jueves, 20 de junio de 2024

RESEÑA DE FRANCISCO MORALES LOMAS SOBRE TESTAMENTO EN WÁTANI DE ÁNGEL GARCÍA LÓPEZ EN LA REVISTA PARAÍSO DE LA DIPUTACIÓN DE JAÉN

 

 

 


 

 

 

 


GARCÍA LÓPEZ, ÁNGEL (2023). TESTAMENTO HECHO EN WÁTANI

MADRID: REINO DE CORDELIA

 

FRANCISCO MORALES LOMAS

 

 

El laureado poeta gaditano Ángel García López, Premio Adonáis (1969), Premio Nacional de Literatura (1973), Premio Nacional de la Crítica (1978), Premio Andalucía de la Crítica (2013) y Premio de las Letras Andaluzas “Elio Antonio de Nebrija” (2021), entre otras muchas distinciones, ha publicado a los ochenta y ocho años de edad una obra de enorme calidad literaria y muy lejos de los cánones estéticos al uso.

Se trata de una construcción metaliteraria en alejandrinos blancos que puede considerarse un testamento poético por cuanto nos conduce en su interior. Es la expresión de un lamento poético (los “nahua” chiítas o los “trenos” griegos) a través del recurso de la alegoría, con el que quiere mostrar el estado de postración al que ha llegado la poesía española última, donde “falsos poetas han usurpado las riendas de la lírica”, y, haciéndose consignatario de las palabras de Abelardo Linares (“Las casa de la Poesía es una casa en la que los okupas han echado a los poetas y se han quedado a vivir”), García López crea esta “fábula acerca del secuestro de la usurpación de la poesía por los falsos poetas”, subtítulo del libro.

A través de veintiún poemas que toman la estructura narrativa y cadenciosa del alejandrino, que actúa como una especie de gran canon operístico, García López sigue los principios estéticos de la alegoría, no tanto como técnica gratuita de producción de imágenes, sino como manera de lenguaje, de creación personal y escritural. Si la alegoría es expresión o manifestación (Ausdruck) equiparable al lenguaje, sucedería esto, en  palabras de Benjamin, porque en ella tiene lugar el movimiento de realización de la vida espiritual. Y así acaece en esta obra que forma parte de una excelsa tradición, tanto en sentido pagano como religioso, desde el origen de la humanidad y los textos sagrados hasta la etapa medieval (no digamos nada de la Divina Comedia o de El libro de Buen Amor…), la renacentista (San Juan de la Cruz), la barroca (Baltasar Gracián con su Agudeza y Arte de Ingenio…) o con obras como Fausto de Goethe, El matrimonio del cielo y el infierno de Blake, La tierra baldía de Eliot…

Por cuanto manifestación de su vida espiritual humana (Ausdrudck) esta obra de García López es una creación retórica personal de singular riqueza literaria que se adentra por la parábola de la creación a través de una línea temporal visible que nos lleva desde un origen creador, desde ese “aullido bajo el halo, hoy tan vivo, de la luna de Wátani”, “hasta verme expulsado de mi vida”, la casa de la poesía. El libro es, por tanto, la mostración de esa historia vital con la que pretende crear su mundo, en el que, como decía Gadamer (cuando habla de la alegoría en general), García López se representaría a sí mismo el mundo a través de un paradigma lingüístico-hermenéutico, que arrancaría, desde nuestro punto de vista, de la retórica propia de un humanismo literario de corte renacentista y barroco, con el que tanta conexión tuvo siempre la lírica de García López, conduciéndonos por el cultismo y la sabia retórica de la construcción del discurso poético y la primacía de la palabra, por encima del vaciamiento de una realidad presente con la que es enormemente crítico en su desvelamiento, es decir, en su construcción/desconstrucción.

El discurso alegórico requiere de agudeza, de artificios y ornamentos de los que siempre dispuso en abundancia García López, pero sobre todo ello subyace una construcción cívica, al menos desde su perspectiva, y un enaltecimiento del poder de la palabra poética frente al colectivo de “vencedores obscenos” que dividen majuelos y tasan lugares, dándose “al vicio/ de hacendados sin freno como premio al esmero/ de abastar su codicia”. Definidos como “logreros que impusieron sus dictados”, que se dedican a crear “frutos abyectos” y a amputar “de aquel campo los árboles/ mejores de entre todos los que fuimos plantando”.

 

 

 

 

 

 

 ÁNGEL GARCÍA LÓPEZ

García López es, según el profesor y crítico Ángel Luis Prieto de Paula, “un poeta de este tiempo con una esencial identidad: un estuario en el que desembocan los cursos poéticos más valiosos y donde se resuelve la historia de la alta poesía.” Autor de una dilatada obra poética, en ella destacan la cuidadosa primacía del lenguaje, el rigor formal y la investigación de las posibilidades rítmicas y lingüísticas del poema. Su tarea de creación ha sido distinguida por sucesivos e importantes reconocimientos: Premio Adonais 1969, Premio Nacional de Literatura 1973 Premio Boscán 1974, Premio Nacional de la Crítica 1978, Ciudad de Melilla 1991, Villa de Madrid-Francisco de Quevedo 1995, Ciudad de Salamanca 1997, Generación del 27 1999, Premio Andalucía de la Crítica 2013, Premio Nacional de Letras Teresa de Ávila 2009 y Premio de las Letras Andaluzas Elio Antonio de Nebrija 2021, estos dos últimos otorgados al conjunto de su obra. Entre sus títulos Elegía en Astaroth, Mester andalusí, Trasmundo, Los ojos en las ramas, Memoria amarga de mí, Medio siglo, cien años, Mitologías, Apócrifos, Ópera bufa, Universo sonámbulo, Cuando todo es ya póstumo y Testamento hecho en Wátani. El conjunto de todo lo publicado hasta el año 2009 se encuentra recogido en Obra Poética, tres amplios volúmenes publicados por la Diputación Provincial de Cádiz.

Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense, ejerció la docencia de la Literatura como profesor de Bachillerato y, luego, como profesor emérito de la Universidad de Mayores Francisco Yndurain (Aoiz, Estella, Pamplona), compaginando todo esto con su otra actividad de Técnico Superior de Servicios Bibliográficos. Simultáneamente cursó estudios en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y los preceptivos para su doctorado universitario e inició una nueva licenciatura, esta vez en Filología Hispánica. Durante tres lustros dirigió la revista Literatura (en sistema Braille) de la ONCE.

Es académico de la Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras de Jerez de la Frontera (Cádiz) y de la Academia San Juan de la Cruz-Juglares de Fontiveros (Ávila). Figura incluido en antologías generales y temáticas, diccionarios de escritores, compendios generacionales, etc. Su obra ha sido motivo de seminarios monográficos, investigaciones, trabajos y traducciones parciales a otros idiomas.



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