martes, 22 de julio de 2014

ALBERTO TORÉS RESEÑA PUERTA DEL MUNDO, EL POEMARIO DE F. MORALES LOMAS

Alberto Torés y F. Morales Lomas

SUR. REVISTA DE LITERATURA. NÚMERO 2, JULIO 2014 (ISSN 2341-4804)





LA POESÍA DE LA ESPERANZA
Albert Torés

Puerta del mundo
Francisco Morales Lomas
Ediciones en Huida, Sevilla, 2012
Con el autor, el lector asume como propio la idea de “la esperanza como el quicio de una puerta que se abre al mundo donde todo está por descubrir”.A todas luces, Francisco Morales Lomas aplica, de manera práctica y desde la perspectiva poética, la hoja de ruta de lo que viene conociéndose como el Humanismo
Solidario.
Puerta del mundo que es el poemario que nos ocupa, aunque en general, toda su producción escrita, poética esencialmente, muestra siempre un manifiesto vitalismo, mejor aún, una esperanza que se fundamenta
en la tradición para en su recorrido de creer y descreer presentarse ante el futuro con eternos y renovados signos de libertad. Sin duda, la poesía es el espacio por excelencia de la libertad, pero no sólo la palabra poética le deja ver el mundo con una mirada libre. La palabra poética es también una gozosa y sustanciosa manera de conocer, de mantener un diálogo con la poesía desde un eclecticismo inteligente y también, cómo no, de interiorización. El anhelo de expresar lo íntimo, lo no dicho, lo no sabido, el secreto, en suma, lo
más profundo del ser.
Puerta del mundo es una plena emanación de la vida con el sólido registro de la historia
como Pilar pero especialmente con un sentido agradecimiento hacia los padres del poeta, lo que
enfatiza un solidario lazo con las raíces, unas emotivas imágenes que en su contemplación ofrecen
unos textos impecables. Una emoción intensa que contagia al lector y que se va a ir reconstruyendo
a partir de contradicciones, cruzando tiempo y duracion, efectos y creaciones, para enmarcar
categóricamente que la palabra piensa. “Las mejores palabras en el mejor orden” que diría
Luis Cernuda, quizá al comprobar que las palabras tienen un primer sentido y un segundo figurado, La poesía de la esperanza que además en materia poética, dispondrá de un tercer sentido, el libre fluir del pensamiento expresado para unirse a nuestras existencias, a nuestro pasado, a nuestras maneras de amar, a lo vivido y proporciona un sugerente, universal y bello poemario con el que poder identificarse.
Sería una osadía afirmar lo evidente, esto es, considerar a Francisco Morales Lomas como un
escritor incontestable y radicalmente necesario. Un escritor humanista en la más clásica acepción
del término, pero dada la belleza de la desobediencia, lo afirmo. Me limitaré a deciros
www.moraleslomas.com
En efecto, acabáis de comprobarlo. El humanismo moralesiano abarca tantos géneros como
inquietudes humanas.
La reflexión filosófica y el discurrir literario en ensayos, la novela, el teatro, la columna
periodística, los manifiestos político y poético, los tratados didácticos, las prácticas docentes, la
poesía, es decir, el placer del estudio y la creatividad como justificación para dar sentido a nuestro
paso por este escenario. El hombre es el punto de partida de la escritura de Morales Lomasny es
también el punto de llegada de las acciones humanas.
Puerta del Mundo piensa esa doctrina centrada en el hombre con el descubrimiento del otro,
sin escapar al tejido relacional con el medio. Con la certeza de estar asistiendo a un nuevo orden o
al menos a una sociedad en plena transformación, quiere dotar al poema de significación máxima,
como medio de enriquecimiento de la condición humana en todos los planos al alcance, cultural,
reflexivo, artística, estético, ético. La imagen del árbol tan recurrente no sólo en el ámbito literario,
tiene aquí plenos poderes en cuanto a relevancia simbólica se refiere.
Juan Goytisolo desarrolla su idea de la literatura con esta imagen del árbol de las letras al que cada
escritor agrega una rama, una semilla o una hoja por su propio acervo y experiencia posibilitanto el
enlace con otras partes del árbol, con la totalidad, porque ha representado la vida del cosmos, su
densidad, generación y regeneración; de igual modo, se le reconoce una esencial transmutación, un
divagar de eje entre los mundos. En el poema II de la II parte :
Vago de un mundo a otro, de ilusiones
me nutro y absorbo el ruido de los sueños
y cada vez soy más canto heroico
