cuestiones no ajenas a la edición ni baladíes, como son, en consecuencia, la distribución y comercialización del libro, la inversión que se realizará en el lanzamiento, el control de los derechos subsidiarios (ediciones electrónicas, adaptaciones...), la duración del contrato y los compromisos contraídos. Pero también debe estar al tanto de la información de ventas y la liquidación de derechos.     Como dice el agente literario  Guillermo Schavelzon,[8] “tan importante se vuelve la función del agente literario en el contexto actual, que en los grandes mercados no hay escritores que no tengan agente.
Convertirse en francotirador y buscador de causas perdidas: hay escritores que tienen necesidad ellos mismos de enviar sus manuscritos a las editoriales y esperar su respuesta. Son escritores tenaces que, en el mayor de los casos, han de esperar meses enteros, quizá un año, antes de recibir una respuesta que, en la mayoría es negativo, y siguiendo la consideración siguiente “Lo sentimos mucho pero su obra no está en la línea de nuestra editorial”. Para estos escritores se produce un proceso de naufragio y tarde se dan cuenta de que el proceso de creación de un libro no pasa exclusivamente por su elaboración escrita sino que hay otros muchos factores más poderosos desde el momento en que se escribe el punto final de una obra.

  1. Un revulsivo sería desde nuestro punto de vista el poner en funcionamiento el proyecto L.E.A. (La lectura de Escritores Andaluces en Enseñanza Primaria, Secundaria y Universidad). Se debería firmar un gran acuerdo entre Consejería de Cultura, Educación e Economía, Innovación, Ciencia y Empleo que permitiera esta promoción del libro andaluz. No se conocen los escritores andaluces.
  2. Crear una programación en la televisión andaluza que promocione el libro de autores andaluces a través de concursos de centros escolares y otras posibilidades didácticas.
  3. Sin embargo, es un momento para dejar patente la actitud humanista solidaria, y fomentar políticas de apoyo a escritores de la tierra, aprovechando que muchos de sus docentes son profesores, no estaría mal pensar en un acuerdo que permita ejecutar proyectos con la distribución asegurada de 5000 centros, por ejemplo, nuestra idea posterior al manifiesto y al corpus teórico, el elaborar un libro con esa perspectiva de materisles curriculares que hagan ver la necesidad de cambiar algo de las programaciones de lengua y literatura.
    Trabajar también en dirección tecnológica, los ebooks y aplicaciones de androide.
  4. Crear un foro permanente de análisis de las posibilidades de promoción del libro de autores andaluces.
  5. Continuar las ayudas a la edición de las editoriales andaluzas.
  6. Aumento de tiradas a precios más asequibles a los lectores.





[1] Schavelzon, G. (1999) La función del agente literario. Ponencia presentada al Encuentro Iberoamericano de Mujeres Narradoras, Lima, agosto 1999. También se puede encontrar [en línea]
  [Consultado: 1/05/2009].
[2] Sorel, A. (2009) ¿Agoniza la literatura? República de las Letras, 5, febrero 2009, p. 5.
[3] Schavelzon, op. cit.
[4] Azancot, N.; Francisco, N. de (2006) La historia oculta de la autoedición encubierta y la edición subvencionada. El Cultural-Letras, 10 de febrero 2006: “Más clarificador es el caso de Francisco Romero, último ganador del premio Río Manzanares de Novela con Papel carbón (Calambur). Finalista de varios premios, se cansó de mandar sus novelas a editoriales prestigiosas que no le contestaban, y creó su propia editorial, Baobab. Con la ayuda de un amigo diseñador, una imprenta, su tienda y su experiencia como fotógrafo, se autoeditó sus tres primeras novelas. 'Me edito los libros y los vendo en mi tienda. Y como realmente funciona el boca a boca, algunos autores desconocidos me han pedido que les edite yo, algo que no entra en mis planes. Lo peor es que engañan a muchos autores dispuestos a pagar lo que sea por ver su libro impreso –insiste Romero–. Les dicen que se van a ver en librerías, y no mencionan que si eso ocurre, y no es lo normal, estará en una repisa escondida' ”.
[5] Hernández, A. (1976)  Los Premios Literarios, ¿cosa nostra? Madrid: Akal, 1976.
[6] En la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (México) el día 6 de noviembre de 2008, [en línea]
[Consultado: 17/04/2009]. Y añadió: "No te mides con los premios, ya que la literatura es una batalla y una lucha continua", Además, sostuvo que los galardones no benefician a los escritores consolidados, porque "ya son escritores (...) De lo que se trata es de impulsar a los escritores jóvenes, a los que no tienen ni para comer". A juicio del novelista estadounidense, un escritor realmente no necesita de las etiquetas que le confieren los galardones, sino alentar su futuro narrativo y que sus obras sean publicadas. El ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006 señaló que el primer problema al que se enfrentan los escritores neófitos son los editores, "al no querer publicar tu obra". Esa es una de las razones por las que Auster, autor de libros como Leviatán procura ayudar a los escritores jóvenes a conseguir editoriales pequeñas.
[7] Y lo digo en femenino porque la realidad se impone y son las mujeres en su mayoría las que con criterio están llevando a cabo esta función social que puede llevar al escritor a un conocimiento más profundo del mundo editorial y su publicidad.
[8] Schavelzon, G. (1999) La función del agente literario. Ponencia presentada al Encuentro Iberoamericano de Mujeres Narradoras, Lima, agosto 1999. También se puede encontrar [en línea]
  [Consultado: 1/05/2009]






