martes, 26 de abril de 2016

LA BOTELLA DE BUKOWSKI DE RAFAEL RUIZ PLEGUEZUELOS POR F. MORALES LOMAS





LA BOTELLA DE BUKOWSKI
DE RAFAEL RUIZ PLEGUEZUELOS
F. MORALES LOMAS


Decía el escritor argentino Marcelo Figueras que ser escritor es como ser padre, algo que tienes que demostrarte todos los días; sin embargo, ya es mucho cuando existe una bibliografía escritural detrás; y, sobre todo,  cuando tu obra ha sido reconocida con importantes premios como el García Lorca de Teatro, el Ciudad de Segovia de Guión Cinematográfico, el dramaturgo Moreno Arenas con obras como El pez luchador, Flores para Ginebra, Terapia de choque, Los zapatos sucios, o el ensayo La rebelión nace en el bosque, un estudio detallado del escritor inglés afincado en Mallorca, Alan Sillitoe.
Sin embargo, la primera novela, como es esta que presentamos hoy, La botella de Bukowski (Editorial Tempestas, Madrid, 2015), significa para el escritor adentrarse de nuevo en un proyecto diferenciado del resto. Aunque existe ese poso bibliográfico anterior y el conocimiento del oficio que se tiene entre manos, no en balde, Ruiz Pleguezuelos es doctor en Filología Inglesa y licenciado en Filología Hispánica y Teoría de Literatura, sin embargo, la novela tiene sus propios engranajes y su dinámica creadora. Los que escribimos en varios géneros sabemos que la perspectiva, la proyección de la obra, la presencia de los personajes está diferenciada. Es verdad que una novela, como decía Cela, es aquello que bajo el título figura el nombre novela, un cajón de sastre. Pero también es verdad que no siempre la perspectiva es esta.
Y todo este excurso inicial es para decir que la novedad de lo primero se percibe en la estructura y el espíritu de bildunsgroman en que se convierte La botella de Bukowski. Algo muy habitual en los escritores que comienzan: el ser aprendices de brujo, el querer recorrer un camino de aprendizajes. El bildunsgroman fue un término creado por el filólogo alemán Johann Carl Simon Morgenstern a principios del siglo XIX para referirse a la novela de formación o novela de educación. La botella de Bukowski lo es por varias razones: el protagonista es un escritor en ciernes, un escritor que comienza y vive preso de sus ídolos. Es un joven que se está formando, que necesita coger un camino. Al fin y al cabo eso es escribir novela: escoger caminos, adentrarse en las procelosas aguas de un mundo que vamos creando paso a paso. Así lo va haciendo el protagonista, Juan Navarta Pommera, de la mano de su ídolo Bukowski. Un escritor perteneciente a la generación beatnik norteamericana que se convirtió en los años 70 en un icono del realismo sucio con sus continuas llamadas a un neoexpresionismo desgarrador de nuevo cuño en el que las referencias al alcohol, el sexo y las drogas estaban muy presentes como un claro proceso desmitificador de las nuevas sociedades neocapitalistas, un ataque a esa sociedad degradada. También durante esa década de los setenta, Bukowski fue un icono para nosotros y obras como La máquina de follar (1978) fueron libros emblemáticos durante la transición que nos abrieron los ojos y permitieron avanzar desde una sociedad franquista represiva a otra más libre.
El protagonista de la novela, Juan Navarta Pommera, un joven aprendiz de escritor, viaja hasta París porque sabe que Bukowski va a participar en el programa de televisión de Bernard Pivot y desea conocerlo. Existe la erótica de la imagen, existe la erótica de la recepción, la erótica que produce en un escritor que comienza el sentirse cerca, al lado… el tocar a sus grandes ídolos. Fue la misma sensación que tuve en febrero del 80, cuando entrevisté en su casa de Juan Ramón Jiménez a Francisco Umbral con motivo de mi tesis de licenciatura.  Sin embargo, lo que ocurre habitualmente es que a medida que se conoce al hombre este acaba por derrumbarse en tanto crece la figura del escritor, pero ya la imagen proyectada es otra cosa.
La novela se concibe como el recorrido de un camino a través del París de los 70 y, a medida que avanza la acción concreta en esa búsqueda de Bukowski se va reflexionando sobre el proceso de creación novelesca y cómo desde las palabras, a través de las estructuras, de la sensibilidad, de las percepciones personales y de las intuiciones propias se configura la literatura. Toda literatura tiene un camino. Juan Navarta a través de ese camino está conformando el suyo propio.
La obra tiene un interesante prólogo del catedrático de la universidad complutense, J. Ignacio Díez, donde dice, entre otras cosas, que la novela es “la historia de una ’ semana iniciática’ que usa y transforma tópicos literarios bien conocidos para contar, como toda buena historia, una decepción, tan divertida y fructífera. El relato apunta a un encuentro alocado e imposible, y por el camino tritura los apriorismos de los encuentros idealizados” (p. 9).
El punto de vista adoptado por el narrador es el de primera persona por boca de su protagonista, Juan Navarta, que nos va transmitiendo una visión personal, sistematizada y precisa de ese recorrido por las calles de París en busca de Bukowski con la presencia de diversos personajes como Armand, su hermana, o Nadine.
Sistematiza el proceso de narración en diez capítulos y un epílogo en el que confirma finalmente que ha conseguido publicar su primera novela Les Garçons des Étoiles y realiza una serie de reflexiones metaliterarias –constantes a lo largo de la novela- sobre el proceso de transformación y metamorfosis que se opera en Juan Navarta y cómo va progresivamente conformando la carrera creadora.
La obra transcurre en 1978. Un año en el que también yo andaba por París en un intento de recuperar aire después de vivir casi asfixiado en la sociedad española que se preparaba para el emblemático año de la constitución. Por entonces había ilusión, pero todavía muchos temíamos que pudiera haber nuevos golpes de estado o un retroceso social como luego tuvimos tiempo de comprobar. Durante este año emblemático, Juan Navarta sale de casa, una casa con un padre que después descubriremos aspiraba a ser escritor y acaba trágicamente. Instrumento de la retórica novelesca que servirá para iniciar simbólicamente el comienzo de la carrera escritural de Juan Navarta.
La novela conforma desde la brevedad de sus doscientas páginas un mundo preciso en el que la literatura es el gran tema a desarrollar, la necesidad de la creación y cómo esta se va conformando en la mente de un joven, pero también las disquisiciones en torno a un mundo que es reflejado perfectamente por el autor con un estilo contenido, raudo y preciso en el que el tempo narrativo es conducido con solvencia y absoluta pericia.