que en la noche busca el himno que emociona.
No me habléis de sueños, ya los he vivido.
Vago de un mundo a otro, clandestino.
De manera más categórica también, el árbol de la ciencia indica el proceso evolutivo, el
crecimiento de la idea, la vocación, la puesta en marcha de la imaginación creadora. Una unión
marcadamente interdisciplinar lleva al conjunto del árbol a representar caminos completos.
Consciente de ello, el poeta localiza el fondo del humanismo solidario y escribe en el poema VI de La poesía de la esperanza la II parte:
Hombre, me dijeron, y me hice árbol,
tronco vigotoso, raíz que se hunde
en tierra y horada los profundos mares.
Localiza el tropel de músicas, los impulsos cálidos, los enigmas de la patria, la fragilidad de
la tristeza, las palabras inexplicadas, las sonrisas de las madres, las dudas, los héroes vencidos, el
vértigo de la fatalidad, la historia prisionera, la calma quietud, las quimeras solemnes, lo intangible
y lo material, los interrogantes y las respuestas, el orden de las cosas y lo efímero de los tiempos,
inicialmente como producto de un clima pesimista: la crisis económica, la guerra ideológica, la
angustia, los progresos técnicos, la consideración del hombre como individuo productor y
consumidor, la sensación de pérdida de referencias, la muerte que por más que forme parte de
procesos naturales y tengamos conciencia de ello, nunca se está lo suficientemente preparado para
su aceptación.
Sin embargo, Morales Lomas busca el territorio para que el hombre no sea lanzado sin razón
a un mundo desprovisto a veces de sentido, y para que participe en la historia y sociedad.
Por tanto, si el existencialismo aunaba esas dos tendencias, la de poner en valor lo absurdo de la
vida y la de destacar la solidaridad, el compromiso, el servicio social, por más que los críticos
interesados resaltaran únicamente el primer aspecto, nuestro poeta dueño de sus actos, destino y
pensamientos lo expresa con una fuerza y una belleza incuestionables en el poema VI de la I parte:
Cielo azul de mi infancia, los árboles distantes,/la vida, que despierta de un profundo
letargo,/se rebela suave en su impávida belleza./Miro al mar sin dueño, sus celajes de sal,/el sueño
de la arena, su memoria de rosa/seca que dulce embriaga la bondad de este canto.../Por un
momento soy Dios en la calma suave/de las olas que laten junto a mí con dulzura../Y siento que
también yo soy un sueño lejano/que de tarde en tarde llega hasta mí y palpita/ y corea ufano la
alegría de ser.
Son los escalones de la nostalgia y la palabra dada al mundo los componentes del nuevo
poemario de Morales Lomas, pero sobre todo, el deseo de hallar la serenidad en el espacio y en el
tiempo, con una respuesta y no un murmullo expresada desde lo más íntimo. Siempre he
considerado esa virtud de Morales Lomas para hacer brotar de los profundos surcos de la memoria
imágenes que se fijan en la página en blanco con una brillantez asombrosa. No hay silencio ni
siquiera deseos de traducir silencios, ofrece más bien su verso minucioso, cómplice de irónica
ternura a veces para rendir homenaje a las raíces, al amor de los padres.
¿Te acuerdas de la primera lluvia?/Mucho antes de la declaración de la renta,/de que el
corazón se consumiera/en una odisea de instancias,/de que el corazón escandalizara/el paso del
tiempo.La poesía de la esperanza
Es indudable que estamos ante una escritura meditativa, reflexiva y que el tono poético que
no desea titularse. De ahí que no figuren títulos, sino 5 partes, cada una con 7 poemas salvo una de
cinco textos. Se trata de una reflexión sobre el tiempo realizado desde varios flancos, desde varios
tiempos, aunque destaca una conciencia personal ligada estrechamente a la temporalidad individual
del sujeto lo que nos lleva a la reflexión sobre el tiempo como uno de los ejes temáticos de su
poesía, y en concreta de este poemario.
No es casual que una de las llamadas externas sea la de Octavio Paz, es decir, la asociación
más evidente con la palabra “humanismo”, un humanismo dialogante y crítico. También juega un
papel relevante la mención del poeta Auden cuya dimensión ética es un paradigma del humanismo
solidario. No digamos ya cuando Ángel González encabeza el apartado de citas, en el relieve del
paso del tiempo, en la temática amorosa diversa y cívica, con una escritura con la esperanza como
telón de fondo.