NOTICIA DEL DIARIO SUR DE MÁLAGA


LETRAS

Málaga se suma al Día de las Librerías

Ofrecen descuentos y actividades especiales hasta las 22.00 horas

30.11.12 - 14:36 -




Los libreros están hoy de fiesta. En todo el país se celebra el Día de las Librerías, con descuentos del 5% y ampliación de horario hasta las 22.00 horas. También en Málaga, donde diversos establecimientos ofrecerán a lo largo del día actividades especiales. En Teseo (Fuengirola), durante toda la jornada se realizarán talleres para hacer minilibros y un decatlón de preguntas literarias. Esta tarde, en Rayuela, de 18.00 a 22.00 horas, Antonio Soler, Pablo Aranda, Miguel Ángel Oeste, Jacqueline de Barros y Alejandro Villén mantendrán un encuentro con los lectores. En la misma librería, de 20.00 a 22.00 horas, Mercedes Delclós presenta el poemario 'Mar de Cantos'.
En Proteo, Oeste firmará ejemplares de su novela 'Bobby Logan' a partir de las 18.00 horas. Y, en QproQuo, de 20.00 a 21.00 horas, la Lecto-Criatura de Arantxa Sonsu propone la lectura dramatizada de 'Historia de Cronopios y de Famas', de Julio Cortázar. Toda la programación se puede consultar en la web www.diadelaslibrerias.es.
El objetivo es acercar el sector a los ciudadanos. "Reivindicar nuestra profesión, que no es un trabajo cualquiera", aseguraba esta mañana el presidente de la Federación Andaluza de Libreros, Juan Manuel Cruz, en la presentación de esta iniciativa que se celebra anualmente en todo el país el último viernes de noviembre. Junto a él, han asistido al acto, celebrado en el Centro Andaluz de las Letras (CAL), el director general de Industrias Creativas y del Libro de la Junta de Andalucía, David Luque; el presidente de la Asociación de Editores de Andalucía, Álvaro Luengo; el presidente de la Asociación de Escritores y Críticos Literarios, Francisco Morales Lomas; y el presidente de la Asociación Colegial de Escritores de España en Andalucía, José García Pérez.
Convencido de que "hay que seguir mirando al futuro", Juan Manuel Cruz recordó que el sector del libro fue uno de los primeros en "hacer uso de la tecnología para ponerla al servicio del cliente". Y quiso hacer hincapié en el proyecto www.todostuslibros.com, una web que permite consultar títulos en más de cuatrocientas librerías y que en su primer año de funcionamiento recibe más de 600.000 visitas mensuales. Un dato positivo teniendo en cuenta que, como advertía Morales Lomas, el efecto de la crisis en el sector editorial "se ha notado muchísimo". No obstante, el también escritor destacó el aumento de las ventas digitales y los préstamos bibliotecarios. Por eso, Morales Lomas reclamó la necesidad de un marco estable de regularización y apostar por los autores andaluces frente a los grandes grupos editoriales. Y es que, como ha avisado David Luque, "las librerías nunca pueden desaparecer". A su juicio, "una sociedad que no lee es una sociedad condenada al borreguismo".

sábado, 24 de noviembre de 2012

ANTONIO CARVAJAL PREMIO NACIONAL DE POESÍA 2012



ANTONIO CARVAJAL ENTRE LA POESÍA PURA

 Y EL COMPROMISO ESTÉTICO Y ÉTICO (I) 
                                         
     F. MORALES LOMAS 




 (Esta es la primera de una serie de entregas sobre la poesía de Antonio Carvajal, Premio Nacional de Poesía en 2012 por Un girasol flotante. Unos meses antes, en junio,  le hicimos entrega en Córdoba del Premio Andalucía de la Crítica 2012 por esta misma obra. Desde aquí damos  al jurado del Premio Nacional nuestra enhorabuena por este acierto que justifica una vez más el buen criterio del jurado del Premio Andalucía de la Crítica que presidimos).



         La lírica del granadino Antonio Carvajal ha sido adscrita de un modo tópico a la corriente barroca que en el siglo XX enlazaría básicamente con miembros del 27, la primera época de Miguel Hernández y el Grupo Cántico de Córdoba. Sin embargo, este emballenado formal tan ordenancista y trivialmente didáctico impide ampliar el campo de visión de su lírica. Sanz Villanueva, por ejemplo, lo ha definido en este sentido como poeta culturalista, de tendencia barroquizante, de fuerte sabor arcaico y dotado de una enorme facilidad para la versificación. García Martín, por su parte, afirmaba que Carvajal es un representante de la exhibición en lo artificioso de una obra literaria. Pedro J. de la Peña lo situaba en la onda de Cántico. Incluso, ha habido algunos, que rizando el rizo, como Fernando Ortiz, ha creado la «pecadora» idea de que su lírica desde el barroco y precisión singular, desde la vitalidad y la alegría, expresa “el hombre nuevo” del marxismo.  Recientemente decía José Manuel Ruiz Martínez  que en su obra existe un proceso fructífero de diálogo con la tradición clásica en la asimilación y transformación de modelos pero a la vez una continua reflexión sobre la creación artística. Y Antonio Chicharro que se trata de una poesía en la que se canta la elemental alegría de estar vivo y se proyecta la cegadora luz de su acción a la vida toda, lo que hace de la misma no sólo una poesía de la vida y para la vida, sino que el arte de vivir es objeto de tratamiento e indagación poéticos. 