sábado, 23 de abril de 2016

RECORDANDO A GIL DE BIEDMA POR F. MORALES LOMAS






RECORDANDO A GIL DE BIEDMA
F. MORALES LOMAS


“Que la vida va en serio”.

Hombre culto y burgués. De la escuela de Barcelona. A los 7 años leía El Quijote. Lenguaje llano y claro. Poesía como comunicación frente a la poesía del conocimiento. Era un hombre atormentado, que le daba vueltas a todo. Paradigma de la exquisitez. Alegre, vitalista y hedonista. Fue un poeta que maduró tarde. Con 19 años. En la lectura que hizo de Guillén, pero que nunca hablaba a la familia de sus libros.

“Me odio a mí mismo porque tengo que envejecer, porque tengo que morir”.

Desde que los poetas de la nueva sentimentalidad conectaron con los poetas del 50, sobre todo Ángel González y Gil de Biedma, el escritor catalán se acabó convirtiendo en un icono cuando hasta ese momento pocos se habían hecho eco de su poesía.
Se ha dicho que Gil de Biedma planificó escribir una obra muy corta pero que soportara estoicamente el paso del tiempo. Los jóvenes le decían: "Jaime, ¿por qué no escribes?", y él siempre respondía que "lo normal era no escribir". Es un claro ejemplo de Bartleby, un escritor del "I would prefer not to" como decía el personaje de Melville. Pero la preferencia por la no escritura le pilló con algunos poemas ya escritos. Poemas que muchos recordamos todavía porque tienen una garra y una fuerza indiscutibles, como recordaba Luis Ordóñez.
Nació en Barcelona el 13 de noviembre de 1929. Después, Navas de la Asunción (Segovia) en la guerra civil. Ciudad y campo. Vida burguesa y vida de campo. Ha determinado su situación personal. Murió el 9 de enero de 1990 de sida. A la familia le habían dicho que tenía una enfermedad tropical.

“La vida es tan breve…”

Siempre tuvo admiradores. Su padre (conservador) y la madre (liberal) veraneaban en San Rafael y se trasladaron a la Nava. Fueron los años más felices de su vida antes de los diez. Eran muy queridos los Becerriles (les llamaba en el pueblo a los Gil de Biedma) en el pueblo de la Nava. El Pinar de los Alisos es otro espacio mítico de la familia: “Los pinos son más viejos…” Con un aire machadiano.
Le gustaba salir a caballo todos los días. Pertenecía a estos lugares de un modo que no imaginaba. Y de la Nava a Barcelona, en la calle Aragón con los seis hermanos hasta que alquiló su sótano:

“Media España ocupaba a España entera”.

En 1946 (con 17 años) entra en la universidad. Derecho. Porque Filosofía y Letras decía que lo estudiaban las monjas y los curas. Escribe sus primeros poemas.
Poeta, intelectual y hombre de izquierdas.  Alberto Oliart decía que iba siempre impecable, muy elegante. Hacía por entonces unos sonetos perfectos que no llegó a publicar porque el poeta afirmaba que eran muy malos. La primera poesía que le leyó a su familia era sobre unas mujeres que lavaban en el río.
Fabián Estapé le dijo que comenzara a escribir sonetos y Gil de Biedma le respondía: “Coño, es muy difícil”.
Yvonne Barral, mujer de Barral y los amigos del grupo de amigos: Juan Marsé, José Agustín, Jaime Salinas, Luis Marquesán, Carlos Barral… Tenía una unión intelectual muy fuerte con ellos, excepto cuando estaban borrachos. Un grupo que se reunía con mucha frecuencia.  Se pasaban todas las horas muertas y se presentaban en casa de los Barral a tomar copas y charlar. Unos intrusos que hablaban de literatura y de cuestiones intelectuales.

“Quiero deciros cómo todos trajimos nuestras vidas aquí para contarlas…”

En 1953 (24 años) publica Según sentencia del tiempo, conciencia crítica y juego lírico. El mismo año que se fue a Oxford para perfeccionar inglés. Quería ser diplomático. Y se topó con la poesía inglesa: Auden, Elliot…
Paco Mayans acogió a Gil de Biedma con los brazos abiertos en Inglaterra.