NUEVA RESEÑA SOBRE BAJO EL SIGNO DE LOS DIOSES DE F. MORALES LOMAS POR ANTONIO MORENO AYORA




F. Morales Lomas y Antonio Moreno Ayora (Puente Genil, abril 2014)



SUR. REVISTA DE LITERATURA, NÚMERO 2, JULIO 2014. ISSN 2341-4804

SUR. REVISTA DE LITERATURA, NÚMERO 2, JULIO 2014. ISSN 2341-4804
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Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas
LITERATURA Y CORRUPTELAS EN EL SIGLO XVII
Por Antonio Moreno Ayora

Desde el primer libro de narrativa de Francisco Morales Lomas, El sudario de las
estrellas, de 1999, hasta otro último de 2014 titulado Cautivo, segunda historia de la
trilogía Imperio del sol, van muchos años de maduración y de perfeccionamiento estilístico que el autor ha llenado con abundantes lecturas, la práctica del ensayo y el ejercicio literario propiamente dicho realizado en la elaboración de otros argumentos, entre ellos los de sus novelas Candiota (2003), La larga marcha (2004) y El extraño vuelo de Ana Recuerda (2007), esfuerzo narrativo que se ve completado además por numerosas colaboraciones en diversos volúmenes colectivos, de los que por citar un solo ejemplo daremos el titulado Derecho y literatura que editó Ánfora Nova en 2012. Así pues, si Cautivo (Nazarí, Granada, 2014) es la segunda entrega de la serie antes citada, la primera de la misma es Bajo el signo de los dioses (Alcalá Grupo Editorial, 2013), importante por iniciarla y
por forjar la base y el tono de un tipo de literatura que discurre dentro de los cánones de la novela histórica haciendo amplias concesiones a las posibilidades de la ficción. Nuestro interés de hoy lo centramos, por tanto, en ese comienzo de ciclo que representa Bajo el signo de los dioses.
En ella, encontramos encarcelado en Valladolid desde hacía dos años al privado Marqués de Siete Iglesias, quien comienza recordando sus últimos días de libertad y el ambiente que ya entonces le era contrario y que acabaría con su procesamiento por orden real. Así, con las correspondientes concreciones, esta nueva novela de Francisco Morales Lomas sitúa al lector a
comienzos del siglo XVII, envolviéndolo en las intrigas cortesanas cuya vorágine empujaba al citado protagonista “en mitad del fuego de los odios familiares, de los resarcimientos palaciegos, en mitad del campo santo, muriendo en vida”. La suerte del prisionero, cuyo nombre de pila era Rodrigo Calderón, queda descrita con alusiones y citas entresacadas de fray Luis de León, de Villamediana o de El Quijote, todas ellas encaminadas a dotar de un basamento literario al Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas argumento del relato presente, ensombrecido por la malicia “del poder y la fama de la que siempre venía precedida la envidia en España”.
Ciertas pinceladas de la infancia de Rodrigo y otros oportunos sucesos de su adolescencia (véase los capítulos II y III) sirven para ir configurando su propia biografía, esbozada en paralelo a la de diversos personajes históricos –pues de la historia más real es de donde se surte esta novela–,y a adelantar que, conseguida por él la posición de secretario del duque de Lerma, llegaría a ser
personaje marrullero y vicioso al que “el tiempo lo fue cambiando y el poder lo fue corrompiendo” (página 39).
La contextualización histórica y literaria es fundamental en este libro, y uno de sus
basamentos de mayor rigor. Ejemplos de ello pueden ser los capítulos V y VI, en donde se recrea la influencia que la emperatriz María de Austria –hija de Carlos V y tía abuela de Felipe III– intenta ejercer sobre este último, y el capítulo VII, donde se da voz al mismo Miguel de Cervantes para que este vaya haciendo comentarios referidos a sus propias creaciones, a las que igualmente entronca en
su biografía: “...no me fue mal en Valladolid, he de reconocerlo, porque la alegría de la publicación de El Quijote compensó todos los males”. Este Miguel de Cervantes (“Manco y penitente, solo me quedaba...”, que es como se describe) es el narrador, en primera persona, de los capítulos VII y VIII, en donde va además situando y reseñando anécdotas de otros insignes escritores contemporáneos
suyos, como Góngora, Quevedo y Lope, aparte de otros de menor nombradía.
La novela ofrece la característica estructural de ir cambiando de narrador según los intereses del argumento. Aunque en muchos de ellos hay un narrador omnisciente en tercera persona, en otros se va modificando la voz narrativa para acomodarla a los sucesos que alguien cuenta en primera persona. Ello sucede, entre otros, en los capítulos IX y X, donde es el propio Rodrigo Calderón el que recuerda conocidos lances y llega a descubrir la razón del título de su historia al referirse a
todas cuantas personas, con sus maniobras y corruptelas, “se creían por encima del bien y del mal” y “Tenían así algo de dioses menores en su estulticia pero dioses bastardos que con un ligero viento podían caer de sus alcores”. Es el mismo Rodrigo Calderón el que, aún en el uso de la palabra, dice
de sí mismo que “había pasado a ser el favorito de Lerma, su brazo derecho, y, por tanto, me había convertido en el hombre más poderoso tras él”. Es esa alternancia de narradores la que permite que otros hablen igualmente del comportamiento político de Rodrigo Calderón, lo que hace un tal Francisco de Juara en el capítulo XI o Lerma más adelante (página 137) al querer concretar que los
organizadores de la vida pública se dejan llevar por los intereses personales para acabar reconociendo que “El ser humano se mueve por el beneficio y solo por él es capaz de actuar”. Es este el razonamiento que con más frecuencia encontramos repetido en el argumento, donde a veces un narrador puede confirmar que “Todos se enriquecen mientras el pueblo paga”, y añadir que por