ANTONIO CARVAJAL 
          Yo diría que Antonio Carvajal es un escritor que hunde sus raíces, antes que en el barroco, en el renacimiento y continúa en línea directa con el panteísmo vitalista de Juan Ramón Jiménez, y el comprometido de Antonio Machado y Miguel de Unamuno. De estos últimos fundamentalmente toma el compromiso ético. Como han visto bien algunos críticos, Carvajal se aparta en muchos aspectos de los novísimos a los que algunos ensayistas lo han adscrito erróneamente, y aborda en su poesía, desde las constantes renacimiento-barroco, una profundización en el compromiso individual, humano y solidario, y como ejemplo manifiesto podríamos señalar entre otros: Sextina dedicado a Blas de Otero o los heptasílabos blancos de Del lado de la vida (ambos pertenecientes a su libro Sol que se alude, 1983). Pero es que además, Carvajal, ha sido siempre un pensador de izquierdas –amigo y discípulo de Carlos Villarreal- aunque haya huido en su poesía de hacer un ejercicio de realismo socialista, neorrealismo o lírica figurativa, más atento hacia la amplitud de la que debe gozar el arte, más atento a Adorno que a Althusser, más atento a una poesía globalizadora que encerrada en sus propios límites discursivos. A mi entender, digamos que se produce una síntesis entre esa poesía impura que postulaba Neruda y la poesía pura predicada por Juan Ramón Jiménez, enemigo declarado del chileno. Ser un escritor de síntesis, ecléctico, creo que ha sido uno de los grandes aciertos de Carvajal y ese eclecticismo ha sido conducido por el debate de las formas métricas y, por el no menos subliminal del discurso manifiestamente humano.


        Carvajal se ha definido en un soneto de Miradas sobre el agua (1993) como un obrero del verso -que tanto nos recuerda a Gabriel Celaya-, un obrero esperanzado quizá por esa formación católica asimilada en su niñez y adolescencia como decía Carlos Villarreal, que un día fuera herido en su alma por el rayo de la poesía –en una expresión muy querida para Miguel Hernández-, que vagó como un peregrino por la vida y la literatura –como también hizo Valle-Inclán- y dejó un bouquet de flores, aunque encerradas en una fosa, que es la poesía. Encerradas en una fosa porque como decía Chicharro, “la vida está encerrada y enterrada en sus poemas”.
       Desde ese presupuesto inicial de obrero del verso, la lírica de Carvajal posee una profunda formación anterior al hecho de la creación. Quiero decir que su virtuosismo literario ensalzado, por ejemplo, por García de la Concha, nace de una formación previa, de un ejercicio versificador desde los dieciocho años en que comenzó a escribir. Operando por emulatio antes que por imitatio, realmente la lírica de Antonio Carvajal es de una inusitada perfección formal, pero yo añadiría, es de una inusitada perfección musical. ¿De qué servirían las metáforas, los símiles y los símbolos, sin los encabalgamientos, la acentuación o la rima? Se le ha atacado por el hecho de que en una época de versos blancos Carvajal acudiera al verso medido y rimado, cuando en el siglo XX han coincidido ambas estructuras musicales sin complicarse la existencia. Sin embargo, algunos, como Manuel Urbano, también han hablado de que en la obra de Antonio Carvajal, contrariamente a como se le suele catalogar, predomina el verso blanco.
          A veces sucede en la literatura española que por ese afán formal de construir una música endiabladamente perfecta, la obra deviene un puro juego de artificio sin la menor emotividad (A lo caña silbada de artificio/ rastro si no evasión de su suceso, que dijo Miguel Hernández). Lejos de este presupuesto, la lírica de Carvajal, como por ejemplo sucede en Serenata y navaja, sitúa el epicentro en el corazón, pero también en la razón desde la cima de los sentidos y Umbral en su momento habló del hastío, el escepticismo y la ironía de Carvajal. Quiero decir que esta lírica perfectamente construida tiene el calor de la fragua y la alegría de la fuente. En muchos de sus poemas, observo lo que llamaría una oda a la elementalidad, una exaltación de lo humilde y lo sencillo que existe en la naturaleza y que conecta directamente con esa visión panteísta que le dio San Francisco de Asís a la observación del mundo. Un membrillo, un río, un paisaje otoñal o primaveral le pueden servir a Antonio Carvajal para construir un discurso bello estéticamente, rítmico, musicalmente, pero sobre todo humano. Esa visión de la naturaleza en Carvajal procede directamente del renacimiento y yo diría que más de las Églogas de Garcilaso. Existe un animismo simbolista dotado de gran sensualidad, con tendencia clasicista en su lenguaje y una vital reflexión metafísica que lo conecta con Jorge Manrique.
José García Pérez, Antonio Carvajal y F. Morales Lomas
(De poesía con Unicaja: Morales Lomas habla de la poesía de Carvajal en Córdoba, junio de 2012)
          A caballo entre el renacimiento y el simbolismo modernista, lejano no obstante, de cisnes, ínfulas y folklores extraños, la lírica de Carvajal igual se adentra por el discurso del amor, y construye entonces unos sonetos en alejandrinos en los que sobresale la sintaxis de la carne y los mitos arcangélicos, o en un barroquismo álgido de besos, metáforas, pulsiones y metonimias, que genera esa alegría de fragua a la que aludíamos, o bien celebra el gozo de la existencia, el gozo de estar asido a su tierra granadina que es el verdadero germen de toda su poesía. 
         Podrá haber en su lírica una muerte asociada al paso del tiempo, a quien Valle-Inclán consideraba diablo, o a la soledad (siempre de pequeño vivió Carvajal la soledad) de la que llegó a decir en un verso emblemático: “Peor la soledad que la muerte”. Quizá por esta razón escribe Antonio Carvajal: para sentirse querido. En estos temas creo entonces que es profundamente machadiano (de don Antonio), profundamente Fray Luis de León, profundamente Manrique, más que Quevedo. Quiero decir que existe una mayor contención en la expresión, mayor clasicismo, menor atención al decurso de los recursos expresivos, una mayor claridad expositiva. Tampoco diría que su discurso en este sentido es expansionista o dilatado sino de una contención nihilista de formación religiosa y comprensible.
       Muchas veces la mirada de Carvajal, a pesar de sus registros cultos, produce la sensación de que es nueva, de que detrás de las palabras existe una mirada tierna y original que observa el discurso de la vida como si se produjera ex nihilo, y surgen los animales, el campo, la exaltación vital, la sensualidad, la amistad en lo que yo llamaría la “humanidad de lo perecedero” porque todo está visado con la firma del Gran Ignoto. Quizá por todo ello Carvajal haya dicho que lo único que nos deja de sí “es una manzana /que en vuestras bocas suene a fresco fruto”.     
        La concesión del XVIII Premio Andalucía de la Crítica 2012 a Un girasol flotante es una constatación, una vez más, de que estamos ante uno de los grandes poetas españoles contemporáneos en el que el arte lírico alcanza un exigente diálogo con la tradición literaria, imprescindible para saber de dónde venimos y, sobre todo, hacia dónde vamos, siendo este poemario una profunda reflexión dialéctica sobre la creación artística, materia que el poeta engarza con precisión de orfebre, pero también una  reflexión sobre la existencia compartida, la aspiración a la tradición poética y el intertexto y la relación de la poesía con otras artes, a través de los recursos a la intimidad y a un lenguaje sugerente en el que el ritmo surge con adherencias de reflexión y también (sobre todo en el último apartado) juanrramoniano y doliente. El símbolo del girasol flotante es aquel que “amarillea sus coronadas pipas, para que una a una cascadamente te las comas”. También hay reflexión crítica, vital como en el último apartado donde están a mi modo de ver los mejores poemas. Sobre todo Epidecio para Sócrates, El regreso o Treno para un desnudo; también y simbólico o clasicista como en Postal de Bremen o en los acrósticos de Solución del jazmín. Un libro completo, plagado de hallazgos y ajeno a modas.




