EL CANON ABIERTO.
ÚLTIMA POESÍA EN ESPAÑOL
F. MORALES LOMAS
El canon es una regla o precepto pero también un catálogo o lista, un
modelo de características perfectas, y, de acuerdo con Bloom, el canon es una
palabra religiosa en su origen, una elección entre un conjunto de textos que
lidian en una supervivencia necesaria.
En el proceso de canonización (inclusión-exclusión) se sustentan también
paradigmas y modelos culturales que orientan lo específicamente literario (en
este caso) y habitualmente lo realizan grupos sociales dominantes,
instituciones educativas, tradiciones críticas…
Cualquier canon nace como una contracción
o reajuste. Forma parte de las sociedades del discurso a las que se refería Michel
Foucault y, desde luego, nace de un modelo que puede resultar excluyente. Evidentemente
un canon implica una inclusión-exclusión, como decimos.
En cualquier sociedad (sobre todo desde el siglo XVIII) la producción del
discurso ha estado intervenida y seleccionada por un cierto número de medios
que tienen por función crear un paradigma. En este acontecimiento se ha visto por algunos
un género de “‘policía’ discursiva”, que construye reglas, principios y acaso la verosimilitud
de los discursos.
De la mano de Denis Diderot, autor de las Críticas del Salón, nacen
una serie de textos publicados entre 1759 y 1781 que son el antecedente de lo
que será la crítica literaria y esa canonización que esta pretende de las obras
de una época. Inicialmente esa crítica,
en tanto que arte de la interpretación, estaba vinculada a la extensión de un
mercado y también a la divulgación de un producto estético determinado. El
escritor-intelectual necesitaba de un público y de su influencia en él: sin
público no hay influencia y además solo dedicado a su oficio no podía vivir.
El canon asoma como una memoria social y común, como plantea Harold Bloom,
en la que el crítico, las instituciones culturales y la prensa misma, se
constituyen en instancias de legitimación de artistas, movimientos, tendencias
e instituciones estéticas. La figura del crítico emerge entonces como
autoridad.
Los críticos realizan un tipo de lectura
que nace a expensas de una serie de principios que surgen en una época determinada
y de las respectivas sensibilidades, gustos estéticos e ideologías que lo
conforman. Siempre ha sido así. El problema es cuando no se produce una
consulta solvente entre personas que tienen mucho que decir y esto se reduce a
un grupo de privilegiados o dependientes de grupos de presión, editoriales o
medios de comunicación.
JORGE GALÁN, REMEDIOS SÁNCHEZ, F. MORALES LOMAS Y RAQUEL LANSEROS
El título de la obra de Remedios Sánchez así lo concita: El canon abierto. Última poesía en español, con selección de poemas de Anthony L. Geist, profesor de la Universidad de Washington (Ed. Visor, 2015).
Existe en él una voluntad doble, de
apertura a otras posibilidades futuras y, a la vez, de fijación abierta y
democrática al momento actual. De ahí la adjetivación de “abierto”, como un
estado de conciencia, de no querer impedir en absoluto que la historia con sus
respectivas aportaciones lo vaya configurando. Hay una evidente actitud de
amplia participación y un recurso a la ecuanimidad histórica en la que cree la
autora. No están todos los que son evidentemente sino unos cuantos en una
consulta amplia y justificada por el notario que da fe de ello.
Ignoro cuántas veces se ha llevado a cabo
este hecho “legal” en una historia democrática. Pocas veces o acaso ninguna.
Los cánones siempre los crearon un grupo
de profesores universitarios o críticos, iluminados por esa sabiduría
conquistada por el acervo cultural. Tradicionalmente,
muchas han sido las críticas a los cánones creados, por ejemplo, una de las
tradicionales era la patrimonialización del macho del hecho estético. De ahí la
necesidad de una revisión constante de los cánones y las aportaciones diversas
de épocas pues esto permite el situar a cada uno en su espacio y valorar lo que
sea necesario.
La historia literaria está configurada
como un proceso de canon y contra-canon y en muchos casos han sido creados
históricamente como constatación del proceso de influencia social de los
canonizadores.
A veces se ha tomado como un acto de
suplantación discursiva y, en palabras de Sontag, como impertinente o cobarde,
asfixiante, no adecuado a un esquema mental de categorías. Pero también es evidente que el texto crítico va más allá de un discurso para
propiciar su comprensión, su “aprehensión”, su valoración, y forma parte consustancial con la producción de
la obra, con su sentido y su valoración.
El objetivo, que es lo que busca la autora de esta obra, debe ser la transparencia, o sea, dar vida social al objeto literario desde su máxima
relevancia y tratar de acertar a ver las cosas tal como son. A los críticos que
participan en este caso se les ha pedido esos gestos de autenticidad, de
fidelidad con lo que la obra es, y no con lo que nosotros pensamos o
interpretamos que ella es.
Pero siempre será el público y el lector quien juzgue el trabajo realizado
y si en el proceso la mirada ha sido transparente, auténtica… o bien se ha
dejado llevar por un particular arbitrio de prejuicios o valores.
Es evidente que en un mundo mediatizado por las industrias culturales la
obra literaria y la artística en general no solo es una mercancía, sino que también es
un subproducto mediático y el manejo del entramado en torno a la obra se
convierte en un objetivo esencialmente económico. De ahí la necesidad, como ha
hecho Remedios Sánchez, de darle voz al mayor número de personas y crear una
mirada plural, heterodoxa y amplia. Un buen número de críticos e investigadores
de diversos países (cerca de doscientos de universidades como Harvard, Oxford,
Calumbia, Princeton…) avalan la obra y permitiría hablar de una democratización
en aras de adivinar a tiempo la bondad de los buenos textos literarios en una
época y formación social determinada.
Un libro con varios apartados que justifican perfectamente lo que decimos:
una relación de las universidades participantes a nivel mundial, la reflexión
amplia de la autora sobre el concepto teórico de canon y sus referencias
críticas, siempre profundo y sostenido, una relación de autores valorados con el
número de votos que le corresponden, la antología de los autores seleccionados
por el profesor de la universidad de Washington, Anthony L. Geist, y tres
anexos con los críticos e investigadores participantes, el listado completo de
poetas mencionados y la carta enviada a los críticos participantes. Así como la
especial colaboración de la Universidad de Washington la Asociación Andaluza de
Escritores y Críticos Literarios que presido y la Asociación Colegial de
Escritores de España.
OTRAS IMÁGENES
OTRAS IMÁGENES
REMEDIOS SÁNCHEZ Y F. MORALES LOMAS
F. MORALES LOMAS Y RAQUEL LANSEROS
JORGE GALÁN
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