F. MORALES LOMAS (PARANINFO DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA, 9 DE FEBRERO DE 2015)
ALGUNAS IMÁGENES DEL ACTO Y UN FRAGMENTO DEL DISCURSO DE FRANCISCO MORALES LOMAS
LA LÍRICA CONMOVEDORA DE FRANCISCO GARCÍA LORCA
Excmo. Sr. Presidente,
Señoras y Señores Académicos,
Señoras y Señores:
De bien nacidos es ser agradecidos y, desde luego que aspiro a ello, y me congratula enormemente hacerlo en esta ciudad, en este paraninfo y en esta plaza de la Universidad a la que llegué un día hace cuarenta y siete años, y donde pulsé el primer hálito de la ciudad entre juegos y la imago mundi del emperador al que cada año los estudiantes colocaban un atributo en su encabritada testuz.
El honor que recibo con tan alta distinción solo es parejo al afecto que siento por todos los que han afirmado mi elección. A muchos los conozco en diversas circunstancias desde hace cuarenta años y los admiro hondamente. Pero en un día como hoy debo también recordar a mi querido amigo Manuel Urbano Pérez Ortega, que siempre se encuentra cerca de mí como un padre en los afectos, a pesar de su desconsolada ausencia.
El honor que recibo con tan alta distinción solo es parejo al afecto que siento por todos los que han afirmado mi elección. A muchos los conozco en diversas circunstancias desde hace cuarenta años y los admiro hondamente. Pero en un día como hoy debo también recordar a mi querido amigo Manuel Urbano Pérez Ortega, que siempre se encuentra cerca de mí como un padre en los afectos, a pesar de su desconsolada ausencia.
A veces los apellidos provocan estremecimiento. Y si estos son García Lorca aún más, porque a la cruel muerte del genio hay que asociar, como un hecho pertinaz, la traición, la envidia y la injusticia, que ha salpicado nuestro país y siempre producen una extraña conmoción perdurable.
Para muchos lectores, nombrar García Lorca es llamarse exclusivamente Federico, y existe un licencia de identificación tal en muchos ciudadanos que no caben otros nombres ilustres en la familia García Lorca. Sin embargo, hubo un escritor, un poeta también muy apreciado, que se llamó Francisco, Francisco García Lorca, al que idolatraba Federico, y al que también querían todos, como afirmó León Felipe en 1966 al dedicarle su libro Oh, este viejo y roto violín.
Para muchos lectores, nombrar García Lorca es llamarse exclusivamente Federico, y existe un licencia de identificación tal en muchos ciudadanos que no caben otros nombres ilustres en la familia García Lorca. Sin embargo, hubo un escritor, un poeta también muy apreciado, que se llamó Francisco, Francisco García Lorca, al que idolatraba Federico, y al que también querían todos, como afirmó León Felipe en 1966 al dedicarle su libro Oh, este viejo y roto violín.
CONTESTACIÓN
DEL
ILMO. SR. DON FERNANDO
DE VILLENA
Excmo. Sr. Presidente
Excmos. e Ilmos. Sras. y
Sres.
Académicos Señoras y Señores:
Campillo de Arenas es un pueblo
nacido al pie de altas montañas que se asoma con curiosidad a ver el tránsito
de los viajeros que van desde Granada a Jaén o viceversa.
Allí nació y tuvo su primer
paraíso Francisco Morales Lo- mas. Él mismo nos hablará de aquellos años de su
infancia en numerosos poemas como en el titulado “Lecciones de historia” al que
pertenecen estos versos tan esclarecedores:
“...Debí de ser niño inquieto,
porque:
Me llamaba tanto un pecho como
la cueva
De Platón, cosas de la edad.
La tristeza huía de mí como la
peste
Y aunque hubo lágrimas,
siempre
Fueron de alegría.
Yo nací con las zapatillas
rotas
Y mucha ansia de trofeos...”
Años pues de felicidad en los
que la vida no resultaba fácil, pero en los que el futuro escritor ya muestra
sus legítimos deseos de triunfo. Un día, empero, se le cierra el paraíso porque
la familia decide trasladarse a Granada. El dolor de ese desarraigo quedará
mucho tiempo después plasmado en el excelente poema “La camioneta de la nie-
bla”, del que ofrezco también algunos fragmentos:
“Papá dijo que la ciudad nos
esperaba henchida
tras los cercanos montes en
bruma,
aquellos montes ahogados en
las nieblas densas (...)
