martes, 16 de julio de 2013

EL HOMO TRANSCENDENTE
DE JOSÉ MEMBRIVE

F. MORALES LOMAS


El poeta, editor y ensayista José Membrive ha publicado El homo transcendente (Barcelona, Ediciones Carena, 2103), una obra lúcida, compleja y necesaria en el momento actual porque profundiza en uno de los grandes temas del hombre a lo largo de su existencia y más hoy día: su concepto de trascendencia y de humanidad. El desvelar la interrogante rubeniana de “Lo fatal”: “Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo (…)/ No saber adónde vamos,/ ni de dónde venimos”. La humanidad como centro neurálgico de esos valores espirituales que se han ido perdiendo a lo largo de la historia por mor de un “progreso económico aparente” que a pocos satisface, sustentado sobre principios y proyectos que juegan contra esa humanidad que debemos reivindicar con fuerza.
Podríamos insertar algunas de sus reflexiones dentro de lo que algunos venimos llamando desde hace tiempo el HUMANISMO SOLIDARIO (www.humanismosolidario.com), aunque con las especificidades que aporta Membrive.


Tomando como horma el espacio novelesco, va configurando un tipo de narración o relato ensayístico (ambos subgéneros forman un buen mestizaje) que nos ha traído a la memoria el Cándido de Voltaire. A través de un supuesto viaje por el pensamiento bíblico y la evolución humana durante siglos Membrive profundiza en un libro muy dieciochesco que hubiera sido alabado por los enciclopedistas por su dimensión ciclópea y enciclopédica, pues en él hallaremos reflexiones estéticas, políticas, económicas, sociales, filosóficas, antropológicas… que tratan de devolver al hombre hacia el camino de la humanidad desde su condición de homo Neanderthal y Cromagnon. Se produce una acumulación interpretativa de diversos órdenes que muestra las profundas relaciones entre las artes, la filosofía, la economía o la ciencia,  algo que en la historia contemporánea (por esa tendencia a la especialización) se ha perdido pero que los sabios de Grecia o Roma (digamos los filósofos presocráticos, verbigracia) lo tenían apropiado, también los renacentistas (digamos Leonardo da Vinci).
Membrive parte de la tesis de que se ha producido el desplome de la civilización simi-humana y existe una armonización entre lo telúrico y lo espiritual. El mono ha dejado su vigencia y se produce una búsqueda de la espiritualidad, la verdad y el amor (cuyas iniciales configuran las siglas de la palabra EVA).
Estructura su obra y su pensamiento en tres apartados: El Homo Dual (¿Quiénes somos?: los orígenes desde ese planeta semihumano hasta el homo sapiens que sería un sujeto lírico), El Homo Artístico (¿De dónde venimos?: las tres dimensiones a las que nos referimos anteriormente y constituyen EVA, además de a la inteligencia material y espiritual y al Homo Artístico) y el Homo Trascendente (¿Adónde vamos: las bases del Homo Trascendente, la importancia del pensamiento de Gandhi y el decálogo para superarnos y alcanzar una sociedad espiritual, reflexiva y trascendente).
Una obra que, con sus toques de ironía y sarcasmo, obedece a una lógica extraordinaria y revela una gran lucidez, amena en su lectura y desde luego original, en una época en que solemos reivindicar la futilidad y la reducción al absurdo de lo trascendente.
JOSÉ MEMBRIVE

Algunas de sus ideas, son muy reveladoras:
A)                               Las plantas y los animales han sido concebidos por una especie de CCE (Cerebro Central de la Especie), un cerebro colectivo que vela por el fortalecimiento de la especie. Y sigue leyes básicas (el fomento de la competencia para premiar, la prevalencia de los intereses colectivos y el fomento de la vía instintiva). El CCE se compone de tres cerebros: 1) El paleoencéfalo o cerebro reptiliano (regidor de los instintos y la acción), 2) El mesoencéfalo o límbico (rige el desarrollo sentimental y social) y 3) El cerebro sapiens con dos procesadores: el procesador instrumental (PI): pensamiento, habilidad manual, lenguaje; y el procesador meditativo o espiritual (PM), que nos permite vernos desde fuera y señala el camino de la humanización.
B)                               Membrive sostiene que se produce un gran viaje desde esa condición inicial de simio hacia la humanización con etapas intermedias, por ejemplo, una muy significativa: aquella en la que se reza en la iglesia y a la vez se mata en la guerra.
C)                               En esa travesía surgirá el concepto EVA: la espiritualidad, la verdad y el amor, valores clave de los tres universos.
D)                               Pero Membrive no es ajeno a la inteligencia consciente, al mundo inconsciente, a las creencias, a la moda y a las manipulaciones. Tampoco es ajeno a la inteligencia material que busca el paraíso terrenal y a esa inteligencia social que nos permite la interacción, y añade: “Ninguna revolución basada en parámetros puramente materialistas puede crear una sociedad justa” (p. 89).
E)                                Membrive apuesta por la dimensión espiritual y su fortalecimiento, por la emoción cósmica y la inteligencia sentimental, y busca ese homo artístico donde se alíen ética y estética, siendo la pasión la alianza entre ambas, entre lo espiritual y la fuerza telúrica, entre lo mental y lo biológico.
F)                                En esta armonización de lo social no olvida que Gandhi es un precursor (“Si Gandhi se hubiera limitado a tratar de mejorar las condiciones económicas de su país, no habría sido asesinado por los «suyos»” p. 139).
G)                               Membrive propone unas bases para la transformación de esa sociedad en la que la sanidad, la justicia y la educación sean piezas fundamentales, en la que (sin producir una ruptura evidentemente, así lo plantea) se “aspira a gozar de una buena economía, creando circuitos lícitos (…)  habrá de impulsar una banca ética (…) la especulación, como medio de enriquecimiento, ha de ser extirpada (…) los salarios han de reflejar el diferente grado de compromiso y eficacia… Todo un conjunto de propuestas económicas que para muchos serían discutibles pero que forman parte de su visión del mundo racional y consciente.
H)                               Una sociedad que apueste por la recomposición social y política, se produzca una democratización de la sexualidad y los sentimientos, un pacto por la recomposición sentimental en el que el pacto por una afectividad sana flexibilice las instituciones y las despoje del prisma que las deshumaniza.

En definitiva, un conjunto de ideas que reflejan la inteligencia y la originalidad de una obra a la que el lector no podrá permanecer ajeno, siempre sugeridora, siempre motivadora de encuentros y desencuentros, una explicación que organiza el sentido del mundo y aquellas preguntas de dónde venimos ya hacia dónde caminamos.
JOSÉ MEMBRIVE Y F. MORALES LOMAS



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