El invierno de 1957 pasaron juntos con Gabriel Ferrater y Federico Aguilar a Nava. Allí pasaron cuatro semanas muy importantes.  Y hablaban sobre todo de poesía. José María Castellet era el estratega y él fue el puso en funcionamiento Veinte años de poesía española en el que lo incluyó.
En el BAR CLUB hacían una tertulia larga.
Su orientación sexual le cerró la entrada al Partido Comunista. Manolo Sacristán se lo impidió. Decía Sacristán que echó mano de una carta de Lenin que afirmaba que a la hora de ingresar en el partido nunca un homosexual porque eran presa de otras personas.
Suspendió oposiciones a diplomático para lo que se había preparado, entre otras cosas en Inglaterra, e intentó dar clase en la universidad pero su situación personal se lo impidió.
No era nada luchador.
En 1955 (26 años) acepta entrar en la compañía de Tabacos de Filipinas. Su padre era el director. Manila y el archipiélago serán el centro. Trabajará ahí toda la vida.
La gente le tenía un gran respeto, aunque disfrutaba de una muy reservada vida personal. Se tomaba muy en serio este trabajo. Era impecable en él y muy eficaz.
A los amigos y compañeros de viaje. Blas de Otero, José Agustín, Pepe Caballero… Señoritos de nacimiento. Escritores de poesía social. Los irá conociendo durante esta década de los cincuenta e intimará profundamente con ellos.
Con 30 (1959) años su actividad es frenética. En febrero tomará parte del homenaje en Colliure a Machado. Carlos Barral pensó que a través de la editorial se crearía un grupo para enfrentarse a la poesía social de entonces con la poesía realista. Les unían las procedencias familiares, universitarias, el consumo de bebidas, gustos estéticos y… sobre todo, la lucha antifranquista.
Camilo José Cela lo invita a Formentor. Había publicado Compañeros de viaje (1959) y se presentan en sociedad en Madrid con Carlos, Jaime y José Agustín. Ellos iban de poetas exquisitos, europeos. Eran políglotas, petulantes y seductores. Diferentes a los de Madrid.
Gabriel Ferrater y Jaime Gil de Biedma: explicarse a ellos mismos para explicar la sociedad y explicar el mundo.
Temas fundamentales: paso del tiempo y la experiencia amorosa.

“Todo lo que había esperado de la poesía era nulo, puro engaño (…) Perdí la fe en la poesía como actividad que le ayuda a uno mismo para construirse y llegar a ser”.

Así pensó al final de su juventud. Su idea se le acabaría cuando acabara de contar su biografía personal.
En la primavera del 67 (38) dice que escribe el mejor poema de su vida: “No volveré a ser joven”

No volveré a ser joven, de Poemas póstumos

" Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra. "

Era un hombre cariñoso, pero podía ser impertinente. También era brillante, pero a veces exceso en la brillantez y podía ser hosco (según José Manuel Caballero Bonald). Burgués convencido, pródigo en la risotada, vital, alegre y divertido. Con mucha familia decía que triunfaba el que hablaba mejor y él hablaba hasta la saciedad.

En 1974 publica Diario de un artista seriamente enfermo y su obra completa de 1975 Las personas del verbo con las que comienza a despegar su nombre.
Él era consciente de que se definía como un poeta singular, con características personales y que creaba escuela, aunque no le dieron ni un solo premio. Estuvo nominado para varios y no le dieron ninguno.
En 1985 se le diagnostica el sida. Muere en 1990. El último verano lo pasó en la casa de Juan Marsé. Fue incinerado su cuerpo en Cerdanyola. Sus cenizas reposan en el panteón familiar en Nava.
Decía que “escribía poesía para no morir del todo”. Por encima de todo ser feliz. “Un libro de poemas es la historia de un hombre, que es su autor, elevada a un nivel de significación en el que la vida de uno es la vida de todos los hombres o por los menos (…) de unos cuantos entre ellos”.

DE VITA BEATA

En un viejo país ineficiente,
             algo así como España entre dos guerras 

civiles, en un pueblo junto al mar, 
poseer una casa y poca hacienda
            y memoria ninguna. No leer,
            no sufrir, no escribir, no pagar cuentas 

y vivir como un noble arruinado
            entre las ruinas de mi inteligencia. 




jueves, 21 de abril de 2016

CONFERENCIA SOBRE MERCADO ACTUAL Y NUEVAS TENDENCIAS EN EL MUNDO DEL LIBRO DE F. MORALES LOMAS







MERCADO ACTUAL Y NUEVAS TENDENCIAS
EN EL MUNDO DEL LIBRO

F. MORALES LOMAS
Presidente de la Asociación Andaluza
de Escritores y Críticos Literarios
Vicepresidente de la Asociación Colegial
de Escritores de España (Andalucía)


Índice

1.             A modo de introducción.
2.             El reparto del pastel.
3.             La crisis y el libro.
4.             El sector del libro en España entre 2013 y 2015 según datos del Ministerio de Educación.
5.             Tendencias globales del sector editorial según informe del Business Club en 2014.
6.             Determinados sectores de interés.

……………….

1.             A MODO DE INTRODUCCIÓN

Decía Carlos Marx que el arte (y, en consecuencia la literatua) no es una actividad humana accidental sino un trabajo superior en el cual el hombre despliega sus fuerzas esenciales como ser humano y las objetiva o materializa en un objeto “concreto-sensible”, como bien nos recordaba Adolfo Sánchez Vázquez en Las ideas estéticas de Marx. En muchas ocasiones el escritor lo que trata es de comprender el mundo y transmitir su visión de esa comprensión. la literatura es informadora siempre de un momento histórico. El escritor dota de sentido a la observación de lo contingente y perecedero. Su trabajo es apasionante porque su encuentro con la materia es doble: por una lado, lo observado; por otro, la praxis de la escritura, su voluntad de ordenar el mundo desde el verbo: “El poeta que va a hacer un poema tiene el vago sentimiento de que parte hacia una cacería nocturna en un bosque muy lejano”, dirá García Lorca para expresar esa dimensión ignota del hecho creador. Pero también es cierto que, en esta búsqueda y tránsito por un mundo inédito, el escritor también se enfrenta solitariamente a la creación en su dimensión dramática, en absoluta soledad y con la intuición de que la creación a la que se ha encomendado lo sitúa frente al problema de su propia existencia, su libertad y el lugar que ocupa en el mundo, material o espiritual, que quiere representar, como decía Pérez Rizzi. De este modo tiene el artista la capacidad de situarse en un plano externo al mundo, contemplando y entramando sus leyes con la posibilidad de salirse de ellas, dejando a un lado las apariencias del espacio y del tiempo. Partiendo de esa importante función social que cumple el escritor, ¿cuál es en la actualidad la situación profesional de los escritores en España y Andalucía? ¿Qué contrariedades tienen los escritores andaluces en la actualidad? ¿Cómo se enfrentan a ellos? ¿Qué dinámica se sigue...? ¿Cuál es, en definitiva, su situación profesional?
Sin duda que las primeras palabras que nos vienen a la escritura en este momento son las pronunciadas hace dos siglos por Mariano José de Larra cuando pretendía explicar instantáneamente lo que suponía para un periodista decimonónico intentar ejercer su oficio de un modo digno y honesto, sin caer en la tentación de descerrajarse un tiro en la sien. Vano empeño como a la postre se demostró. Y dijo entonces aquellas palabras para la historia que bien se podían extender (y con más razón) a cualquier lugar del país: “Escribir en Madrid es llorar”[1]. Llorar como síntoma de impotencia, como presagio de rabia contenida ante la imposibilidad de que la maltrecha situación cambie. Y durante el siglo XX, Luis Cernuda en su poema “A Larra con unas violetas” hizo la glosa de las mismas y añadió que escribir en España es morir:

Escribir en España es llorar, es morir,
Porque muere la inspiración envuelta en humo,
Cuando no va su llama libre en pos del aire.

Ni el tejido editorial andaluz está en condiciones de competir con editoriales de Barcelona o Madrid, ni los reinos de taifas existentes, que luchan entre sí para poder sobrevivir, pueden dar respuesta a esa necesaria promoción del libro andaluz.  Como en la banca o en otras actividades productivas, no han llegado las fusiones ni las concentraciones a las editoriales andaluzas y mientras tanto cada una juega su propio rol, su propia dinámica personal para, en medio del marasmo lograr un pequeño bocado del pastel publicitario, del pastel de la subvención, de las ayudas que calmen su sed. No hay visión de futuro sino la inmediatez de conseguir algo de beneficio “cortoplacista”.
Ahora bien, ¿sería la solución esa concentración editorial? Evidentemente en sí misma no, si no existen unos criterios democráticos, amplios y generosos que apuesten por la obra bien hecha, la literatura de calidad y no un comercio basado en el principio capitalista exclusivamente y en el proceso de comercialización del libro que se vende con exclusividad de generar un producto consumible. Porque así es como está funcionando hoy día el proceso en EE.UU: “Miles de editoriales de distintos países del mundo se han ido agrupando, vendiendo o cerrando, al punto que termina el siglo y, en los Estados Unidos, el primer mercado del mundo en términos editoriales, el 25% de los libros publicados y un tercio de los que aparecen en la lista de Best Sellers del New York Times son de una sola compañía (...) ¿Qué importancia tiene esto para un escritor? Mucha, porque a partir de semejante concentración, el número de títulos publicados al año en los Estados Unidos tuvo una importante reducción. Y cuando una editorial reduce el número anual de nuevos títulos, la lógica de la rentabilidad lleva de manera automática a optar por aquellos más seguros, de éxito más probable y de menor riesgo comercial. Este criterio de selección suele estar reñido con la calidad literaria, la innovación y el aporte cultural. Vemos entonces como, en las grandes empresas editoras, las decisiones de contratación han pasado del área editorial al departamento comercial, algo que sucede en todos los países”[2].
Sin ninguna duda, estamos asistiendo a un proceso de globalización también en el ámbito del libro y la edición, y a la consiguiente concentración de grandes grupos editoriales que tienen como objetivo contratar los best sellers internacionales que tienden a tener los derechos universales del autor y a su macro-producción urbi et orbe.
Es evidente, que la literatura, como otros ámbitos también se ha globalizado y, quizá, estemos asistiendo al final de sus días como producto literario de calidad. La literatura, como objeto de consumo que es, depende, por consiguiente, de ese mercado, “se habla demasiado de literatura: y tal vez nunca la literatura haya interesado menos que en nuestros días. Se habla de literatura, fundamentalmente, desde los intereses del mercado (...) ¿Es hoy el autor una víctima más del mercado a través de sus intermediarios, agentes literarios, distribuidores, vendedores de libros? (...) Las grandes superficies acaparan la mayor parte de la venta de libros. El libro, para ellas, es solamente un objeto de consumo más, como un detergente. Si resulta rentable, ocupa un determinado espacio. Si no, se le guillotina”[3]. Su producción quedará condicionada a satisfacerlo: “El mercado señala, el mercado pauta, el mercado impone. Ya casi no existen esos editores que, hasta hace diez o veinte años, editaban para señalar tendencias, enriquecer y aportar. ¿Para qué correr  riesgos con libros de éxito dudoso, si se puede editar libros de éxito garantizado? Esta verdad, indiscutible desde la lógica del inversor, resulta aberrante desde la lógica cultural (...) Siguiendo el mismo razonamiento, ¿Quién publicaría, hoy en día, a un jovencito colombiano que inventara historias medio mágicas y hablara de cien años de soledad? Nadie. Hoy no podría surgir García Márquez, ni muchos otros escritores innovadores y exitosos.”[4]. Esta concentración de editoriales a la que aludimos, como en EE.UU., desde luego no opera en Andalucía que desde este ámbito está en una discreta medianía o en una fase prehistórica.
      Mientras tanto, ¿qué hace el escritor con una obra recién creada?: “Para el joven poeta Julio Santiago, que se autofinanció la edición de sus primeros poemarios –y que ha publicado con Vitruvio sus últimas cinco obras–, las posibilidades de publicación en este país se reducen a tres: 'O ganas un premio que conlleve la edición del texto ganador, o envías decenas de borradores que nadie leerá a decenas de editoriales que ni te contestarán, o te autofinancias la edición de tu propia obra' ”[5].