    

EN GRANADA SE PRESENTA PUERTA DEL MUNDO DE F. MORALES LOMAS

EL PRÓXIMO MIÉRCOLES 28 DE NOVIEMBRE A LAS 20:00 H. EN CENTRO ARTÍSTICO DE ACERA DEL CASINO, GRANADA, F. MORALES PRESENTA PUERTA DEL MUNDO. LO ACOMPAÑA REMEDIOS SÁNCHEZ, PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA Y SECRETARIA DE ADICTA.

La obra ha sido editada en Sevilla, Ediciones en Huida. Con Puerta del mundo  Morales Lomas ha querido adentrarse en la problemática de la sociedad actual, en sus contrariedades más candentes, en la falta de perspectiva y en los procesos de configuración de un tiempo nuevo en relación con un pasado que había creado otras expectativas. Estamos ante el fin de una época y el comienzo de otra en la que el naufragio y las dudas se han instalado junto con el miedo al futuro.


F. Morales Lomas (Campillo de Arenas, Jaén), poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, columnista y crítico literario, ha publicado una cincuentena de títulos hasta el momento. Es presidente de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios que concede los Premios Andalucía de la Crítica y vicepresidente de la Asociación de Dramaturgos y Críticos Teatrales de Andalucía. Profesor de la Universidad de Málaga. Doctor en Filología Hispánica, licenciado en Derecho y licenciado en Filosofía y Letras. Catedrático de Lengua Castellana y Literatura, vocal de Literatura del Ateneo de Málaga, miembro del grupo de investigación 159 HUM de la Junta de Andalucía y de la Universidad de Málaga, “Recuperación del Patrimonio Literario Andaluz”. Ha sido finalista del Premio Nacional de Literatura (Ensayo) en 2006 con la obra Narrativa andaluza fin de siglo y en los años 1998, 1999 y 2002 finalista del Premio Nacional de la Crítica con Aniversario de la Palabra, Tentación del aire y Balada del Motlawa; finalista también en 1998 del Premio Andalucía de la Crítica. Premio Joaquín Guichot de la Consejería de Educación y Ciencia, Premio de Periodismo del Ministerio de Economía, Premio Doña Mencía de Salcedo de teatro y Accésit del Premio Internacional de teatro Moreno Arenas.