ello esta es una “historia de despropósitos y avispados” (páginas 177 y 179). Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas En esta sucesión de puntos de vista narrativos, el del hijo de Lerma se deja oír luego en el capítulo XIV para poner en aviso al lector de que la estrella del protagonista estaba próxima a eclipsarse, y ello como un efecto de la caída –relatada en el XVI– de ese dios que era el potentado
Duque de Lerma. Así que el relato, poco a poco, va cerrando el círculo del argumento, y lo suelda definitivamente cuando en el capítulo XVII se vuelve al asunto con que comenzaba la historia, la detención y encarcelamiento de Rodrigo Calderón, al que se le somete sucesivamente (capítulos
XVIII y XIX) a un torturador interrogatorio y a una posterior ejecución pública con que se alecciona mostrando que los dioses caen y se desmoronan como una consecuencia de sus propias maniobras, intrigas, delaciones, prebendas y corrupciones de todo signo, que es lo que viene a
demostrar esta novela de Morales Lomas, ahora de argumento tan actual.
En este sentido, Jesús Zotano, en la entrevista que le hace al autor en La Opinión de Málaga (14-11-2013) hablando de la presentación del libro en el CAL, anota que el mismo Morales Lomas matiza diciendo que “Mi idea era utilizar esta figura histórica [la de Rodrigo Calderón] como símbolo de la época actual. (…) En cuatrocientos años no hemos aprendido absolutamente nada. El
21 de octubre del 2021 se cumplen 400 años de la muerte de Rodrigo Calderón, que fue degollado en la Plaza Mayor de Madrid”. Enseguida, al argumentársele que “Hay quien piensa que novelar la historia es una fantástica manera de acercarla al público y quien cree todo lo contrario, que la novela distorsiona la fidelidad histórica”, el novelista apostilla: “Aquí he querido, además de hacer
novela histórica, mostrar mi apego hacia personajes literarios históricos determinados, como Cervantes. El escritor aparece como personaje en esta novela. Con lo cual estoy uniendo cuestiones de tipo históricas y una cierta sentimentalidad hacia escritores con los que tengo una especial
relación. Es una forma diferente de abordar la novela histórica o la histórica novelada”. De igual modo, Encarni Pérez puede hablar, ya en su mismo titular, de “Una historia de ayer con semejanzas en el hoy” (Información, 23-29 de abril de 2013, pág. 21), comentando además que “abren el telón a
una época, una historia, un momento, una situación, un personaje... que deja impreso el deseo de continuar indagando en sus páginas para saciar la necesidad de saber, de descubrir quién es aquel (...)”.
Y efectivamente, el autor, junto a la riqueza de sucesos y anécdotas de corte político, ha querido igualmente contextualizar su argumento en la vida cultural y literaria de la época, que tan unida estaba sin duda al acontecer político. Así, en esta línea, un capítulo fundamental es el XV, en el que de nuevo se permite al propio Cervantes mostrarse en contra de Lope de Vega (“Nunca me gustó el teatro de Lope ni su vanidad”, comienza el capítulo), concretando luego curiosas
reflexiones sobre la literatura y la suerte que esta le depararía, y todo ello en unas páginas que evidencian la alta capacidad de Morales Lomas para enhebrar en ellas su saber literario y su sensibilidad para penetrar la biografía de sus personajes, uno de los cuales es este genio universal Literatura y corruptelas en el siglo XVII: Bajo el signo de los dioses de Francisco Morales Lomas haciendo recopilación de su vida y de su melancolía en plena vejez: “Pero ahora, puesto ya el pie en
el estribo, aquí yazco entre estos almohadones, contemplando la primavera que entra por la ventana, dulce en la blandura de presentir que todo se me está yendo en un hermoso día, como ha sido mi vida (...)”.
En la mencionada entrevista de Jesús Zotano, este aclara que “Bajo el signo de los dioses cierra su trilogía, aunque es el primer título en aparecer...”. Por ello, con la presentación el día 8 de mayo de 2014 en el Ateneo de Málaga -seguida de otras más en varias provincias- de la novela Cautivo, se avanza en la configuración de la trilogía Imperio de Sol iniciada con Bajo el signo de los dioses “a finales del pasado año, que se completará con Puerta Carmona, aún inédita” [Papel
Literario Digital, 9-5-2014]. Del conjunto ha precisado el autor -una vez que se publique esta última anunciada en la editorial Quadrivium- que “arranca hace varios años cuando impartió clase en la Facultad sobre el autor del Quijote” [información de A. Arenas, IDEAL, 23-5-2014, pág. 62].
Es grande la atención que los críticos literarios hemos mostrado desde el principio por esta primera entrega de la serie. Entre ellos nos incluimos por haberla comentado en el suplemento de Diario Córdoba “Cuadernos del Sur” de fecha 14 de diciembre de 2013, pág. 6, y bajo el título de “Consagración de un narrador”; y entre ellos está también Francisco Vélez Nieto, que en Mundiario
(5-12-2013) escribe: “Esta nueva novela histórica entre la realidad y la ficción de Morales Lomas Bajo el signo de los dioses, acoge la escritura fina y amena que caracteriza la escritura del autor”, añadiendo después que se trata de “Una historia que embelesa al ser narrada de forma deleitable y envolvente por el número de personajes de variadas categorías sociales y literarias que toman vida
juntos pero no revueltos de grandes hombres de letras”. Son estos los que esperamos volver a oír de nuevo en la ya publicada historia de Cautivo.