2.             EL REPARTO DEL PASTEL

El libro sigue habitualmente un recorrido a través de cinco instancias para llegar de su autor al consumidor final, el lector:
              El agente (en su caso), quien cobra una comisión (hasta un 15%) solo por buscar un
              Editor, que se encarga de procesar la obra y pulirla hasta entregar un producto final, que necesariamente debe pasar por
              La imprenta, que luego de cumplir con su función entrega el producto al
              Distribuidor, que se encarga de repartir los libros entre los distintos puntos de venta.
              Las librerías, que venden el libro que cualquiera busca y por el que paga una cantidad que se reparte entre todos los anteriores.
El pastel se reparte de la siguiente manera, según un estudio de iReaderReview:
Hablando con cifras en bruto y aproximadas, al autor le toca un 10%; al editor, un 30%; a las imprentas y distribuidoras les queda alrededor de 10% a cada una y a las librerías, un 40%.
En los últimos años -hace más o menos de una década- entró en liza la venta a través de internet de libros. Inició el fenómeno Amazon, que se convirtió en el mayor vendedor al por menor en Internet. Logró modificar su método de operaciones y trabajando con los principales editores. Sin embargo, a este fenómeno de Amazon se ha unido la digitalización y el archivo de Google Book Search. En 2008, el stock de libros sobrepasó la marca de los 7 millones y hay tres tipos de información disponible en el servicio:
·               Libros del dominio público que ya no son accesibles o que ya no siguen en impresión.
·               Libros que ya no están siendo impresos pero que aún tienen derechos de autor vigentes.
·               Libros que han sido escaneados por unos 20,000 editores asociados y que han sido enviados a Google.
Pero existe algo donde todavía no se ha hecho justicia, como casi siempre, y es en los autores de los libros, que deberían tener una porción más grande del pastel de la que actualmente reciben, al haber sido suprimidos, gracias  a los ebooks, la imprenta, el distribuidor y la tienda. El problema aquí es que lo más probable es que Amazon quiera quedarse con las porciones de esas instancias.
Otro fenómeno a tener en cuenta es el Print on Demand (el POD) (impresión bajo demanda): un método que se utiliza para imprimir un número determinado de ejemplares utilizando tecnología como impresión offset, que permite que sea económico imprimir bajas cantidades de libros, algo impensable hace un par de años. El POD surge como una respuesta a cierta aversión del público frente al Kindle. El lector, por su parte, no nota la diferencia. Dos intermediarios de POD: Lulu (https://www.lulu.com ) y Blurb (http://www.blurb.com ) (http://www.blurb.es ), han explotado todos los recursos de la web para llevar este nuevo fenómeno a dimensiones sin precedentes.
Lulu es una plataforma de estadounidense de autopublicación que se especializa en la publicación e impresión de obras bajo demanda (POD), por tanto, solo cuando se encargan. Sus oficinas está en Morrisville (Carolina del Norte). Sus servicios se dirigen a autores, artistas, músicos y empresas. Esta plataforma permite a los creadores publicar libros, imágenes, CD, DVD, álbumes de fotos… por medio de herramientas que desarrollan. Los compradores tienen la posibilidad de navegar por este mercado global virtual buscando productos e interactuando con los creadores. El servicio de Lulu es gratuito, un autor puede publicar sus creaciones sin costos iniciales. Como contrapartida, Lulu solo ofrece ayuda y soporte técnico por medio de los foros y ayuda en línea.
Blurb está tanto en inglés como en español.

3.             LA CRISIS Y EL LIBRO
La actual crisis económica en el sector editorial y en los hábitos de los consumidores obligan al mercado a restructurarse y reinventarse. La empresa de análisis Global Industry Analysts (GIA) publicó hace un tiempo un informe titulado  “La industria editorial: una perspectiva global”,  sobre el estado y el futuro de la industria editorial en todo el mundo, en el que -contra lo esperado en estos tiempos- da una perspectiva  muy alentadora: la industria norteamericana ingresa 322.700 millones de dólares en 2015.
La industria editorial resistió durante la primera parte de la recesión de 2007-2009, en gran parte debido al hecho de que los libros/revistas/periódicos son una forma barata y accesible de ocio en tiempos económicamente difíciles. Sin embargo, al alargarse en el tiempo, la industria acabó cediendo ante la presión y la disminución de las ventas de libros, y comenzó una fase de consolidación basada en la racionalización y la reestructuración, y también en alianzas estratégicas, fusiones, adquisiciones y cierres. Por tanto, la recesión también ha propiciado cambios en los hábitos de lectura, con la caída de ventas y de lectores casi generalizada. Un factor llamativo es que durante la crisis los lectores se han ido hacia lecturas ligeras, como la intriga criminal y la novela romántica, entre otros; al mismo tiempo que subían las ventas en los libros de actualidad social y política.
En cuanto al futuro de la edición impresa, el estudio revela que existe optimismo sobre esta, ya que los libros están profundamente arraigados en numerosas culturas en todo el mundo.
La adopción de la edición digital, la impresión bajo demanda y las tecnologías en línea ayudarán a la industria a competir con nuevas alternativas. Uno de los sectores que va creciendo cada vez más es la auto-publicación, a pesar la amenaza de las grandes empresas que pueden absorber a los pequeños actores. Con la normalización de los dispositivos de lectura electrónicos, teléfonos inteligentes y Tablet PC , el sector de la edición digital está creciendo a un ritmo acelerado. Hoy en día, la edición digital se percibe ya como un segmento de negocio complementario y no como un sustituto para la edición impresa.