F. MORALES LOMAS, JOSÉ MARÍA GUADALUPE (VICEPRESIDENTE DIPUTACIÓN DE GRANADA) Y REMEDIOS SÁNCHEZ (En una foto de septiembre con motivo de la entrega del Premio de la Crítica de Teatro en Andalucía).

viernes, 23 de noviembre de 2012

Algunas imágenes de la presentación de Puerta del Mundo de F. Morales Lomas en Ateneo de Málaga

F. MORALES LOMAS Y ROSA ROMOJARO 
(Imagen aparecida en el diario La Opinión de Málaga)


ROSA ROMOJARO, F. MORALES LOMAS E INÉS Mª GUZMÁN

F. MORALES LOMAS

FIRMA DE EJEMPLAR A J. FELIPE FOJ CANDEL, presidente de la Asociación Amigos de la Barca de Jábegas

FIRMA DE EJEMPLAR A LUIS A. ESPEJO-SAAVEDRA SANTA EUGENIA

FIRMA DE EJEMPLAR A JULIO NEIRA
FIRMA DE EJEMPLAR A FERNANDA CASASUS

EL LIBRO SE PUEDE ADQUIRIR EN MÁLAGA EN LA LIBRERÍA
La Cochera:
C/ Madre de Dios, 20, 29015 Málaga  
T: 616 618 395   



Artículo de Marina Martínez sobre "Puerta del mundo" de F. Morales Lomas
Diario Sur de Málaga, 20 de noviembre de 2012

ARTÍCULO PUBLICADO POR MARINA MARTÍNEZ EN EL DIARIO SUR DE MÁLAGA

Morales Lomas abre una nueva 'Puerta

 al mundo' desde la poesía

El escritor y profesor de la UMA reflexiona sobre la sociedad actual en este poemario que presenta mañana en el Ateneo de Málaga


«La esperanza es el quicio de una puerta». «Tras las puertas de este ambicioso día hay sombras con enormes resentimientos». Estas frases de Ángel González y W. H. Auden, respectivamente, le sirve a Francisco Morales Lomas como cabecera de su nueva incursión en la poesía. Lo resumen a la perfección. Porque mucho tiene que ver con la esperanza y, al mismo tiempo, la desilusión esta 'Puerta al mundo' (Ediciones en Huida) que se presenta mañana en el Ateneo de Málaga. En ella, el escritor y profesor de la UMA se adentra en la sociedad actual, pero desde una perspectiva lírica.
«Era un cauce diferente que me permitía expresar el compromiso social de otra forma. Como hacía años que no había publicado nada en poesía, creía que era el momento oportuno», aclara el también ensayista, dramaturgo y presidente de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios convencido de que acaba una época y comienza otra. De ahí esa puerta que se abre. Sobre ello y sobre «los últimos tiempos» reflexiona el jiennense afincado en Málaga incidiendo en su línea de pensamiento que él mismo define como «humanismo solidario», una especie de poesía de «neorromanticismo cívico»
O lo que es lo mismo, la idea de humanidad «como centro del ser humano» y el concepto de solidaridad en una época en la que la crisis «está cambiando no solo una situación económica sino un conjunto de valores». Por eso, a su juicio, es necesario «construir una nueva educación de la subjetividad que permita superar esa crisis de pensamiento». Entiende Morales Lomas que la sociedad no solo se ha visto perjudicada económicamente, sino que también ha perdido libertad e identidad, «en una época de globalización y despersonalización y en la que ciertas dependencias han desembocado en una revolución de la forma de pensar».
Ética y estética
Frente a otros géneros como el ensayo, Morales Lomas lo que ha intentado recurriendo a la poesía es volver a conectar ética y estética. Y lo hace asomándose a esa puerta del mundo, de la sociedad de hoy, con sus aciertos y errores. «Si analizamos las manifestaciones de las últimas huelgas y las de hace treinta años, vemos que se pide lo mismo: unas mejores condiciones de vida, mejor sanidad... En este sentido, también hay una perspectiva de desilusión en el libro, como si todo aquello por lo que se había luchado en su momento está cayendo y hay que volver a luchar por ello», puntualiza el autor que también se fija en «aquellos que están en peores condiciones que nosotros y se ahogan en el mar».
«Hay una mezcla de ese mundo que va girando sobre sí mismo y del cual siempre nos quedamos asombrados. ¡Quién nos iba a decir a nosotros hace cinco años que esa situación se iba a producir!». Pues desde esa perspectiva de asombro negativo analiza la actualidad Morales Lomas. Aunque el escritor hace hincapié en que no todo es negatividad. «Yo soy optimista y eso también se refleja, dejando ver que hay una cierta confianza en que las cosas van a cambiar y que seguro que va a haber esperanza en el futuro». «No quiero que el libro sea una losa, sino que transmita la idea de que se pueden abrir ventanas y puertas», reconoce el escritor, que al fin y al cabo, lo único que pretende es «despertar una sacudida en el lector»..




ALGUNOS ENLACES QUE OFRECEN INFORMACIÓN SOBRE LA NOTICIA










domingo, 18 de noviembre de 2012

PRESENTACIÓN PUERTA DEL MUNDO DE F. MORALES LOMAS EN MÁLAGA



EL MARTES 20 DE NOVIEMBRE A LAS 20:00 H. ROSA ROMOJARO PRESENTARÁ EL LIBRO DE POESÍA PUERTA DEL MUNDO DE F. MORALES LOMAS EN EL SALÓN DE ACTOS DEL ATENEO DE MÁLAGA, C/ COMPAÑÍA 2.

EL LIBRO SE PUEDE ADQUIRIR EN MÁLAGA EN LA LIBRERÍA
La Cochera:
C/ Madre de Dios, 20, 29015 Málaga  
T: 616 618 395   
www.cincoechegaray.blogspot.com.es


La obra ha sido editada en Sevilla, Ediciones en Huida. Con Puerta del mundo  Morales Lomas ha querido adentrarse en la problemática de la sociedad actual, en sus contrariedades más candentes, en la falta de perspectiva y en los procesos de configuración de un tiempo nuevo en relación con un pasado que había creado otras expectativas. Estamos ante el fin de una época y el comienzo de otra en la que el naufragio y las dudas se han instalado junto con el miedo al futuro.

