A todos/as aquellos que estén interesados, este martes presento en La Feria del Libro de Sevilla mi libro de narrativa "EL VIENTO ENTRE LOS LIRIOS", publicado recientemente por Ediciones En Huida.
ALGUNAS CRÍTICAS DE EL VIENTO ENTRE LOS LIRIOS DE F. MORALES LOMAS
GUILLERMO BUSUTIL, narrador y director de la revista "Mercurio" lo siguiente:
Desahucios de lo real
Guillermo Busutil 02.02.2019 | 18:28
Desahucios de lo real
El viento entre los lirios
- Francisco Morales Lomas
- Ediciones En Huida
- 15€
Hay libros cuyos títulos suenan al verso de una caricia en oleaje, o a la imagen de un oráculo al que deshojarle su significado oculto. Le ocurre a El viento entre los lirios cuya pronunciación evoca el romanticismo de esos paisajes de las novelas del XIX en las que las emociones son la épica de un drama, el relato de las peripecias y quiebra de un sujeto que sueña con la libertad o con un amor más o menos imposible o condenado. Pero no, no contienen las historias de este libro acantilados ni brumas, amantes al límite, duelos entre la vida y la muerte, ensimismamientos del corazón ni la tragedia de una identidad frente al espejo de la locura y sus borrascas. Argumentos que antaño llegaban por mar como si los libros fuesen barcos en los que enrolarse frente al fuego durante los duros inviernos y su frio viento entre los lirios.
Aunque también podría jugar a la prestidigitación de lo literario y plantear la duda acerca de que tal vez sí contengan estos relatos, breves, sutiles, ajustados en el ritmo cronopio de su relojería y en la borgiana hora final en las que las agujas de la prosa de Morales Lomas compone una figura, entre las diferentes clases de sonrisas y los diversos aspectos de un interrogante, todo esto que antes he nombrado. Es decir, acantilados como los que hay dentro de piezas como La balsa o La suicida. Amantes al límite al estilo de los de El pene curvo -excelente en el color de su lenguaje latinoamericano y su temperatura erótica- o de El sueño, para mí la mejor pieza de este compendio de cuentos. O tragedias de la identidad acerca de las que trata el bello y filosófico relato El secreto del agua, lírico en su atmósfera y desenlace, o el divertido en su ternura y frágil crueldad La grabación. Lo mismo que hay duelos entre la vida y la muerte en El verano, La rata –propio del extrañamiento de lo real- El Testamento –quizás el más flojo- o En algún lugar del corazón donde Morales Lomas despliega una brillante pieza de lenguaje cervantino. Hay otros que nos preguntan si el alma puede convertirse en mosca; si un cáncer se combate con un infarto; si una casa puede esconder el mundo secreto de una enfermedad hacia dentro, o si son mejores las rubias o las morenas para soñar un matrimonio. No faltan tampoco los que le dan una vuelta de tuerca a célebres cuentos de la infancia para devolverles lo que le quitamos a los Grim Broders; los que abordan el sueño de la migración desde el compromiso y la aceptación de la derrota, o el guiño a ese dinosaurio de Monterroso a cuya momia literaria habría ya que enterrar del todo, a pesar de que Morales la atreva a escribirnos.
Humor de doble filo, actualidad, metamorfosis, absurdo y bestiario es lo que contienen en precisas dosis -las pequeñas que por igual actúan como antídoto o como veneno- este libro en el que cada relato propone puntos de fuga, desmoronamientos súbitos, expectativas que se rompen, revelaciones de lo fantástico, malabarismos del lenguaje, precipicios y fisuras de una realidad convencional sobre la que se pone otro foco y se consigue deslizar al lector hacia la inesperada presencia del terror. Unas veces con aliento en corto, en forma de latigazo de paso, como si fuese la pintada de una pared que nos sale al paso entre un cuento y otro, otras adentrándose en las claves del micro cuento –siempre difícil de catalogar entre el apunte y la anécdota- y en ocasiones como relatos de medio aliento que suponen un fragmento carveriano de sus personajes. Criaturas todas a las que les toma el pulso de sus miedos y extrañamientos con humanidad de al lado, aunque en el fondo asoma el ingenuo caricaturesco del absurdo del maestro Azcona.
Pero sin duda, todos y cada uno son un lirio al que la prosa turgente, pulcra, de realismo contenido y de quiebro surreal los mueve a su antojo, en forma de viento para despeinarles el polen que cae entre las manos del lector, al mismo tiempo que al final de su lectura no reconocemos en la sonrisa que nos despierta.
