No existen muchos profesores ni críticos que lleven a cabo en Andalucía un trabajo sistemático y serio de análisis literario y atención a los escritores andaluces a lo largo de los años. Los hay que de vez en cuando escriben alguna cosa. Sin embargo, cuando contamos con una persona así, como es el caso del cordobés A. Moreno Ayora, debemos constatarlo y realzarlo. Moreno Ayora es doctor en Filología Hispánica y Premio Extraordinario de Doctorado, Catedrático de Lengua Castellana y Literatura, Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba, de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes y Profesor de la Universidad de Córdoba.
Su última obra es “Historia literaria cordobesa (Lecturas y reseñas críticas, 2000-2005)”, publicada en la colección de ensayo de Ánfora Nova.
Su última obra es “Historia literaria cordobesa (Lecturas y reseñas críticas, 2000-2005)”, publicada en la colección de ensayo de Ánfora Nova.
En esta obra necesaria (ojalá otros críticos abordaran algo similar en las diversas provincias andaluzas) Moreno Ayora analiza algunas obras de los siguientes escritores: Manuel Gahete, Campos Reina, Antonio Luis Ginés, José A. Santano, José Luis Rey, María Rosal, Joaquín Pérez Azaústre, Mercedes Antón Cortés, Alfredo Sánchez Navajas, Antonio Llamas, José María Molina Caballero y Antonio Rodríguez Jiménez. Evidentemente no están todos los que son ni ésta ha sido la pretensión de Moreno Ayora, por lo que el lector podrá presuponer algunas ausencias. En realidad es un compendio de algunos de los muchos artículos que habitualmente publica en revistas y suplementos literarios, y con estos ensayos breves ha pretendido acercar la literatura actual a muchos de los que la ignoran, rescatar desde el periódico o la revista artículos y reseñas que, de otro modo, podrían o pueden caer en el olvido en poco tiempo.
De Manuel Gahete destaca dos ideas básicas: la superación de la elegía y la experiencia amorosa, sabido que Gahete es un poeta torrencial en el amor al que ha dedicado muchísimos versos. Nos habla de su lenguaje exquisito y sugerente (se centra en “Elegía plural” y “El legado de arcilla”) y la experiencia sublime aplicada al amor.
De Campos Reina, de cuya obra es uno de los máximos conocedores –en palabras del propio novelista- aborda brevemente su ciclo narrativo “Trilogía del Renacimiento”, sobre el que dice que acaba configurándose como un símbolo de la historia del hombre en el siglo XX y como una expectativa de lo que la bondad humana puede deparar. Destaca las virtudes de Campos Reina en su obra: detallismo, capacidad de observación, agilidad narrativa, documentación, reflexión y profundo análisis de los sentimientos.
Se centra en el tercer poemario de Antonio Luis Ginés, “Buena suerte”, un cuaderno de once poemas al cuidado de María Rosal, y del cuarto, “Animales perdidos”. Del primero destaca la inteligibilidad, la expresión juvenil y el tono de lenguaje cotidiano; y del segundo, la desolación, la desesperanza, la meditación sobre la existencia, la experiencia y el pasado.
“Suerte de alquimia” y “Trasmar” (que obtuvo el Premio de la Crítica de Andalucía como Ópera Prima) de José A. Santano ocupan su atención. Poesía de ritmo suave y tonos cadenciosos, de fluidez narrativa y sugerentes alusiones plagadas de erotismo en un caso y una obra, la segunda, en la que existe la pulsión del recuerdo, la autobiografía, el paisaje y la seducción lingüística.
De poeta consagrado tilda a José Luis Rey, accésit del Adonais y Premio Andalucía de la Crítica a su Ópera Prima, así como por los elogios de Gimferrer..., etc. Lo compara con Cernuda, al que sin duda tiene como modelo. Su poesía es una búsqueda de la belleza centrada en el mundo natural y con una profunda sentimentalidad.
“La resaca del fuego” y “Otra vez Bartleby” de María Rosal son otros libros abordados. Nos habla de una mujer experimentada en vivencias pero desengañada por cuanto significa pérdida y fracaso. Pero también de la fina ironía y el humor, junto al desaliento de otra lírica, la directez, la sinceridad... Las composiciones –dice Moreno Ayora- dotan al texto de originalidad expresiva.
También se centra en el análisis de “Una interpretación” de Pérez Azaústre, un libro de poemas con carácter narrativo lleno de recuerdos de la infancia y una ambientación irreal en el que hay un excelente manejo del endecasílabo.
Desconozco a la escritora Mercedes Antón Cortés, que ya había publicado una novela en 1996 y ahora amplía la ficción de entonces, “Ifni”, caracterizados los relatos por el análisis de la realidad circundante pero con una enorme proyección autobiográfica. También desconozco al narrador A. Sánchez Navajas, a cuyo análisis de su novela “El escribano” dedica unas páginas; un texto caracterizado por el costumbrismo y la recreación histórica.
A Antonio Llamas, del que aborda “Paraísos irregulares”, lo considera la esperanza de la lírica, con una vena culta y una atrevida originalidad, musicalidad, y la selección léxica con la llaneza del dicho coloquial.
De José María Molina Caballero comenta “La simetría del sueño” y en él destaca la dificultad de su lírica, el halo reflexivo, el detallismo, las pretensiones humanas y los sueños, así como un esfuerzo por entender los mecanismos de la existencia.
Y, por último, el capítulo 12 lo dedica a A. Rodríguez Jiménez y a su libro “El valle de los pájaros”, en el que ve una poesía de fluidez sintáctica, incontenible, en el que la temática amorosa se instaura, con una gran pasión a través de una historia de amor narrada con todo lujo de detalles.
En definitiva, una obra que es todo un acto de generosidad y de reivindicación crítica.
2 comentarios:
Hola. He aterrizado por aquí leyendo en la red sobre literatura y novelas actuales de mujeres. Es un tema que me interesa.
Me gustó el blog.
Besos
Te lo agradezco. Trato de ordenar el mundo y, a veces, lo consigo. Muchas gracias
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