PUERTA DEL MUNDO DE F. MORALES LOMAS
EDICIONES EN HUIDA, SEVILLA, 2012


        El libro no es efectivamente la puerta que tenemos y desde la que observamos el mundo, sino la puerta que buscamos, la puerta que quisiéramos abrir, es decir, la poesía como permanente búsqueda del conocimiento de la realidad y su interpretación, lo que permitiría transformarla.  En sus poemas se evidencia la crisis en la que estamos, pero obviamente no es la crisis económica, sino algo más importante, la crisis espiritual, existencial de la época en que vivimos. No se olvide que Paco pertenece a esa misma generación de los que teníamos un frente común, un sistema contra el que luchar, pero tal vez habría que decir lo que el poema de Machado, “Una España joven”: Y es hoy aquel mañana de ayer… Y España toda,/ con sus sucios oropeles de Carnaval vestida/ aún la tenemos: pobre y escuálida y beoda;/ mas hoy de un vino malo: la sangre de su herida.
(RAFAEL DE CÓZAR EN LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO EN SEVILLA, 10 DE OCTUBRE 2012)



Podéis adquirir ejemplares de nuestras obras a través de
ventas@edicionesenhuida.es y/o teléfono 615 216 639


                





viernes, 16 de noviembre de 2012

LO SIENTO PERO NO EXISTE EL PARAÍSO DE RICARDO BELLVESER POR F. MORALES LOMAS






 EDITORIAL CASA DE CARTÓN, MADRID, 2012


     Lo siento, pero no existe el paraíso (Casa de Cartón, Madrid, 2012) es la tercera novela del escritor valenciano Ricardo Bellveser. Anteriormente había publicado El exilio secreto de Dionisio Llopis y Paradoja del éxito que fueron traducidas a varias lenguas.
       Como poeta y también como promotor de la cultura y la literatura ha obtenido importantes premios literarios como Gil de Biedma, Vicente Gaos, Castilla y León, Eduardo Dato, Federación Española de Municipios y Provincias, el Premio de la Crítica Literaria valenciana al conjunto de su obra… y el año pasado el Premio Nacional de Fomento de la Lectura concedido por la Federación de Gremios de Editores de España por su programa cultural y de libros en TV, Encontres. Como director de la Institució Alfons el Magnànim, Ricardo Bellveser es uno de los escritores españoles que mayor divulgación hace de la literatura en el ámbito nacional.
        Pero su faceta como narrador se abre de nuevo con esta obra de plena actualidad en cuyo título va impresa ya la incontestable opinión del narrador sobre el espacio en el que transitarán los personajes: no existe el paraíso.
        Si por algo quedará en los anales esta época que nos ha tocado vivir es por la presencia mortífera de la crisis económica que está consolidándose también como una crisis ética y moral en la que acaso el sálvese quien pueda ruge con una fuerza inusitada, como se desprende de la lectura de esta conmovedora y emotiva novela de Bellveser.
         Hay fundamentalmente tres personajes que sirven de emblema o contrapunto entre ellos para conformar la actitud de un tiempo y una época como la actual: el subsahariano Óscar Caler, el español Miguel Helbo y el rumano Petru Manescu. Desde lugares del mundo distintos (África, Europa Occidental y Europa Oriental), desde perspectivas culturales diferenciadas coinciden en ser las verdaderas víctimas o mártires de la crisis actual. En dos casos desligándose de su cultura y de su tierra, familia…; en el otro, desligándose de su familia y uniéndose también simbólicamente al inmigrante en su victimario final.
       La perspectiva narrativa que adopta Bellveser en primera persona y en tercera personas narrativas con constantes referencias a la información periodística que corrobora los hechos desarrollados tiene como objeto acercar al lector a una realidad conocida por los medios de comunicación y tratar de hacer que la novela progrese desde la rapidez narrativa y el estilo ágil que debe mucho al periodista Ricardo Bellveser.
         A través de unos capítulos breves el escritor valenciano aborda uno de los temas más trascendentes de la situación actual pero frente a otros libros sobre esta temática, Ricardo ha tenido el acierto de unir a inmigrantes y un nacional en un claro intento de mostrar que la crisis también afecta con un rigor similar a los que viven en España sin empleo, hasta el punto de que (se da la ironía) el desahuciado y desempleado español decide hacerse pasar por inmigrante porque cree que así sus derechos van a ser más protegidos: “Haré como Petru y te mandaré dinero todas las semanas, y cuando pueda te llamaré y te vendrás. No aguanto más. Adiós”. No deja de ser una parodia que revela, no ya el sarcasmo de las situaciones creadas que superan la realidad, sino la terrible crueldad de la crisis que destroza vidas ajenas y vidas más cercanas que se sostienen solo en la necesidad exclusiva por sobrevivir, en una línea similar que podían hacer nuestros compatriotas decimonónicos.
       Los personajes de esta narración intentan mostrar su aventura personal en busca de esa supervivencia. Así comienza la novela, cuando el inmigrante Óscar Caler (de 28 años) trata de llegar en un cayuco a las costas de Canarias: “Me impresionó que me contaran que en España y en Europa la vida era tan cómoda y ajena a los problemas, que había médicos para los animales y la gente llevaba a sus perros y tortugas a los hospitales de lujo, en los que habrían curado a mi madre en pocos días”. Esta idealización de España y Europa está en la mente del inmigrante que, poco a poco, se va dando cuenta de que la realidad no tiene nada que ver con la abstracción neorromántica.
         Este primer contacto novelístico le permite también a Bellveser establecer otra perspectiva: el trato al que son sometidos los que llegan. Existe una labor de documentación bien llevada que nos permite adentrarnos en esa realidad con total garantía. Y es un comienzo que probablemente el lector haya conocido a través de los muchos programas de televisión y crónicas periodísticas que nos han anunciado la arribada de estos jóvenes que buscan un “paraíso” en su vida, aunque en este brille con suciedad también la miseria, nunca tan relevante como en sus países de origen pues consideran que siempre “esto” será mejor que “aquello”.