martes, 15 de julio de 2014

Cautivo de F. Morales Lomas por Luis Espejo Requena

Salvador Compán, Morales Lomas y Rafael Ballesteros en la presentación de Cautivo

CERVANTES, HÉROE NOVELESCO

LUIS ESPEJO REQUENA


En más de una ocasión Cervantes ha sido personaje de una ficción, no solo de las suyas propias. Me refiero, claro está, a novelas de la actualidad. Recuerdo, por ejemplo, El comedido hidalgo de Juan Eslava Galán. Pero sin duda que hay muchas. En los últimos tiempos, el escritor giennense afincado en Málaga, Morales Lomas, ha vuelto a convertirlo en protagonista de una historia en su novela Cautivo, publicado por la joven Editorial Nazarí este mismo año.
Sin embargo, y al parecer, según anuncia el propio autor en diversas páginas de Internet y en lo publicado, Cervantes también es personaje en su obra Bajo el signo de los dioses. De hecho en Bajo el signo de los dioses –que tengo pendiente su lectura para este verano- elabora alguno de los capítulos e incluso desvela en uno de ellos su propia muerte cuando la siente ya cercana.
Supongo que este escritor giennense al que lo mismo le da un barrido que un fregado, quiero decir que igualmente entra en un género que en otro (tiene libros publicados en todos los géneros), habrá tenido un interés especial en destacar en estos momentos la figura de Cervantes, amén de que sea uno de sus escritores de cabecera, que todo puede ser por ese amor al personaje.
No obstante, si existe un escritor que pueda reivindicar a lo largo de su vida la aventura este es sin ningún género de dudas Miguel de Cervantes Saavedra. Habitualmente las vidas de los escritores son anodinas y aburridas. Un ejemplo evidente lo tenemos en Kafka, por ejemplo, que, a pesar de todo, elaboró la novela más importante que se ha escrito en el XX desde ese estadio anodino.
Sin embargo, Cervantes es un personaje rico, aventurero… de una época en la que la acción corre pareja a la reflexión y en la que convive una y otra sin solución de continuidad.
Morales Lomas en Cautivo ha querido traernos a ese personaje que tanto tiene que ver con su propia obra, pues veremos en muchas de sus páginas recogidas las lecturas de Cervantes e incluso en determinados momentos hasta el propio lenguaje de época y el estilo del que se ha imbuido.
Morales Lomas me da la impresión de que ha querido rendir un homenaje con esta obra y para ello se ha adentrado en los entresijos de Cervantes desde la mentira o la media verdad que era lo que realmente le gustaba a Cervantes. Este pasa por ser uno de los personajes más misteriosos de la literatura española. De hecho, ni se llama Saavedra ni es ese Cervantes de las imágenes que aparecen en los libros. Ni se saben muchas cosas de su vida. Muchas se intuyen. Con todos estos detalles juega Morales Lomas, que publicó un texto precisamente sobre el Quijote, publicado en Cervantes Virtual, donde habla de ese misterio.
El Cervantes de Cautivo, este Cervantes de Morales Lomas, es misterioso y se reinventa a sí mismo. Le hubiera gustado mucho, creo, leerse a sí en esta obra en la que Cervantes aparece como amante explícito de buen número de mujeres con las que vive historias bellas y apasionadas con las que el autor crea una especie de novela sentimental, pero también aparece el Cervantes de Lepanto, en plena batalla.
Da la impresión de que estamos asistiendo a este encuentro por la plasticidad de las escenas y por los elementos visuales que pone en funcionamiento. Una novela sin duda muy visual que bien podría ser interesante para cualquier director de cine. De modo que, desde aquí, los animamos para que lean esta obra y tomen nota de esta posibilidad que existe. Es algo que lo he hablado con algunos de los que han leído la novela, que coinciden en resaltar los elementos visuales y poéticos. Así como un lenguaje rico de época que puede ser un arma de doble filo pero que el autor resuelve con precisión.

