sábado, 21 de marzo de 2009

CUADERNOS DE ROLDÁN. JAÉN POR F. MORALES LOMAS


J.A.A. es el responsable de Cuadernos de Roldán dedicados a Jaén(Sevilla, 2009).
En esta obra los lectores pueden encontrar poemas y cuadros de escritores de Jaén. Entre los escritores se hayan, entre otros, Salvador Compán, Juan Eslava Galán, F. Morales Lomas, Manuel Urbano, Juan Carlos Abril, Javier Cano, Esther Morillas, José Cabrera Martos, Pablo Naranjo, Jesús Solano, Raquel Rico, José Ramón Vaca, Agustín Torres Márquez, José María Bedoya, Francisco Núñez Roldán...
Y entre los pintores Carmen Márquez, Miguel Viribay, Mario León, Carmen Mogollo, Justo Girón, Paco Molinero Ayala, Francisco Carrillo, Francisco Molina Montero, Paco Lara-Barranco, Ángeles Agreda, Teresa Lafitta...

Una obra importante para conocer de primera mano lo que escriben o pintan los creadores actuales de la provincia de Jaén llevada con total acierto por J.A.A. en Cuadernos de Roldán.

Seleccionamos estos textos de Salvador Compán:

EL COLOR DE JAÉN
Para Manuel Urbano
atalayero de los mejores
caminos de Jaén.


Pongamos que fue en esta tierra
donde me coronó la infancia
como rey de los charcos,
bandolero de olivos
y emperador de horizontes.
Pongamos que era azul el color de la infancia,
un añil tan moldeable
que latía en albercas y cuadernos,
oreaba mis sábanas de noche
y con él se hacían tirachinas
para cazar a traición
los mejores deseos.
Pongamos que aquel color de la infancia
me sigue manchando de azul
al Jaén del presente,
como si a ti, antiguo pirata
de geografías transparentes,
se te llenaran de mar y velas
las sierras que entonces te miraban,
y un oleaje de brisa y vida
siguiera estremecido sin fin
las recias torres de tu tierra inmóvil.

Poema de Juan Eslava Galán:

BAFOMET DE LA CATEDRAL DE JAÉN

Cinco siglos sentado en la cornisa
acechando la vida de mi gente,
mi vida misma. Y yo tan sólo veinte
años tras ese arcano de tu risa.

La anciana enlutada que va a misa
y que nunca notó tu vista hiriente
o aquel joven que en balcón de enfrente
tanta remota arena sueña y pisa.

En mi cruel espejo el tiempo enlaza
cada momento al tuyo, en ti me invierte,
viejo enigma tenaz que me atenaza.
J. Eslava Galán y F. Morales Lomas
Miro morir el día y puedo verte:
este preciso instante tuyo abraza
los de mi nacimiento y mi honda muerte.

Poema de F. Morales Lomas:

HOMBRES DUROS

Los hombres duros se alimentan del rescoldo
de los salones fríos.
Sufren el embate de las olas pero se dejan
querer, porque son duros.
Se alimentan de promesas de cosechas
y algo del carmín de un beso.
Son hombres duros porque la vida
no les pertenece. Le es ajena.
Son hombres ungidos por esa gracia
de las ceremonias.
Y tienden a abandonar el campo de batalla
con una espada en la mano,
porque son duros,
porque son duros.
Son hombres duros que no se agotan en el caos
y sobre su historia siempre hay algún monólogo,
algún acto heroico con estatua.
Tenaces al desaliento
los hombres duros evocan
una armonía antigua de rituales, y cosas así.
Los hombres duros nunca se hacen preguntas
porque tienen todas las respuestas.

Protégeme, maestro, de tanta fortaleza.

Poema de Manuel Urbano:

VENUS, ITÁLICA

Para Salvador Compán

No está la imagen rota, sí la piedra fracturada. La precisa línea que marca el abrazo mutilado ofrece el inquietante arranque de la luz y subraya el desnudo perfil; su círculo es el espejo en el que, con insinuante tiemblo retenido, el terso seno nacarado se refleja. Vibra el compás en flor de la carne cercenada. La desposesión y el labio del deseo con toda su longitud enervan la libido, mientras el corazón, ojos atrás, se despoja y titila entre los párpados. La tarde, lenta, comienza a tenderse entre la cálida mudez de las sombras; la hora, mansa, recostada y horizontal, escucha. Se advierte en la sala como un murmullo ingrávido. Al pie de la diosa sus ropas recogidas. Y el lívido silencio del mármol al pie de la estatua.

Poema de Juan Carlos Abril:

SÚPER ANDRÓGINA

Proserpina

Los árboles caídos en el suelo
se han podrido, sus ramas -melodía
de drogas, sin denscanso- obstruyen la vereda...

Pero ¿qué prisa tienes? Vas
hacia un fin excitado que revive.
¡Es el infierno! Es la primavera

que ha emergido en sus profundidades
tu muerrte siempre joven; ha nacido otra vez.
Vence tu piel itinerarios de tinieblas

y acariciando la esperanza -en el imperio
del humo hay una esfera herida- vuelves cantando:
Es el infierno. ¡Es la primavera!

Poema de Esther Morillas:

NUEVE VENTANAS

Nueve ventanas hay en esa casa
con nueve luces que se ven
detrás de las ventanas, y siluetas,
y músicas que llegan a la calle
con un fulgor acústico.
Hay tanta luz, tan poco se distingue,
ni canciones ni besos, ni habitantes,
que me paro a mirar. Desde la calle
cuento nueve ventanas: me parece
estar viendo un incendio en cada una.

No hay comentarios:

La creación literaria y el escritor

La creación literaria y el escritor
El creador de libros, pintura de José Boyano