F. MORALES LOMAS, RICARDO BELLVESER Y  GONZALO SANTONJA
(VALENCIA 2012)

        El contraste con Óscar Caler es Miguel Helbo, el fontanero autodidacta español que, tras múltiples oficios y sin trabajo, afirma críticamente que la inmigración ha provocado uno de los grandes males de las sociedades avanzadas como la española: el retroceso en las conquistas sociales: “Los inmigrantes nos hicieron retroceder cincuenta años, al menos eso creo yo desde la experiencia. Todo cuanto habíamos progresado los trabajadores, los derechos sociales y sindicales, desaparecieron. Vinieron a trabajar y no hicieron distingos a si era de día o de noche, a si se les pagaba bien o mal y contra eso no se podía competir”. Es la opinión de Miguel Helbo que, en cierto modo, puede ser el portavoz en la novela de un enfoque amplio que existe en la sociedad, muy crítica con el statu quo.
         A veces, puede resultar poco solidaria. Pero está claro que en épocas de zozobra y muerte por inanición, el hombre se convierte en un lobo para el hombre. Un proceso en el que se van a ver envueltos estos personajes en las últimas páginas del libro y que muestra de un modo muy cinematográfico Bellveser en los capítulos finales a través de ese cinéfilo canto a la epopeya y a la muerte como resuello finisecular.
        Petru Manescu es un rumano que ha llegado a España con intención de hacer algún dinero y traer más tarde a su familia. Pero su vida se complica con la llegada de su hermano Mitrita hasta el punto de que deviene en una enorme tragedia personal. A través de un determinado número de capítulos va desarrollándose esta historia que sería, en esta estructura imaginaria, un fragmento de la historia total que va integrándose con las otras historias deviniendo un mundo propio y diversas perspectivas que lo enriquecen. En determinados momentos, la obra puede resultar bastante kafkiana porque se parte del principio de que todo puede ir incluso peor de lo que ya está y los héroes novelescos acaban convirtiéndose así en héroes épicos y trágicos por la dureza a la que son sometidas sus situaciones vitales.
        A medida que avanza la narración, Ricardo Bellveser lleva a estos a un  terreno conocido, Valencia, que adquiere así un valor intrínseco como foco del que irradian situaciones y escenarios. En la ciudad del Turia coinciden Ócar Caler que, poco a poco, va cambiando su destino aciago por otro más placentero aunque no se pueda decir lo mismo de Miguel Helbo. El racismo de los skin se hace presente y las víctimas sociales, los inmigrantes, que acaban en consecuencia siendo convertidos por los medios en héroes frente a la intransigencia racista, que permite hacer una crítica social evidente en palabras de Óscar, convertido así en una especie de portavoz general: “A los inmigrantes nos pegan todos. Lo hace la policía en nuestros países, lo hacen las bandas que nos venden en los cayucos, lo hacen en los campamentos de acogida… No tenemos derechos ni existimos legalmente”.
     En esa coyuntura social aparecerán otros personajes como Ana, la periodista que entrevista y seduce a Óscar Caler, Guu, Elena… y la ayuda de los sindicatos que tratan de ayudarlos en sus necesidades.
       A medida que avanza la novela y toma vuelo, las vivencias de unos y otros van a ir conformando una realidad bestial y bastante kafkiana de la que es difícil salir como demuestra esa especie de ratonera en la que caen al final los personajes (los incendios como elementos cuasi catárticos), que se convierte como un paradigma de sus vidas, y sobre la que no pretendo desvelar detalles que impidan la lectura.
           Tragedia y afectos mezclados, sensaciones de huida y muerte, caos y desorden que muestran lo dotado que está el ser humano para el terror y para convertirse en circunstancias extremas en un héroe o en un canalla.
        En definitiva, una novela enternecedora, ágil, directa, clara… y donde el lector podrá reflexionar pero también inmiscuirse por unas horas (las que dure la lectura) en la aventura de vivir al filo de la navaja de la existencia, cuando todo puede ser tan terrible o tan liberador  como la muerte.



