ANDRÉS NEUMAN Y F. MORALES LOMAS
NEUMAN
Y LA GLOBALIZACIÓN DESDE JAPÓN
F.
MORALES LOMAS
PUBLICADO EN IDEAL DE GRANADA, 2 DE FEBRERO DE 2019
Mucho de extirpación
de memorias y sucesos globalizadores tienen su génesis en esta novela de la
memoria (como impedimenta) pero también del día a día. Potentes historias de
amargura, muerte y descomposición social son las que se unen y se sintetizan en
el espíritu de Watanabe, un superviviente de Hiroshima aunque criado en
Nagasaki, el protagonista e hilo conductor de esta última novela.
Watanabe en su
recorrido vital nos lleva por París, Nueva York, Buenos Aires, Madrid, Tokio y
otros lugares de Japón. Se construye la existencia de Watanabe como hilo
conductor desde el terremoto de Fukushima y desde la bomba atómica de
Hiroshima. Realidades en intermitencia y sentimientos que nacen y se cercenan
con sus nuevas parejas.
Está construida en
once capítulos, aunque en realidad el último es un epílogo de prosa poética en
torno al agua, como símbolo que se define líricamente en siete párrafos.
Sensaciones, circunstancias y definiciones ante ese tsunami inicial y el
“estallido” de Fukushima para ir adentrándonos por historias personales y
sentimentales. Primero, en París, hasta el momento en que marcha a EE.UU. En el
capítulo 3 reconstruye en tercera persona situaciones de su infancia tras la
bomba atómica, la escuela, “la oscuridad en mitad de la mañana”, “descubriendo
que no quedaban caras como las caras”, y sobre todo las secuelas de la guerra y
la muerte en toda la población.
Un recorrido de ida y
vuelta por las tragedias y su impacto y la sensación de haber muerto y
resucitado, a través de la sexualidad y las relaciones sociales como acicates y
símbolos en diversos continentes que le permiten inducir a una novela
globalizadora de ámbito universalista que posee una proyección universal y nos
conduce por los vericuetos de una humanidad que no tiene fronteras.
En el capítulo cuarto,
a través de una nueva narradora en primera persona, la periodista judía Lorrie,
encontramos otro punto de vista diferenciado. Es una especie de monólogo
interior donde se abunda en la existencia personal, para señalar que “Yoshie
–el protagonista- no se molestaba en criticar la monstruosa desproporción de
los exterminios nucleares”. Hay una componente crítica evidente de la narradora
en torno a muchas actuaciones japonesas y, sin duda, junto con el siguiente son
los capítulos más ricos e interesantes, siendo este último (el capítulo 5) un
complemento en tercera persona, donde se expresan las sensaciones de nuevo ante
las bombas atómicas.
La traductora
argentina Mariela hablará de su relación en el capítulo 6, para acto seguido
centrarse de nuevo en Fukushima y el profesor Sasaki en un ámbito envolvente y
promiscuo. Pero Europa estará presente en el capítulo noveno: Madrid, 1992, con
Carmen y Watanabe. A medida que se llega al final los capítulos se hacen más
breves y el pulso narrativo se acelera con la pretensión de ir finalizando la
historia, primero en torno al periodista argentino Jorge Pinedo, quien, se
entiende recaba datos para la historia como un alter ego de Neuman, y las con
las secuelas de las bombas.
Es un libro
heterogéneo, rico en su ambientación, situaciones, espacios y perfiles
narrativos en el que existen bastantes aciertos y muestra la madurez de Neuman
como narrador de largo recorrido, con algunas situaciones cotidianas prescindibles
que podrían perder algo el pulso narrativo.
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