4.             EL SECTOR DEL LIBRO EN ESPAÑA ENTRE 2013-2015 SEGÚN EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN
En los últimos años el sector está experimentando un importante descenso en su cifra de negocio. La crisis económica y financiera iniciada en 2007 y, consecuentemente, la reducción del consumo y de la demanda interna parece, tal y como apunta la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), la causa principal de esta bajada. Una crisis cuyos efectos no se hicieron patentes hasta 2009, cuando se registró el primer retroceso (- 2,4%), y a la que se han ido sumando otros factores como el proceso de cambio en los hábitos de consumo cultural como consecuencia de la evolución digital.
Tras estos primeros efectos de la recesión económica, según recogen los informes sobre Comercio Interior del Libro en España, en 2010, 2011 y 2012 se agudizó el descenso, produciéndose nuevas bajadas del 7%, del 4,1% y del 10,9% respectivamente. Lejos de recuperarse, en el ejercicio de 2013 el sector vio disminuida su facturación en un 11,7%, retrocediendo hasta los 2.181,97 millones de euros, la cifra más baja de los últimos catorce años. El número de ejemplares vendidos fue de 153,83 millones, un 9,6% menos que en 2012.
El informe destaca que entre los años 2009 y 2013 la cifra de facturación ha disminuido un 29,8% y el número de ejemplares un 34,9%.
Sobre el hábito lector la evolución al alza del hábito lector en España, pero escasa. No solo se ha incrementado el índice lector, también el número de libros que por término medio se leen anualmente. Las mujeres, con un 64,1% de lectoras en el tiempo libre, leen más que los hombres (54%). Las diferencias afectan también al tipo de lectura: las mujeres leen más libros y revistas.
Los porcentajes de lectura van descendiendo a medida que aumenta la edad, siendo los jóvenes de 14 a 24 años los que más leen. Todas las comunidades mejoraron sus resultados respecto al año anterior. La literatura continúa siendo la materia más leída (77,5%), con especial peso de las novelas y los cuentos (73,7%).
Es destacable el aumento de la lectura digital en más de 10 puntos porcentuales en el periodo 2010-2012, siendo el perfil del lector digital el de un hombre, de 14 a 24 años y con estudios universitarios, y el material más leído los periódicos (38,0%), seguidos por los libros (11,7%). El soporte de lectura digital es habitualmente el ordenador lectura digital (55,8%).
Para la International Publishers Association, España se situaría a nivel internacional en el cuarto puesto en términos de producción de nuevos títulos anuales por cada millón de habitantes, por detrás de Reino Unido, Taiwan y Eslovenia.
En el último año la edición ha crecido por primera vez un 1,9% más que en el año anterior. No obstante todavía no se ha superado el nivel de ventas de 2010, 2011 y 2012 que habían sido los años de mayor número de ventas. Sin embargo, frente a esta cifra optimista, el Instituto Nacional de Estadística arroja en su última Estadística de Producción Editorial un descenso del 0,7% en el número de títulos editados y depositados en la Biblioteca Nacional.
Otros datos significativos son el acortamiento del ciclo de vida de los libros en el mercado o la existencia de más títulos, pero también, de menos copias, es decir, la bajada de la tirada media que descendió en 2013 en una media de 300 ejemplares. En cambio, en línea con los que comentábamos antes se produjo el incremento en la tirada en las Novelas de humor (+71,4%), de ciencia ficción y terror (+42,0%) y policíaca o de espionaje (+2,6%).
La edición de libros digitales muestra respecto al año anterior un descenso del 1,9%, con un total de 20.263 ISBN. Su peso sobre el total de la oferta retrocede del 23,2% al 22,3%. Con estos datos se invierte por primera vez la tendencia iniciada en 2008 hacia el aumento de la edición digital en detrimento de la edición impresa.
Un elemento destacable en Andalucía es el descenso en la producción editorial: un dato alarmante. Frente a los 15.000 libros publicados en 2010, en 2014 se han publicado 9000. También el descenso se produce en literatura infantil y juvenil.
Un sector a tener en cuenta son las editoriales, en las que a pesar de existir una evidente concentración, el mercado editorial español está diversificado y hay competencia. Según datos de la FGEE, solo el 29,9% de las editoriales españolas pertenece a algún grupo empresarial, lo que hace que el sector editorial español esté configurado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas. Y son precisamente estas las que facturaron el pasado año el 39,3%, mientras las grandes alcanzaron el 27% y las muy grandes, el 33,8%.


5.             TENDENCIAS GLOBALES DEL SECTOR EDITORIAL SEGÚN INFORME DEL BUSINESS CLUB EN 2014

Hay un evidente proceso de concentración en el mundo editorial a nivel internacional. En 2013 la editorial Random House, del grupo Bertelsmann, el mayor del mundo de la edición, se fusionó con Penguin, del grupo inglés Pearson, una de las pocas marcas mundiales y uno de los Cinco Grandes grupos editoriales en inglés, y a comienzos del verano de 2014 trascendió que la rama estadounidense de Hachette estaba comprando Perseus Books Group, el mayor grupo independiente de Norteamérica. Perseus Books presta servicios a cientos de editoriales independientes, además de gestionar un respetado sistema de distribución que ahora venderá a Ingram, el mayor mayorista mundial.
La mayor editorial comercial, Random House (incluyendo los resultados de Penguin de la segunda mitad de 2013), aparece en quinta posición, seguida de Hachette. Solo otras dos editoriales comerciales están entre las diez primeras, la española Planeta y la alemana Holtzbrinck, aunque esta debe la mitad de sus ingresos a la edición científica y educativa.
La mayoría de los grupos con mayores ingresos está especializada bien en educación (Pearson, McGraw-Hill, Cengage y la mitad de Holtzbrinck), bien en publicaciones científicas, técnicas y médicas. Estos grupos han sufrido importantes cambios durante la última década, reorganizándose, fundiéndose o fortaleciéndose.
A nivel global, tanto en América como en Europa se observa una caída del libro en edición de papel y un aumento en la edición digital. Los hábitos de lectura están cambiando también, los libros ahora compiten con una amplia gama de otros formatos y fuentes, incluyendo sitios web (los cuales compiten con la no-ficción o los títulos autopublicados) y el entretenimiento en línea (desde juegos y películas a la música en streaming). De hecho, todo el ecosistema para los autores, edición y distribución de libros, y la lectura está sujeto a este tipo de transformación.
Algunas conclusiones: Son varias las fuerzas que intervienen en la transformación que está experimentando la industria editorial, funda- mentalmente dos: la digitalización y la globalización.