La camioneta, cargada de
muebles, lamía el manto
del asfalto y atravesaba
desiertos poblados
donde el olor a soledad
producía miedo.
En un hueco que los
desvencijados muebles
me habían dejado, contemplaba
el paisaje noctámbulo
que se iba perdiendo como
Gretel
perdía sus granos en el bosque
(...)
Llegamos a la ciudad, un
cúmulo de pesar
que me fue arrancando poco a
poco de la tierra,
el seno materno de mis días
infantiles,
cuando la aurora no tenía
límites
ni inviernos ni hojas
derramadas en el suelo...”
Experiencia pues traumática la
del niño Francisco Mo- rales Lomas que se ve obligado a enfrentarse desde muy
pronto a una ciudad de gentes bastante cerradas. Pero en ese momento el estudio
viene en su ayuda.
F. MORALES LOMAS Y FERNANDO DE VILLENA
Y si Granada le pareció
hermética, también encontró en ella la fascinación de la cultura: eran días en
los que desde la calle Mesones hasta la Plaza de la Universidad, en vez de
tantas tiendas de moda, podía un paseante encontrar hasta una docena de
librerías y, en el Salón, la biblioteca pública semejaba un palacio encantado.
El joven escritor se adapta, como él mismo nos explica en el ya referido poema
“Lecciones de historia”:
“... Pero luego crecí y el
hambre se hizo
Dueño, un hambre de
conocimiento,
Un hambre que sólo se detenía
en el pezón
De una mujer o en el alma de
un leproso”.
Eran los inquietos años de la
Transición y Morales Lomas empieza a sentir una inquietud social que ya lo va a
acompañar siempre y que lo ha llevado ahora a ser uno de los fundadores del
movimiento “Humanismo Solidario”. Y en ese tiempo, en el hervidero alegre de la
Facultad de Letras, en las clases de Griego con doña Encarnación Sánchez o en
las de Literatura con don Emilio Orozco o en las barras de las tabernas de la
época, tuve la suerte de tratarlo. Ello me permite ahora resumir algunas de sus
cualidades, esas cualidades que lo han convertido en un escritor de primer
orden. Ante todo está su inteligencia clara que le permite ver muchas cosas
donde los demás nos quedamos en penumbra, que le permite analizar y aprender
cualquier texto con facilidad y pericia. Nada escapa a su mirada de sabio
humilde y a su sensibilidad poética. Ello explica que hoy nos haya emocionado
con un brillantísimo discurso no sobre Federico García Lorca, sino sobre su
hermano Francisco que, pese a no poseer esa ígnea capacidad para crear
metáforas asombrosas que tuvo Federico, es un poeta con mundo propio, con una
gracia propia y un sentimiento de lo granadino tan acendrado como el de su
hermano. Así pues, Morales Lomas pone el foco de su sabiduría no sólo en los
autores ya aceptados en el panteón de las historias y los manuales de la
Literatura, sino también en esos otros preteridos por las circunstancias.
En segundo lugar, yo admiro en
el autor que hoy tenemos la dicha de recibir en esta Academia su extraordinario
afán de trabajo, su positiva ambición para todo lo que emprende. Nadie como él
conoce la selva de la literatura española de los cuarenta últimos años; nadie
ha analizado obras, corrientes y autores tan sagazmente en diversos estudios llenos de rigor y sensibilidad, y nadie se ha atrevido a
poner orden en el conjunto sino él.
Entrega de la medalla como académico a Francisco Morales Lomas de manos del presidente de la Academia Antonio Chicharro Chamorro
Pero es que a su inmensa labor
de crítica y erudición une la de ser un creador en los más diversos géneros.
Tal es el número de sus obras escritas y publicadas en todos ellos que no
admite comparación más que con Lope. Monstruo de la naturaleza, pues, Francisco
Morales Lomas nos ha ofrecido numerosos poemarios desde que en 1981 apareciesen
sus “Veinte poemas andaluces”. Su poesía se inicia con ecos de las vanguardias
y un gusto por la imagen que en ocasiones desemboca en el surrealismo, y todo
ello unido a ciertos elementos de raíz popular, para más adelante alcanzar un
tono más hondo, verdadero y nostálgico que acaba emparentándolo con los autores
del grupo Cántico de Córdoba.
Como narrador posee también
una amplia trayectoria conformada tanto por libros de relatos como por novelas.
En todas estas obras analiza las pasiones y la soledad natural del hombre y nos
ofrece muestras de un erotismo delirante, pero siempre en relación con el
Thanatos. Su formación grecolatina se halla muy presente en toda su obra.