En definitiva, una novela muy interesante, rica en experiencias que dibuja tres mundos (España, Italia, Argel), diferentes culturas y formas de pensamiento de gran riqueza, pero, sobre todo, una obra de invención en el que conviven géneros diversos: la picaresca, la aventura, lo sentimental y donde Cervantes vive una nueva vida en el pensamiento y la mente de Morales Lomas, que ha sabido recrear, sobre todo, al hombre y su mundo, un hombre de su tiempo que se crea a sí mismo.

jueves, 3 de julio de 2014

EL TEATRO DE ANTONIO CÉSAR MORÓN POR F. MORALES LOMAS




AHORA LOS ESCLAVOS
DE ANTONIO CÉSAR MORÓN

F. MORALES LOMAS

Antonio César Morón es un joven profesor de la Universidad de Granada, teórico del teatro y dramaturgo, doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, entre cuyas publicaciones se encuentran Monólogos con maniquí (2012), Estado antimateria. Pentarquía de dramaturgia cuántica (2011), Retórica del sueño de poder: Comedias (2011) y El metal y la carne. Tragedias (2010). Su mayor aportación a la teoría teatral es La dramaturgia cuántica (2009), una nueva escritura dramática.
Precedido de un magnífico estudio de Pablo García Gámez, profesor de la City University of New York, Ahora los esclavos (Ed. Fundamentos, Madrid, 2013) lo componen tres piezas muy diferentes: Universidad bicéfala, Balanza de los instintos y Anatomía del ego.