PARA QUÉ LA POESÍA DE JUAN COBOS WILKINS POR F. MORALES LOMAS




XVI PREMIO CIUDAD DE TORREVIEJA 2011
RANDOM HOUSE MONDADORI , BARCELONA, 2012

           Belleza, contención emotiva, lirismo desde situaciones que la memoria recobra, pequeños detalles que adquieren categoría de historia sentimental donde la oralidad y la construcción de las evocaciones y los espacios vitales adquieren una singularidad cotidiana que desagravia el paso del tiempo. Ahora que todo tiene una utilidad, Cobos Wilkins se pregunta Para qué la poesía (XVI Premio Ciudad de Torrevieja 2011, Random House Mondadori, 2012) en su último libro. Y es en el último poema, que sigue el monólogo interior de obras como Espacio de Juan Ramón Jiménez, donde advierte que tiene una utilidad para la vida y para fortalecerse.
          La reconstrucción de su mundo rutinario, de sus miedos, de su desazón… desde la memoria y también desde el presente rebela la pureza del descubrimiento. La poesía como armonía, como pasión, como desvelo que induce a seguir en la vida, a veces con el vértigo de la huida o el regreso; en ocasiones, como un equilibrio en la duda, el desorden en la turbación o la niebla que penetra en nuestros reinos a medio construir, siendo la indefensión y el abandono efectos de ese búsqueda de la belleza y el no querer andar perdido.
          Las grandes preguntas se dignifican en el poema entre la síntesis paradójica de lo cotidiano y la eternidad. Somos ese lento desvivir que conduce hacia los olores, las pequeñas presencias o ausencias, los breves y contumaces latidos del corazón, la singladura del ser en su constante caminar hacia delante o hacia atrás, para reconstruirse, para “serse”, para sentirse vivo. Por eso hay tantos poemas en el campo léxico del vivir, tanto mundo en relación con otros mundos. Un poeta en el fragor del combate de la memoria: en uno de los poemas más emotivos del libro que tiene a su madre como presente cierto sobre la que opera una especie de imagen cinematográfica que suena en el corazón.

JUAN COBOS WILKINS

        Pero lejos del sentimentalismo de otros, la lírica de Cobos Wilkins tiene la dignidad de la ola, que golpea una y otra vez en el pensamiento, en los espacios (la casa, “lluvioso laberinto”), en el concepto de tiempo (como respuesta a la existencia en un lenguaje metafórico: “Días o pestañas caídas,/ ciempiés/ despacio en tu solapa”), o el no querer ser fijado en una imagen de fotoshop. Hay mucho de recuperación sensual en torno a los olores, el tacto o la vista: “Olías a barquillo”. Pero siempre una necesidad constante de respondernos a la perennes preguntas: quiénes somos, quiénes fuimos y cómo crear o recrear las imágenes que han motivado nuestra existencia, que nos moldearon en la infancia y nos siguen cautivando en el presente como si fuera un inmigrante: “Voy/ por la casa/ buscando, pidiendo mis papeles/ igual que un inmigrante”. Y cuando los jardines modernistas se introducen en el poema, ya no operan la melancolía de antaño: son jardines renovados en los que la espina se agita y con dureza hunde su punzada, y las rosas sangran su picadura en ese joven ruiseñor que se desangra. La deconstrucción poética se adueña de esas sensaciones de antaño, las moldea, las conduce o las desboca en la huida, en la deserción (“Desertar/ y que borre un verso o petirrojo/ o húsar y disparo mis huellas en la nieve”) porque no todo es mensurable: “Y esta extraña forma saqueada,/ despojada,/ que tan celosamente cuelgo/ en la percha del insomnio,/ oscura, me reclama:/ fue/ mi cuerpo”.
           Esta dispersión de imágenes en esta poesía de los espacios, las sacudidas y los estremecimientos vitales también busca en ocasiones la experimentación, los reflejos de muchas imágenes de una época que sucedió al modernismo renovado con sus experimetalismos diversos: a veces surrealista, a veces, conceptual, directa en ocasiones, dura, conmovedora y siempre inquietante. La geografía del espíritu (en ocasiones burlón, en otras trágico) llega para intentar explicarse la tristeza, para aspirar a que el poema resuelva con palabras la encrucijada de la vida, las grandes avenidas de un sentimiento que durante años se ha ido cociendo con lluvias y mareas, con oleajes inciertos y cáusticos afectos.
         Como en Cernuda, tan presente, memoria y olvido resucitan para ser de nuevo los cauces de los sueños, la “infancia tendida”, las breves sensaciones de las castañas entre sus manos, o el baile del tocadiscos rojo o el beso “como blanco/ eclipse del invierno/ tendido con mi infancia”.  Las palabras de Cobos Wilkins tienen la magia de la desolación porque dan miedo y escupen a la vida con su nostalgia consciente. Y pueden convertirse en “flores carnívoras”, “peces-lobo” o “cuellos pelados de buiter”…
        Una historia sentimental de sí para un mundo reflexivo que ansía crear una imagen en huida, a medio construir… porque nunca tendremos las claves definitivas de este destino, eterno y fugaz a un tiempo, que escapa de nosotros, que nos envuelve, que se convierte en nuestra piel, en nuestro secreto más íntimo y mejor guardado. Hasta que, al final, en lugar de nosotros, aparecemos en la inconsciencia de los sueños y el lenguaje se deja llevar por sus asociaciones automáticas en medio de una solución que pervive en la duda.
       El libro nace desde la realidad, desde ese poema inicial e iniciático que tiene a la madre como centro. Y como un camino en construcción y deconstrucción llega desde el pasado real y emotivo para ir progresivamente siendo conducido hacia el sueño y la duda. A medida que ese misterio se apodera de sus palabras el estilo poético va cambiando desde la observación y la confidencia hasta las diversas asociaciones metafóricas y el lenguaje más instintivo.
      En definitiva, un buen libro de poemas muy merecedor de este premio.

Entrega del XVI Premio Andalucía de la Crítica 2010 (Jaén)
Juan Cobos Wilkins obtuvo el Premio de la Crítica en Andalucía por su libro de poesía Biografía impura

La creación literaria y el escritor

La creación literaria y el escritor
El creador de libros, pintura de José Boyano