Impresiona en sus textos esa insatisfacción de todos los personajes con sus
propias vidas, ese deseo que, como el “fatum” clásico, los arrastra a su
perdición.
Recrea magníficamente los
escenarios rurales y los de diversas ciudades y es un maestro en la creación de
los caracteres, sobre todo de los femeninos, así como en el uso del monólogo
interior. De los ambientes contemporáneos que aparecen en la primera etapa de
su narrativa ha pasado al presente a escribir una trilogía novelística sobre
nuestros siglos de Oro, pero cuya lectura nos lleva a la conclusión de que el hombre es siempre el mismo y los abusos de unos
pocos sobre todos los demás se han producido en todas las épocas de igual
manera.
Pilar Esteban, F. Morales Lomas, A. Morales Pérez-Ramos y Encarna
Como dramaturgo, Morales Lomas
es el creador de la corriente nombrada “Canibalismo dramático”, que se define
como “comida social y conciencia de la realidad”. Es un teatro muy crítico,
satírico, que a veces apunta hacia el esperpento.
Una obra, pues, desmesurada,
con más de setenta títu- los, y que, como he señalado, precisa de todos los
géneros literarios para su completo desarrollo.
Apenas acabada su carrera,
Morales Lomas se traslada a Guadix y también a Barcelona donde se vincula al
grupo literario Azor. Pero finalmente se asienta en Málaga, ciudad donde
encuentra el ambiente adecuado para compaginar su labor creativa e investigadora
con la docencia, donde obtiene una segunda licenciatura (en Derecho), donde se
convierte en profesor de universidad, donde realiza su doctorado sobre la
poesía de Valle Inclán y donde se vincula a los grupos Canente y Málaga y es
nombrado Presidente de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos
Literarios.
El niño que antes de salir de
aquel pueblecito suyo de la provincia de Jaén sentía “ansía de trofeos” los va
lo- grando poco a poco gracias a sus extraordinarios esfuerzos y cualidades y hoy,
para esta Academia de Buenas Letras de Granada, ciudad donde el escritor se
formó hasta los veintitrés años, supone un gran honor recibirlo. Bienvenido, en
fin, a esta noble casa.
FRANCISCO MORALES LOMAS
(Campillo de Arenas, Jaén)
De la Academia de Buenas
Letras de Granada. Es poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, columnista y
crítico literario. Doctor en Filología Hispánica. Licenciado en Derecho y
licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Granada. Catedrático de
Lengua Castellana y Literatura en EE.MM. y Profesor Titular de la Universidad
de Málaga. Desde 2006 es presidente de la Asociación Andaluza de Escritores y
Críticos Literarios (AAEC) y presidente de la Asociación Internacional
Humanismo Solidario (AIHS). También es vicepresidente de la Asociación Colegial
de Escritores en Andalucía (ACE) y vicepresidente de la Asociación de
Dramaturgos, Investigadores y Críticos Teatrales de Andalucía (ADICTA). Ha sido
finalista del Premio Nacional de Literatura (Ensayo) en 2006 con su obra Narrativa
andaluza fin de siglo y en los años 1998, 1999 y 2002 finalista del Premio
Nacional de la Crítica con Aniversario de la Palabra, Tentación del
aire y Balada del Motlawa, y asimismo finalista del Premio Andalucía
de la Crítica en 1998. Premio Joaquín Guichot de la Con- sejería de Educación y
Ciencia, Premio de Periodismo del Ministerio de Economía, Premio de la Junta de
Andalucía, Doña Mencía de Salcedo de teatro, Primer Accésit del Premio
Internacional de teatro Moreno Arenas 2011 y Premio Internacional Moreno Arenas
2013. Miembro del grupo de investigación 159 HUM de la Junta de Andalucía,
“Recuperación del Patrimonio Literario Andaluz”, y vocal de Literatura del
Ateneo de Málaga desde 2009. Tiene publicados en torno a sesenta títulos de obras literarias
en diversos géneros literarios, una veintena de capítulos de libros y más de un
millar de artículos de crítica literaria en revistas y periódicos como El
maquinista de la Generación (Centro Generación del 27), República de las
Letras, Estudios Humanísticos, Lectura y signo, Mercurio, Quimera, Analecta
Malacitana, Estafeta Literaria, Humanitas, Alaluz...
