Se nos permitirá el dislate cuando al
referirnos a la novelística del año en cuestión hagamos hincapié en la polémica
que sobre la vieja y nueva novela se produjo el año anterior. Por lado La
hora del lector de J. M. Castellet y Problemas
de la novela de
Juan Goytisolo apostaban por las nuevas formas que se venían imponiendo en la
narrativa, seguidoras del objetivismo y el behaviorismo. Por el contrario,
Ignacio Agustí en Rebelión y continuidad en la novelística
española se reafirmaba en los presupuestos
tradicionales, heredados en gran parte de la generación del noventa y ocho y de
los novelistas de la primera mitad de
siglo. La polémica está viva y presente en el año sesenta y en la década que se
inicia. A ello habrá que añadir los intentos experimentales que se producirán
desde mediados de ésta, y que tendrán plena vigencia en los años setenta,
influenciados en gran parte por la novelística hispanoamericana.
Nómina restringida
de autores y obras:
1.
ALPERI, Víctor: Agua india
2.
AMADO BLANCO, Luis: Doña Velorio
3.
ANDÚJAR, Manuel: El
destino de Lázaro
4.
ARRABAL, Fernando: Baal Babilonia
5.
AUB, Max: La verdadera historia de
la muerte de Francisco Franco.
6.
BAREA, Arturo: El centro de la pista
7.
BENEYTO, María: El río que viene crecido
8.
BLANCO AMOR, Eduardo: La parranda
9.
BUÑUEL, Miguel: El niño, la
golondrina, el gato
10. CABOT, José Tomás: El
piquete
11. CANDEL, Francisco: Temperamentales
12.
CUNQUEIRO, Álvaro: Las mocedades de Ulises
13.
CHACEL, Rosa: La sinrazón
14. FERRES, Antonio y LÓPEZ SALINAS, Armando:
Caminando por las Hurdes
15. GARCÍA SERRANO, Rafael: La paz dura quince días
16.
GAYA NUÑO, Juan Antonio: Los
monstruos prestigiosos
17. GIL, Ildefonso: Pueblo-Nuevo
18.
GOYTISOLO, Juan: Campos de Níjar
19.
GROSSO, Alfonso: Para vivir aquí
20. HALCÓN, Manuel: Monólogo
de una mujer fría
21. JUNCEDA, Luis: La
llaga
22. LERA, Ángel Maria de: Bochorno
23. LÓPEZ SALINAS, Armando: La mina
24. LOREN, Santiago: El baile de pan
25.
MANFREDI, Domingo: A bordo de una isla
26. MARSÉ, Juan: Encerrados
con un solo juguete
27. MARTIN VIGIL, Luis: Una
chabola en Bilbao
28. MATUTE, Ana Maria: Primera
memoria
29. NIETO, Ramón: La
fiebre
30. NIETO, Ramón: El sol
amargo
31.
PILARES, Manuel: Cuentos de la buena y de la
mala pipa
32.
PORCEL, Baltasar: Solnegro
33. ROMERO, Luis: La
nochebuena
34. RUIZ, Roberto: Plazas
sin muros
35. SALISACHS, Mercedes: Vendimia
interrumpida
36. SENDER, Ramón J.: Réquiem
por un campesino
español
37. SENDER, Ramón J.: El
mancebo y los héroes
38. TORRENTE BALLESTER, Gonzalo: Donde da la vuelta
el aire
39.
ZUNZUNEGUI, Juan Antonio: La vida sigue
Sin caer en generalidades imprecisas y
mucho menos en análisis atrevidos hay que afirmar un hecho importante: la
novela del año sesenta está todavía bajo las formas realistas al uso, heredadas
tradicionalmente, y aunque se produzcan experimentos o renovaciones, no serán
los más y habrá que esperar años venideros. En cualquier caso, ahí va el
comentario de las novelas seleccionadas.
Un grupo importante tiene como
objetivo la intención crítica y reveladora de la sociedad: La
mina de A.L.
Salinas se inserta en esta línea; un grupo de campesinos en paro deben
abandonar su tierra y emigrar a una zona minera con la consiguiente pérdida de
raíces y la intención finalmente frustrada de volver al cabo del tiempo. En la
novela Salinas hay también “el eco de una inquietud directamente política y
conciencia de la explotación a que el
obrero se siente sometido” (1). La tradición que sigue la narrativa de viajes
está presente este año con dos títulos interesantes: Campos
de Níjar de J.