Universidad bicéfala es considerada por el autor una comedia grotesca en cinco cuadros que indaga en los males de la universidad española, en los que el autor percibe toda suerte de nepotismos, endogamias, canonjías, enchufes o recomendaciones. No deja títere con cabeza en esta farsa y licencia de la universidad española con su Rector Magníficus solventando las dificultades a base de tiros.
La historia es liviana aunque casi se va complicando y convirtiendo en una especie de nueva comedia de capa y espada de la actualidad o, con más rigor, en una nueva farsa valleinclanesca: el catedrático Trebejo de la Espingarda se siente herido en su amor propio por los ataques del escritor Villeno y trata de vengarse con su muerte. Pero la trama se complica cuando en el concurso para proveer una nueva plaza universitaria se piensa que Villeno ha sido el afortunado en detrimento de Rabo de Cardo, auspiciado por Relamida la Salmoreja, que decide matar a Trebejo como venganza. En realidad, todo procede de una confusión que acaba con la muerte de Relamida la Salmoreja cuando intenta matar a Trebejo y la muerte también de Villeno. Un final feliz acude a la cita de la obra cuando la hija de Trebejo, Marica de la Espingarda, se casa con Rabito de Cardo, a quien el rector toma por ahijado. Unión que se concuerda al unísono con la del mafioso y asesino El Misto que hace lo mismo con Pasmadillo del Farmaquillo.  
Hasta aquí la fábula, que diría Aristóteles. Pero lo importante es la representación de la historia, los personajes y su degradación, la animalización, la riqueza del lenguaje que posee un elevado poder de seducción y un simbolismo popular, el abuso de los contrastes, la distorsión imaginaria, la cosificación de los personajes reducidos a su efecto teatralizador y compulsor de una realidad atomizada. La realidad adopta el punto de vista que él personalmente ha querido ofrecer a partir de su intención satírica y la deformación grotesca.
Hay dos estructuras: la que regentan los dominadores de la sociedad universitaria (rector y catedráticos) y los esclavos (sumisos aspirantes a dominadores) que aparecen con el apelativo de los de sangre azul, perros y lamelíquenes, aunque también se tildarán de putos, gallas, cucamonas, gángsteres ilustrados, mediocres, asesinos, hijos de puta… La imagen es el cortijo, como espacio-emblema de esa sociedad endogámica en la que se sabe quién domina y ante el que todos rinden pleitesía. La forma de actuar nace de los atributos de las entrepiernas o el porque sí, porque yo lo decido. Pero también porque hay que seguir el ritual endogámico creado que va retroalimentándose y manteniéndose de una a otra generación cuando las nuevas voces alcanzan los puestos claves. Se trataría de un monstruo que a cada corte nuevo se reproduce sucesivamente hasta el infinito. Dice en el cuadro V, escena 3, Trebejo de la Espingarda: “La Universidad es una selva llena de serpientes (…) Da a cada esclavo lo suyo, que es lo que se merece (…) Son perros que, si los quieres, te quieren a ti (…) Expulsa con vehemencia a todo aquel que te haga sombra. Busca gente mediocre, gente inferior a ti…” Palabras de una dureza colosal que cuando habla el Rector Magníficus en la escena 8 son claras de las ideas defendidas por el autor: “En este feudo somos dioses al margen de la sociedad. Por eso tenemos la potestad de otorgar y quitar tanto las plazas como la vida de su profesorado”.
ANTONIO CÉSAR MORÓN
El profesor García Gámez habla del carnaval batjiano. Desde luego que existe este, pero también el carnaval valleinclanesco en el más puro estilo. Con sus parlamentos desinhibidos y su procacidad verbal, sexual o propia de las visuales astracanadas de la actualidad con las que Morón ha querido, como bien dice el profesor García Gámez mostrar esa universidad, “un espacio en el que el ascenso se da por medio del servilismo o, en última instancia, por la rebelión. Por ello, los que tienen menos acceso al poder intentan progresar a través del engaño y la traición”.
Llama profundamente la atención este desparpajo bajtiano de Morón, un profesor de la propia universidad española. O a lo mejor por esto.



Balanza de los instintos forma parte de nuestro mundo más actual, con la potencia social que ha tenido el sector inmobiliario y su declive en la actualidad. Lo que propicia tragedias como la que crea Antonio César Morón.
Asno Mai y Presa Ibérica pretenden que Canjilón deje el piso en el que ha vivido toda su vida porque lo necesitan para sus proyectos inmobiliarios pero este se niega. Para ello pretenden convencer a dos inmigrantes,  La Lunfarda y Gélida Sturm, de que tome esa decisión porque no le queda otro remedio. Su negativa hace que las amenazas vayan in crescendo hasta que los actos criminales a la familia de una de las inmigrantes acaban mostrando la degradación del ser humano y se articulan como un elemento disuasorio terrible en esta tragedia cotidiana. Tragedia que está servida porque la negación reiterada del viejo lleva hasta sus últimas consecuencias a Asno Mai y Presa Ibérica que le envían un sobre con una sorpresa terrible que no desvelamos.
Una historia dura, espeluznante, bien conducida, que tiene en su final mucho de tragedia gótica en el más puro estilo de Poe, en la que Morón conjuga varios elementos. Por una parte: la terrible lacra social que afecta a miles de ciudadanos hoy día, que pierden sus casas por el acoso terrible de los bancos (en este caso son unos particulares los agentes criminales) y la inmigración, que expresa la terrible debilidad de unos personajes que forman parte de lo más profundo de la sociedad actual y muestran la miseria de esta. Como bien dice el profesor García Gámez, es una “tragedia en un mundo globalizado” en el que tan víctimas son los inmigrantes como los que se quedan y cómo la crisis y la lucha por la supervivencia convierten a los seres humanos en perfectas alimañas.