ANTONIO MORENO AYORA, CATEDRÁTICO DE LITERATURA Y ESCRITOR DECÍA SOBRE EL VIENTO ENTRE LOS LIRIOS
FERNANDO DE VILLENA COMENTA EL VIENTO ENTRE LOS
LIRIOS DE F. MORALES LOMAS
EL HUMOR
NEGRO DE FRANCISCO MORALES LOMAS
Francisco Morales Lomas se ha
convertido en los últimos años en uno de los autores más interesantes y
prolíficos de nuestras letras con una obra que ya supera los setenta libros y
que está repartida entre diversos géneros: ensayo, poesía, teatro, novelas y
cuentos.
A su extraordinario caudal hoy viene
a sumarse un nuevo libro de relatos con muy hermoso título “El viento entre los
lirios” (Ediciones “En Huida”). Se trata de un conjunto de textos muy variados
a los que presta unidad el ingenio y la agilidad narrativa del autor. Aquí
podemos hallar desde una novela corta
protagonizada por Miguel de Cervantes y en sintonía con las tres novelas
que dedicó a nuestros siglos de Oro, hasta una buena cantidad de microrrelatos
basados en la sorpresa o golpe final. También encontramos gran variedad en el
lenguaje: desde guiños cultos sabiamente administrados que denotan la cultura
clásica del autor, hasta el coloquialismo o incluso la recreación del español
de América en otros textos. Pero, eso sí, aunque el lenguaje sea directo a
menudo, siempre resulta escogido con eficacia. Claro que Morales Lomas es
también poeta y ello se percibe en el uso de ciertas metáforas y símiles de
gran originalidad que aparecen a menudo en ocasiones en los textos. He aquí un
ejemplo de ello:
“la mujer va aclimatando su cuerpo a la
embestida del animal, cada vez más unicornio en su ingle”.
Hay relatos rotundos, algunos
inquietantes, otros cargados de denuncia social, lo que concede a este libro
una gran fuerza y una completa actualidad. Y lo cierto es que casi ninguno de
estos relatos deja indiferente al lector.
El erotismo, una sensualidad
desbordante, impregna otros textos del libro. Claro que tampoco faltan algunas
hermosas páginas en las que Morales Lomas evoca escenas de infancia u otras en
las que hallamos hondas reflexiones de diversa índole.
Variedad, pues, y, sin embargo, lo
más singular en “El viento entre los lirios” radica en un registro poco
habitual en nuestras letras contemporáneas: el humor negro. Morales Lomas lo
maneja con acierto, con refinada crueldad a veces, y es que él sabe muy bien
que no está haciendo otra cosa que reflejar en toda su desnudez la verdadera
realidad de la existencia y de la condición humana.
Fernando
de Villena.
ANTONIO ENRIQUE HACE LA CRÍTICA DE EL VIENTO ENTRE LOS LIRIOS DE F. MORALES LOMAS
Una ventana abierta
al mundo
El viento entre los
lirios. Francisco Morales Lomas. Ediciones En Huida. 2019.
El microrrelato es el género que mejor
facilita la visión rápida sobre el mundo. Pero entraña graves riesgos; de una
parte el que los contados renglones de que se compone queden en mera ocurrencia
insubstancial y de otra, la imposibilidad de atmósfera, quedando así en secuencia
cruda de la realidad inmediata, ajustada por lo general al pálpito inmediato y
entorno urbano. Es como columpiarse en el filo de la navaja; los dos, tres o
más renglones requieren un don de síntesis y habilidad psicológica fuera de lo
común. Se trata de escribir por eliminación. En el presente libro, hay un buen
rimero de ellos, como también relatos en firme, de correcta factura. Y son más
bien relatos, que no cuentos como tales, porque su desenlace es “indefinido”,
es decir abierto a la interpretación del lector, y no cerrado ni circular.
Francisco Morales Lomas es de los autores más prolíficos de su promoción
literaria y quizá el más versátil, ya que cultiva la poesía y la narrativa tanto
en novela y cuento, como también el teatro y el ensayo; pero es en la crítica
literaria el género en el que se hace imprescindible, pues desde décadas está
compendiando día a día las novedades que la actualidad depara. No hay autor de
mayor capacidad efectiva que la suya, como tampoco mayor y más exhaustiva dedicación.
Lo hace por sentido del deber literario y porque alguien debe hacerlo para que
dejar constancia de la literatura. Pero quienes le conocemos, le tenemos en
mucho por un soñador, esto es un contador de historias. Ahí está en su mundo
más acendrado y diverso. Ahí no tiene límites.