Goytosolo y Caminando por las Hurdes de A.L. Salinas y A.Ferres. El primero
es un recorrido del escritor por la región almeriense de modo que el lector
reconozca el ambiente, la geografía, lo pintoresco y las tremendas condiciones
de vida de los habitantes de esta zona. La segunda sigue estos mismos
principios narrativos, generales para
los libros de viajes; destaca el medievalismo rural en que viven los habitantes
de las Hurdes. Las descripciones son débiles y lo pintoresco tiene siempre una
intención crítica. La vida sigue de J.A. Zunzunegui continúa la línea de
su obra anterior La vida como es, de coincidente análisis de la burguesía
-pero esta vez provinciana- mueve la obra de R. Nieto La
fiebre.
Coincidente con la novela social
en general Una chabola en Bilbao de J.L. Martin Vigil sigue el tema
desarrollado en La piqueta de A. Ferres, el año anterior, es decir,
el derribo de una caseta del suburbio madrileño
-en este último caso-, frente al paisaje de Bilbao. Sin embargo Vigil
sigue derroteros diferentes, siendo finalmente el tema de la caridad el desarrollado
cuando observemos al médico ateo pero caritativo con los habitantes de Aritamendi y al jesuita,
fracaso y rechazo por ellos.
Entre las novelas que tienen de
fondo la guerra civil española se encuentran: Encerrados
con un solo juguete de J.
Marsé, trata el tema de las consecuencias de la guerra en la vida de los
jóvenes fracasados, caídos en la inacción. A la vez se transforma en una novela
que trata el tema de la lucha o discrepancias entre generaciones, en esta
ocasión entre padres e hijos.
El tema de la guerra está presente en la obra de Nino Manfredi;
incluso en una de las obras más interesantes de este año Réquiem
por un campesino español de R. J. Sender. En la primera edición de 1953 aparece con el título
de Mosén Millán, si bien con el título señalado es de
1960, por lo que la incluimos en la relación con absoluta maestría y sencillez.
Resalta la historia de un sacerdote, el cual, queriendo salvar a un joven del
pueblo en los comienzos de la guerra, no consigue evitar la ejecución. Bajo temática similar se escribió Primera
memoria de A.M.
Matute (primera obra de la trilogía Los mercaderes), novela de carácter autobiográfico,
según una técnica evocativa; en ella una niña recuerda los primeros días de la
guerra en Mallorca. Por último, La paz dura quince días de R. García Serrano.
Las trilogías son un fenómeno
narrativo frecuente en la novelística de posguerra. El
destino de Lázaro de M.
Andújar es la tercera novela de la trilogía Vísperas, que a su vez pretende profundizar en la
historia de España de este siglo, al incluirse en el ciclo narrativo Lares
y penares. En la
novela de Lázaro el tema es el campo y la localización temporal se sitúa en la
preguerra española. Torrente Ballester
con Donde da la vuelta el aire escribe el segundo libro de la trilogía Los
gozos y las sombras donde
narra, a veces con reiteración y morosidad lo individual (enfrentamiento
Deza-Salgado) y lo social, político y cultural. Aunque localizada en Galicia,
es una interpretación de la sociedad española.
Dentro de la literatura imaginativa y de
aventuras, a veces llamada fantástica, se ha de tener en cuente Solnegro de Baltasar Porcel y Las
mocedades de Ulises de Álvaro
Cunqueiro, en ésta funde lo que sueña con lo que ha soñado otros, de modo que
la historia y la leyenda se unen en un preciosista maridaje plagado de fábulas,
con un lenguaje riguroso, original y minucioso,
novela evasiva y de cierto vacío, según alguna crítica, aunque es preciso
añadir que en este momento de la narrativa española es una apuesta por la
modernización novelesca.
De tema histórico son: El
piquete de José
Tomás Cabot, sobre un episodio de la guerra carlista con una documentación
histórica, y La verdadera historia de la muerte de F. Franco
de Max Aub, historia-ficción sobre la supuesta muerte del general.
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