Entre las obras publicadas de
creación podemos citar:
Poesía:Veinte poemas
andaluces (Ediciones Cla, Bilbao, 1981), Basura del corazón (Ediciones
Rondas, Barcelona, 1985), Azalea (Canente, Málaga, 1981), Senara (Ediciones
Antonio Ubago, Granada, 1996), Aniversario de la palabra (Diputación
Provincial, Jaén, 1998), Tentación del aire (Diputación Provincial,
Málaga, 1999), Balada del Motlawa (Cuadernos de Sandua, Córdoba, 2001), La
isla de los fea- cios (Ed. Corona del Sur, Málaga), Eternidad sin nombre
(Instituto de Estudios Giennenses, 2005), Tránsito (1981- 2003).
Antología (Instituto de Estudios Giennenses, Jaén, 2005), Noche oscura
del cuerpo (Ayuntamiento de Málaga, 2006), La última lluvia (Ediciones
Carena, Barcelona, 2009) y Puerta del mundo (Ediciones En Huida,
Sevilla, 20012).
Narrativa: El sudario de
las estrellas (Ed. Corona del Sur, Málaga, 1999), Juegos de goma (Ed.
Libros Encasa, Málaga, 2002), Candiota (Editorial Sarriá, Málaga, 2003),
La larga marcha (Editorial Arguval, Málaga, 2004), El extraño vuelo
de Ana Recuerda (Editorial Alhulia, Gra- nada, 2007), Tesis de mi abuela
y otras historias del Sur (Editorial Aljaima, Málaga, 2009), Bajo el
signo de los dioses (Alcalá Grupo Editorial, Granada, 2013) Cautivo,
(Editorial Nazarí, Granada, 2014).
Teatro: El lagarto (Alhucema,
Granada, 2001), Un okupa en tu corazón (Alhucema, Granada, 2003), La
yaya de Mauritania (EntreRíos, Granada, 2005), El uró- logo (Alhucema,
Granada, 2007), El caníbal (Alhucema, Granada, 2009), Caníbal teatro (14
obras de teatro breve, Ed. Fundamentos, Madrid, 2009), El encuentro (Ediciones
Carena, Barcelona, 2012), El desahucio (Ediciones Care- na, Barcelona,
2014), Vaffanculo y Los monstruos de la razón (en Teatro
completo. Volumen 1, Ediciones Carena, Barcelona, 2014).
Y entre las obras de ensayo: Literatura
en Andalucía. Narradores del siglo XX (Consejería de Educación Junta de Andalucía,
Málaga, 2001), Bajel navegando por la lite- ratura andaluza actual (Consejería
de Educación, Junta de Andalucía, Sevilla, 2002), Poesía del siglo XX en
Andalucía. Del Modernismo a Cántico (Ed. Aljaima, Málaga, 2004), Narrativa
española contemporánea (Centro de Ediciones de la Diputación, Málaga,
2002), Narrativa andaluza fin de siglo (1975-2002) (Ed. Aljaima, Málaga,
2005), La lírica de Valle-Inclán. Sistema rítmico y aspectos temático-
simbólicos (Servicio de Publicaciones de la Universidad, Málaga, 2005), Travesías
de la lírica española (Centro de Ediciones de la Diputación, Málaga, 2005),
Periodismo y literatura en Málaga, Unicaja, Málaga, 2006), Poesía y
esperpento en Valle-Inclán. La pipa de kif (Ed. Alhulia, Granada, 2007), Claves
del andaluz (Ed. Aljaima, Málaga, 2008), Compromiso y fantasía. La
narrativa de Antonio Martínez Menchén (Instituto de Estudios Giennenses,
Jaén, 2008), Invitación a la libertad. La lírica de Manuel Altolaguirrre (Universidad
de Málaga, 2009), Jorge Luis Borges, la infamia como sinfonía estética (Ediciones
Carena, Barcelona, 2011), Sociología de la literatura infantil y juvenil (Editorial
Zumaya, Granada, 2011), Narradores en el umbral. Ensayos de narrativa
contemporánea (Editorial Ánfora Nova, Rute, Córdoba, 2012), Poesía viva.
Ensayos de poesía española (Fundación Unicaja, Málaga, 2013), Veinte
años de literatura en Andalucía (1994-2014). Los premios Andalucía de la
Crítica (Ediciones Carena, Barcelona, 2014) y Poetas del 60 (Una
promoción entre paréntesis) (Editorial El Toro Celeste, Málaga, 2015).
Académicos asistentes al acto: Francisco Gil Craviotto, Fernando de Villena, Antonio Sánchez Trigueros, José Moreno Arenas y José Ignacio Fernández Dougnac
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