6.             DETERMINADOS SECTORES DE INTERÉS
El objetivo de las industrias de los contenidos digitales es doble: adaptarse y reinventarse. Un tema que siempre se plantea es el futuro de la industria del libro, y si será o no será digital. Los malos resultados obtenidos en los últimos meses (que han sido también pésimos para el libro impreso), el descenso en la venta de ereaders, el “aplanamiento” de la curva de crecimiento internacional de las ventas en digital… no ofrecen síntomas halagüeños. No obstante, ninguno de estos datos son razón suficiente para negar que el cambio existe. La edición está en un punto de inflexión, aunque la revolución del ebook se está tomando un respiro.
Otra idea importante: la auténtica competición no se desarrolla entre editoriales o editores rivales sino con todo el conjunto de informaciones y entretenimiento al alcance de los consumidores. […] Lo libros compiten contra videojuegos, televisión, películas, Facebook, blogs, webs gratuitas de noticias y más… La industria editorial está atrapada entre el aún rentable negocio impreso y el nuevo negocio digital, que produce más beneficios por unidad pero menos en los ingresos totales. Muchos editores consideran que el ebook canibaliza las ventas de libros impresos. Su precio venta al público se fija, sin duda, pensando en ayudar al papel a seguir siendo atractivo a muchos lectores.
El lanzamiento de Amazon Kindle marcó el principio de una enorme explosión en las ventas de libros digitales en EEUU. El aumento año a año de las ventas llevó a muchos observadores a sugerir una trayectoria ascendente continuada. Entonces, en 2013, el crecimiento se detuvo, aunque no disminuyó. Los optimistas dieron por sentado que era un simple bache, pero los datos arrojaban claramente que las ventas de los ebooks se habían parado.
La autoedición seguirá creciendo impulsada por las nuevas posibilidades y tendencias tecnológicas. El quinto título mejor vendido en la lista de ficción de Amazon Kindle es His Secretary: Undone (A Billionaire Romance) por Melanie Marchande. Publicado en diciembre de 2014, está a la venta “por tiempo limitado” por 0,99 dólares. El libro ha recibido 178 comentarios y una calificación media de 4,4 (de 5).  En su página de autora de Amazon, Marchande se describe a sí misma como “una escritora joven que adora crear historial divertidas, coquetas y a veces tórridas acerca de dos personas que se dan cuenta de que no pueden vivir la una sin la otra”.
Los ebooks en Amazon hicieron posible para casi todos los autores la venta de sus libros en una plataforma digital que llega a millones de potenciales lectores. Aún así seguían siendo desdeñados. Alguno de estos autores se convirtieron en autores de bestsellers, y esto marcó el comienzo de un cambio de actitud en la industria editorial acerca de la credibilidad de la autoedición.
Los autores autoeditados también representan la cantera para el sistema de innovación editorial. Con presupuestos pequeños y enormes ambiciones, se han convertido en innovadores, encontrando vías de acceso a los lectores que son tan arriesgadas como rentables. Los autores independientes más exitosos son increíbles vendedores online, capaces de ir afinando su mensaje a través de redes sociales, blogs y de las oportunidades de promoción que ofrecen tiendas on line com Amazon y Apple.
Según Bowker, el número de títulos autopublicados en 2013 “aumentó a más de 450.564, un 17% más que en 2012 y un 437% más que en 2008”.
Los seguidores más entusiastas forman un grupo central que engullirá cada nuevo libro, adaptación al cine o nota biográfica del autor que llegue a ellos. La edición de libros se está imponiendo en las oportunidades inherentes a las comunidades el línea.
Lanzado por Penguin en 2011, Book Country es ahora una división de Penguin Random
House, pero está dirigida de forma independiente de la casa madre. Sus miembros se congregan sobre todo alrededor de la novela romántica, ciencia ficción, fantasía y misterio-policíaca. De Book Country surgió hace poco The Sojourn, de Andrea Dunlop (adquirida por Simon & Schuster), siguiendo el patrón que en 2011 nos proporcionó Cincuenta sombras de Grey.
Wattpad es “un lugar para descubrir y compartir historias: una plataforma social que conecta gente a través de las palabras”. Se ha convertido en la madre de todas las comunidades online, con más de 35 millones de usuarios y 75 millones de historias creadas. Goodreads, ahora propiedad de Amazon, es la web número 1 para los lectores entusiastas: 30 millones de usuarios han creado 34 millones de visitas. La comunidad libresca crece activamente en la totalidad de las plataformas sociales, como Facebook y Pinterest. Los juegos del hambre, por ejemplo, tiene más de cinco millones de “me gusta” en Facebook y otros 100.000 pins en Pinterest.
El alma de las comunidades online es el fandom, lectores que se apasionan por un título (o una serie), un autor o un género. Tiene profundos sentimientos y los expresan online a través de las redes sociales y mediante foros de discusión y wikis. Canción de fuego y hielo, de la serie Juego de Tronos de George R. R. Martin, es una de las más inspiradoras para los fans, y Westeros es su principal sitio fan.
En el corazón del fandon (aficionados a algún libro ….) está el fanfiction (relatos de ficción escritos por fans de una obra literaria). La trilogía Cincuenta sombras de Grey empezó como un fanfiction de Crepúsculo, con la aparición de personajes llamados Edward Cullen y Bella Swan por los protagonistas de Stephanie Meyers. Autores relevantes como J.K. Rowling y Stephenie Meyer recomiendas fanfiction basados en sus personajes. Novelistas de ciencia ficción como Orson Scott Card, autor del bestseller El juego de Ender, es un ejemplo claro de apoyo al fanfiction. “Cada fanfiction suma a mi obra. ¿Qué clase de idiota sería si quisiera que desaparecieran?”En la primavera de 2013, Publishing Technology encargó a Bowker Market Research (BMR) la realización de un estudio del uso de estas comunidades por los editores. Bajo el titular “el compromiso de los editores con las comunidades en línea se duplicará en el año 2015”, la encuesta reveló que dos terceras partes de los editores encuestados ya albergaban una o más comunidades online. La mayoría estaban convencidos de que su inversión ya estaba dando sus frutos.
La industria editorial se ha caracterizado por crear productos para un “cliente” del que nunca han hablado y con el que nunca han hablado, visto, interactuado, y que no han tenido en cuenta. De hecho, muchas editoriales podrían considerar al autor su cliente principal, ya que los servicios al autor son el componente básico de su negocio. Desgraciadamente, hay un grupo de nuevos intermediarios, incluso más opacos que el librero tradicional. Estos nuevos intermediarios, Amazon, Apple, Barnes & Noble y demás, consideran a sus clientes un activo que debe ser celosamente guardado. Es una razón más para que los editores identifiquen y apoyen a sus comunidades lectoras y maximicen sus esfuerzos para llegar a las concurridas plataformas pobladas por fans, entusiastas de las reseñas de libros, recomendadores y demás.
Otra idea importante es la asociación con vistas a nuevas estrategias: los líderes que se asocien y colaboren dentro de la industria editorial serán los que tengan más éxito. Las empresas que traten de comercializar innovaciones no triunfarán si sus proveedores, distribuidores y demás “socios” no hacen o no pueden hacer lo propio. Y se debe tener en cuenta que los autores no vuelan solos, son parte de un equipo creativo tradicional que incluye editor, diseñador y corrector, un director de prensa (que lleva el marketing) y un “financiador”, que cubre los gastos iniciales. Todos los miembros del equipo comparten los riesgos y cada uno es recompensado en proporción de su contribución al proyecto.
En este sentido ¿qué futuro le espera, pues, al agente literario?
Jane Friedman resume muy bien los tres nuevos modelos de negocio que están empezando a desarrollar los agentes literarios en EEUU y que creemos que acabarán imponiéndose también en los países de habla hispana:
1. Gestión integral de la carrera del autor: En este caso, el agente literario se comporta más como un socio del autor que como un intermediario, y participa con él en una carrera de fondo a largo plazo. Además de prestarle servicios de edición de sus textos, le ayuda en la creación de su marca de autor, a reafirmar su presencia en las redes, a conformar y ejecutar campañas de marketing.
2. Servicios editoriales convencionales: Como expertos en la industria editorial y conocedores de los gustos de los editores, los agentes literarios pueden ser buenos editores de mesa (o editores junior) para los escritores. Es decir, pueden ayudar al autor a presentar al editor un manuscrito que se adapte al estilo del catálogo de la casa.
3. Servicios de publicación:  Un buen ejemplo es el agente literario Scott Waxman, precursor de Diversion Books. Diversion publica libros digitales originales y está enfocado en las obras que no tienen un lugar en el mercado comercial actual, pero también ofrece servicios editoriales tradicionales (packaging) y de marketing. Una especie de híbrido entre la edición, la autopublicación y la agencia de publicidad.
Probablemente irán surgiendo más variantes a estos tres modelos, adaptándose a las necesidades de los escritores y las exigencias del mercado. Lo que está claro es que los agentes literarios tendrán que reinventarse o desaparecer.

