Y es lo que me ha parecido en este El
viento entre los lirios, lo que hace alusión a la transitoriedad del
tiempo, doble en este caso, porque tanto el viento externo del tiempo como la
fragilidad interna de los lirios inciden en que todo parece ser para la nada de
nuestras acciones y desvelos. Una multitud de seres anónimos desfila por estas
páginas con sus obsesiones personales y circunstancias anómalas; el autor,
dotado de una notable empatía para con sus personajes y para el lector, se
complace, desde el sano humor y la ironía, pero también la simple agudeza, en
mostrar que el mundo es mucho más ancho que si mirado por el ojo de una
cerradura. Su prosa es rápida, incisiva y cómplice.
Pero en otras ocasiones nos embarca en estos otros relatos de mayor
enjundia, donde todo puede ocurrir porque la clave está en cualquier zona de la
trama. Y es ahí donde es gustoso recalar, porque es como si jugara al ajedrez
consigo mismo. El pretexto es la misma realidad que se disfraza para escapar de
cualquier previsión lógica. Cualquier cosa puede ocurrir, menos aquella más
probable. El mundo en sí es un señuelo para determinar que la verdad se solapa
en la mentira, y que ésta posee tantas veces mayor lógica que cuanto consideramos
cierto; lo es, pero solo en la ficción que llamamos vida.
Antonio Enrique
23
marzo 2019
MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ AGUILAR HACE LA CRITICA DE EL VIENTO ENTRE LOS LIRIOS DE F. MORALES LOMAS
El
viento entre los lirios: ironía sin máscaras
El
viento entre los lirios ofrece
un conjunto de relatos breves y microrrelatos heterogéneos, escritos por el
novelista, dramaturgo, poeta y ensayista Francisco Morales Lomas, uno de los
escritores malagueños con mayor proyección editorial hoy. Catedrático y
profesor de Universidad, crítico, académico y presidente de varias asociaciones
de escritores y críticos, ha publicado cerca de una decena de títulos como
narrador y diversos poemarios y textos dramáticos, que ha englobado bajo la
denominación de «Teatro Caníbal», reconocido más allá de nuestras fronteras.
Lo que sorprende de El viento entre los lirios es la fineza
del autor para desenmascarar la realidad, para dejarnos entrever esos fragmentos
de la existencia a menudo obviados, a menudo olvidados, las más de las veces desconocidos;
la sutil ironía con que se aproxima a ellos y los deconstruye, en un divertido
juego verbal cargado de ingenio -como el nombre en forma de oxímoron del protagonista
de El secreto del agua, Peter Water-,
en un preciso ejercicio de simbología -como ocurre con El dinosaurio, convertido en recordatorio de nuestra infancia-, o
incluso en un examen y verificación de las frecuentes e insalvables
contradicciones humanas, de la que parte su grande y su miseria -lo que queda
patente de un modo manifiesto en el hilarante El pene curvo-. Todo cabe en este libro que apunta al centro de
cada problema que aborda -ya sea la pobreza, las ideologías, el amor, la
muerte, incluso el suicidio-, con una mirada siempre atenta al detalle,
penetrante y perspicaz, capaz de evidenciar lo que con frecuencia consideramos
tabú y, por ende, cargamos de eufemismos.
Declarado deudor de autores como
Monterroso, Cortázar o Borges, Morales Lomas únicamente propone una fracción de
vida, de la que los lectores podremos tomar buena nota, aunque solo si estamos bien
atentos. Más allá de la sobrecogedora anécdota que narra la historia de Jaimito en Bilbao, por ejemplo, la
vanidad del hombre posmoderno queda plamada inconfundiblemente cuando los «turistas
europeos [...] se sienten poderosos por primera vez» ante la fascinadora contemplación
de «la pobreza». Y algo aún más grave ocurre en La balsa: «Cuando alguien cayó por la borda de popa, todos miramos
a la proa. Un futuro prometedor les esperaba al final del viaje.»
Junto a estos referentes, Cervantes
ocupa un lugar muy destacado entre las influencias e intertextualidades de
Morales Lomas, como en el divertido e ingenioso relato metanarrativo En un lugar del corazón. Metaliterario
será también, como es obvio, El extraño
caso de Caperucita Roja.
La autorreferencia es otra de las
constantes del autor, con especial recurrencia a su universo caníbal, en
microrrelatos como La caníbal o El cólico. Y con respecto a los
problemas sociales, con frecuencia recurre al sarcasmo y al humor negro, como
en el caso de El desahucio.
En definitiva, con Monterroso y Morales
Lomas, el lector encontrará en El viento
entre los lirios, como poco, los «tres temas muy importantes (los que más)
de la existencia de una persona: el amor, la muerte y las moscas.» Casi nada.
Miguel Ángel Jiménez Aguilar
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