Anatomía del ego es una historia que sintetiza ese mundo cuántico en el que se ancla el teatro de Morón. La realidad y la irrealidad, el sueño y el mundo presente, el amor y los desafectos, el sentido de la individualidad y el narcisismo artístico y vital que se conjuran para ofrecer una obra intensa que va de un tempo lento al principio (con reflexiones filosóficas que recuerdan los diálogos platónicos) a otro mucho más ágil y vital hacia el final, para ultimar en un espacio abierto necesario e inconcluso.
El amor de Virgo hacia Tesela choca con su visión personal y egoísta del mundo. Si el amor se asienta sobre el principio de la generosidad, el narcisismo y la egolatría se sostiene sobre la exclusividad propia. El amor es inclusivo siempre. Esta dinámica es la que crea Morón con una enorme intensidad a medida que va desarrollándose la obra y el espectador no sabe si Tesela está realmente muerta (si ha sido asesinada por Virgo) o todo es producto de la droga tomada. De nuevo surge la vida es sueño de Calderón en la que el nuevo Segismundo es Virgo, un escultor para el que toda la existencia debe girar en torno a él. Ante la propuesta de cambio que le hace Tesela, se niega, considera que perdería su identidad y todo aquello que le ha dado la existencia como persona. Pero este principio conlleva a la vez la anulación de los demás, su restricción y su pérdida. La de Tesela sigue este principio de anulación que como artista postula Virgo.
Pero también existe mucho en esta obra de interpretación del mundo, desde la teoría cuántica que ya propuso en su momento Gregorio Morales, el impulsor más decidido de la narrativa cuántica, amén de su precursor señero, a quien sigue sin duda Antonio César Morón que nació al mundo literario en ese círculo granadino con escritores como el citado Gregorio Morales, Fernando de Villena y su propio padre, el poeta Enrique Morón. Así lo acreditaba Gregorio Morales en importantes publicaciones, por ejemplo, El cadáver de Balzac y en El mundo de la cuántica de Manuel J. Caro y John W. Murphy (Port-Royal, 2003). En esta última hacía una importante aportación crítica en "Venciendo el síndrome del límite", donde abordaba los principios fundamentales de esta estética: el principio de complementariedad, el de incertidumbre, el antrópico, la individuación, etc. Sobre el principio de individuación afirmaba que es la equivalencia psíquica del principio de complejidad que impera en el universo. A medida que avanzamos en lo complejo de la existencia hemos de aprender sus componentes: no somos uno sino multitud de seres (o energías psíquicas), y todos a la vez. Jung afirmaba que el proceso de individuación es la expansión personal que se produce al realizar y llegar a ser lo que uno es intrínsecamente.
En esta obra esa dimensión cuántica está muy presente, más que en ninguna de las otras dos en la fusión entre realidad e irrealidad o, mejor dicho, en los límites borrosos de una y de otra. Pero también existe una alteración de espacio complementaria entre la cercanía y la lejanía así como una dimensión nueva de los personajes (¿estatuas convertidas en personajes o personajes reales?).
En conclusión, tres obras muy diferentes, tres perspectivas ricas y heterogéneas de un mundo en el que entra decididamente Antonio César Morón, un escritor joven que  ya posee una obra importante, a pesar de su juventud, y que tendrá mucho que decir en los años venideros en este ámbito de la literatura dramática, de la dramática cuántica, no solo como creador sino también como crítico del teatro contemporáneo.



Antonio César Morón, cuarto por la derecha, junto a José Lupiáñez, Enrique Morón, Ángel Moyano, Fernando de Villena, F. Morales Lomas, Pilar Pérez Esteban y escritores y miembros de Editorial Nazarí, como su responsable Alejandro.


EL JUEVES DÍA 3 DE JULIO SE PRESENTARÁ EN EL ATENEO DE MÁLAGA A LAS 20:00 HORAS. CON LA PRESENCIA DE ANTONIO CÉSAR MORÓN Y F. MORALES LOMAS QUE HABLARÁ CON ÉL Y EL PÚBLICO ASISTENTE DE ESTAS TRES OBRAS DRAMÁTICAS

ALGUNAS FOTOS DEL ACTO
FOTOS DEL FOTÓGRAFO PEPE PONCE




La creación literaria y el escritor

La creación literaria y el escritor
El creador de libros, pintura de José Boyano