[1] El fragmento en el que iba inserta la famosa frase es el siguiente:“Escribir como escribimos en Madrid es tomar una apuntación, es escribir un libro de memoria, es realizar un monólogo desesperadamente triste para uno solo. Escribir en Madrid es llorar.”(”El artículo literario y periodístico”, pp. 46-47). Los versos que siguen reiteran una vez más un sentimiento que no era solo pasajero sino arraigado incluso en la lírica:

¿Cuándo, Delio, insensato he de mirarte
libro y pluma arrojar y en el tintero
dejar metido entre algodón el arte?
¿Estudias en España majadero?
¿No tienes experiencia? ¿Estás demente?
¿Tan poco aprecias, bárbaro, el dinero?

[2] Schavelzon, G. (1999) La función del agente literario. Ponencia presentada al Encuentro Iberoamericano de Mujeres Narradoras, Lima, agosto 1999. También se puede encontrar [en línea]
  [Consultado: 1/05/2009].
[3] Sorel, A. (2009) ¿Agoniza la literatura? República de las Letras, 5, febrero 2009, p. 5.
[4] Schavelzon, op. cit.
[5] Azancot, N.; Francisco, N. de (2006) La historia oculta de la autoedición encubierta y la edición subvencionada. El Cultural-Letras, 10 de febrero 2006: “Más clarificador es el caso de Francisco Romero, último ganador del premio Río Manzanares de Novela con Papel carbón (Calambur). Finalista de varios premios, se cansó de mandar sus novelas a editoriales prestigiosas que no le contestaban, y creó su propia editorial, Baobab. Con la ayuda de un amigo diseñador, una imprenta, su tienda y su experiencia como fotógrafo, se autoeditó sus tres primeras novelas. 'Me edito los libros y los vendo en mi tienda. Y como realmente funciona el boca a boca, algunos autores desconocidos me han pedido que les edite yo, algo que no entra en mis planes. Lo peor es que engañan a muchos autores dispuestos a pagar lo que sea por ver su libro impreso –insiste Romero–. Les dicen que se van a ver en librerías, y no mencionan que si eso ocurre, y no es lo normal, estará en una repisa escondida' ”.

La creación literaria y el escritor

La creación literaria y el escritor
El creador de libros, pintura de José Boyano