Hace unos días me ha llegado el libro de poemas Ahora que amaneces, del escritor
giennense afincado en Barcelona, Felipe Sérvulo, presidente de El laberinto de Ariadna y editor del
pliego de poesía del mismo nombre. Una bella edición de la Editorial Playa de
Ákaba.
Es un libro sobre los afectos y la cotidianidad más
presente, con un regusto amargo por momentos y enormemente sensitivo.
No lo registro como un libro de nostalgia, como dice Rossell
en el prólogo, aunque la haya, sino como un libro anclado en el presente (de
hecho son 24 horas de la vida del poeta las que imaginariamente transcurren en
él, como en el Ulysses de Joyce),
sincero, a veces duro; en ocasiones tierno, en otras conmovedor y, desde luego,
un canto profundo a la amada.
A veces al leerlo me ha dado la impresión de estar
escuchando algunas canciones de Serrat como Tu nombre me sabe a hierba, etc. De
hecho lo cita junto a Brassens…
Un poemario sincero, sencillo, sobre el día a día, sobre la
vida misma convertida en poesía y, como diría Antonio Machado para hablar de la
poesía, a él se le puede calificar como de palabra en el tiempo. Un homenaje al
sevillano también aparecerá de hecho en otros poemas.
Ese sereno viaje del tiempo al que se refiere en un poema.
Desde luego que las referencias a él son continuas. La presencia de la amada es
una garantía con su constante definición metafórica y alegorizaciones como
cuando dice: “De las estaciones del año, te prefiero a ti”.
La memoria, la antigua casa, la definición invariable de la
vida, la metaliteratura (Salinas, Federico, Machado) y la amada como último
baluarte. Un bello poemario lleno de emociones, sacudidas y aciertos.
Felipe Sérvulo
2 comentarios:
"De las estaciones del año, te prefiero a tí". Que belleza de frase, este poemario Ahora que amaneces, para mí es muy especial, precisamente por que en sus poemas hay mucha ternura, sentimientos encontrados del corazón, mucha emotividad y a veces cierto desgarro que sale del alma del poeta. Felipe sabe como como llegar muy dentro con sus poemas.
Siceramente creo que Felipe es un hombre con una sensibilidad muy especial. Sus poemarios son muy hermosos.
"Cuándo no estás, falta el sutil lenguaje de las flores..." Tantos poemas de Felipe te hacen sentir en casa, como si te los susurraran al oído, y un aire fresco con olor a lavanda te dijera que todo es sencillo, que detrás de cada segundo, de cada instante, hay una belleza incalculable pero sencilla y cotidiana.
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